Soy camionero y conduzco por las 'Highlands' de Escocia, pero siempre saco un hueco para escribir y hacer un podcast: así es mi trabajo

En primer lugar, no soy el típico conductor de camión.

La industria del transporte por carretera atraviesa actualmente un momento difícil en Inglaterra debido a la falta de conductores que provoca a su vez escasez de combustible, interrupción de la cadena de suministro y aumento de los costes de envío.

El problema no es tan grave en Escocia, donde yo resido, por lo que mi empleo no se ha visto tan afectado, ya que trabajo para una pequeña empresa familiar llamada Hebrides Haulage.

Paso 3 días a la semana conduciendo a través de las pintorescasHighlands (Tierras Altas) de Escocia. El mayor peligro de mi trabajo es que se me cruce un animal, por ejemplo un ciervo, y dañe el capó de mi camión.

Mi trabajo consiste en entregar paquetes de cualquier tamaño y forma de Glasgow a las pequeñas islas de la costa oeste de Escocia continental, llamadas Outer Hebrides. Transporto de todo, desde neveras hasta flores frescas, e incluso recojo entregas de whisky de las destilerías más remotas de las Highlands .

Tengo que coger un ferry para llegar a estas islas. Algunos viajes pueden llegar a durar hasta 5 horas, pero tengo servicio de restaurante e incluso de ducha si lo necesito.

Lo que más me gusta de mi trabajo es conducir por las Highlands de Escocia y contemplar el hermoso paisaje.

He visto águilas, nutrias, ciervos, tejones e incluso algún que otro búho, algunos de los cuales he llegado a fotografiar con la cámara y publicar en YouTube.

A veces conduzco más de 64 km por hora por una carretera costera de un solo sentido.

Mi día comienza alrededor de las 8 a.m. El camión siempre se carga la noche anterior, así que lo único que tengo que hacer por la mañana es encontrar la mejor ruta para llegar a mi destino.

Antes de partir busco los mejores lugares para descansar. Procuro que sean sitios que me permitan dar un paseo por la playa durante 45 minutos o pedir un fish&chips para llevar y comérmelo sentado en la arena.

Cuando tengo turnos nocturnos, suelo dormir en el camión siempre que tenga cabina dormitorio, y si no es posible mi empresa me reserva en un B&B. Existe un fuerte sentimiento de comunidad en las Highlands, y las personas que viven aquí siempre están dispuestas a ayudarme si necesito alojamiento o me pasa algo con el camión.

Si tuviera que conducir siempre por autopista yendo de un almacén a otro, no me gustaría tanto mi trabajo. Lo hice hace unos años y era muy aburrido, aunque no tanto como estar en una oficina rellenando hojas de excel, algo en lo que también tengo experiencia.

Intento buscar siempre el equilibrio en la vida, así que decidí que preferiría ganar menos y tener un buen trabajo, que ganar más y estando en la industria de camiones convencional, plagada de escasez de personal y malas condiciones de trabajo.

Cuando no conduzco, dedico tiempo a escribir y a grabar podcasts.

Los lunes paso el día en casa en Glasgow, escribiendo una columna semanal sobre política polaca con un toque "irónico". Después de mucha investigación, planificación y redacción de la columna, la publico en mi página web. También lo traduzco al polaco y mi editor lo traduce al checo para su propia web.

El tiempo de escritura a veces se alarga a los martes también, dependiendo de lo que esté redactando.

Los martes los dedico normalmente a grabar un podcast sobre actualidad. Invito a gente, por ejemplo copresentadores y expertos, a charlar sobre todo, desde la crisis de refugiados hasta los problemas financieros en Polonia.

La grabación de cada podcast me lleva una hora, siempre que mis invitados están disponibles para charlar. Si no es el caso, tengo que dedicar algunas horas de mis días de conducción a hablar con la gente para el podcast, que se transmite los lunes.

Por eso no soy el típico conductor de camión: mi trabajo es uno de cada 100, o incluso menos.