Soy azafata de vuelo y desde la pandemia dedico mucho más tiempo a consolar y calmar a los pasajeros

Colleen White,
Leah es auxiliar de vuelo desde hace cuatro años.

Cortesía de Leah

Este artículo se basa en una conversación con Leah, azafata de una importante aerolínea estadounidense. Business Insider ha verificado su identidad y empleo a través de documentación, pero la entrevistada solo ha querido revelar su nombre de pila para evitar repercusiones por parte de su empresa.

Es cierto lo que dicen: mirar a una azafata si tienes miedo durante un vuelo, ayuda. En caso de turbulencias, un pasajero asustado puede verme riendo mientras el avión tiembla, y mi esperanza es que esto le ayude a ver que no hay razón para entrar en pánico. La verdad es que las turbulencias no me asustan, ya que viajar es algo que me encanta.

Llevo 4 años trabajando como auxiliar de vuelo para una importante aerolínea, y puede que me hayas visto en TikTok. Comencé a publicar en esta red social en marzo de 2020 para compartir algunos momentos de mi vida, y rápidamente empezó a seguirme mucha gente. Actualmente, tengo más de 323.000 seguidores. 

Todos mis vídeos virales tienen algunas cosas en común 

En primer lugar, soy realista con mi público. Trato de no contenerme a la hora de expresar mis emociones: hablo como si lo hiciera con un amigo. Quiero que la gente vea tanto los buenos momentos que da este trabajo, como los malos.

En segundo lugar, comparto información o consejos que los viajeros no suelen conocer, como el hecho de que un auxiliar de vuelo no puede poner un pie fuera de un avión mientras haya algún pasajero dentro, según la normativa de la Administración Federal de Aviación (FAA según sus siglas en inglés).

En los últimos 6 meses, he dedicado un poco más de tiempo y esfuerzo a crear contenido, aunque siempre he procurado que este sea variado y orgánico. Puedes ver vídeos en los que enseño cosas de los vuelos, otros para explicar vocabulario de aviación y, por supuesto, en muchos otros reflejo mi devoción por los viajes.

Muchas cosas han cambiado en mi sector a raíz de la pandemia de COVID-19

Leah

Cortesía de Leah

Durante un año no trabajé, pero mi compañía aérea se portó muy bien. Nos mantenían detalladamente informados de todo. Tenía un superior estupendo que incluso me llamaba para ver cómo estaba.  

Durante ese tiempo, seguí formándome con la FAA, así como en atención al cliente. No veía la hora de volver a trabajar, y cuando lo hice en abril de 2021, uno de mis vuelos tenía un solo pasajero. Por supuesto, nuestro trabajo era exactamente el mismo, incluyendo las explicaciones de seguridad.

La aerolínea se está recuperando, pero se nota cómo ha afectado la pandemia. Todo lo que ha sucedido ha disparado el estrés a nivel general. De hecho, hay gente que se muestra muy abrumada por volver a la normalidad. Me he dado cuenta de que mi trabajo actual consiste más en consolar, reconfortar y ayudar a los pasajeros a adaptarse; son muchas cosas que gestionar.

Hemos recibido más formación sobre desescalada que antes 

Por mi parte, siempre trato de hablar desde un lugar de comprensión y hacer que la persona sepa que escucho y entiendo lo que está experimentando. La mayoría de veces, solo quieren que alguien los escuche.

También me recuerdo a mí misma que los pasajeros suben al avión acumulando un montón de experiencias previas, por lo que su crispación muchas veces no tiene que ver conmigo ni con mi trabajo.

Es un gran cambio al que adaptarse, especialmente después de haber estado en casa durante un año. Ahora, los aviones suelen ir llenos, aunque nuestro sector también ha experimentado las consecuencias de la Gran Dimisión (como se conoce al momento de dimisiones y cambios de empleo que está viviendo EEUU). En mi caso, estoy teniendo muchos más vuelos.

A medida que cumplo años y avanzo en mi carrera, noto mucho la falta de sueño por los horarios

Leah en la Capadocia, Turquía.

Cortesía de Leah

Algunos días trabajo 5 horas y otros 15. Mi cuerpo nunca sabe realmente dónde está o qué hora es. Las personas no estamos hechas para estar a 9.000 metros de altura, como ocurre en mi trabajo, y eso puede pasar factura física. 

A medida que mi carrera avance, empezaré a pedir rutas más constantes. Ahora mismo, cada semana es un poco diferente, pero me gusta la variedad y lo afronto desde la gratitud. Este mismo enero, hice un largo viaje a Maui y paré en Cabo. 

Para poder ser azafata a largo plazo, hay que tener mucha empatía y saber apreciar las cosas buenas. Hay muchos momentos especiales de los que he podido formar parte, como cuando trabajé en un vuelo en el que una madre y un padre llevaban a su hija pequeña en su primer viaje a Nueva York. Habían tenido un mal día y me agradecieron mucho mi paciencia y amabilidad. Para ellos será un recuerdo agradable del que yo he podido formar parte.

Para que la experiencia de viaje sea más fácil para todos, yo haría hincapié en la amabilidad. Realmente nunca llegas a saber por qué viaja la gente: podría ser para ver a un ser querido por última vez. Por eso, la empatía es tan importante.

Además, los pasajeros deberían recordar que todas las normas del vuelo están destinadas a preservar su seguridad, en ningún caso a incomodarles o fastidiarles. Si pedimos a alguien que guarde su ordenador portátil, es por una buena razón.

Aunque ser auxiliar de vuelo en 2022 supone mucho trabajo, los beneficios que da viajar y la capacidad de interactuar y atender a tantas personas diferentes es, en última instancia, la razón por la que me dedico a esto a largo plazo. De modo que estoy dispuesta a aceptar las turbulencias que vengan con una sonrisa.

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