Las startups quieren ahorrar costes en la nube para sobrevivir, pero los inversores advierten de las nefastas consecuencias de un recorte excesivo

Las startups intentan controlar sus costes de servicios de la nube por el temor a una recesión.
Las startups intentan controlar sus costes de servicios de la nube por el temor a una recesión.

Jeffrey Coolidge/Getty Images

El sector tecnológico está al borde de una caída histórica y las startups empiezan a reducir sus gastos para afrontar este momento. Pero para evitar el peor de los escenarios, es decir, realizar despidos, algunas están tratando de reducir su gasto de computación en la nube.

Para muchas, el dinero gastado en servicios en la nube de Amazon, Microsoft y Google supone una de las partidas más importantes de su presupuesto, según afirman varios inversores de capital riesgo. Las startups utilizan la computación en la nube para impulsar los servicios que ofrecen a las empresas, como la música streaming y el almacenamiento de datos.

Los costes de alimentación de las aplicaciones y los servicios crecieron antes de la pandemia, ya que la gente utilizaba sus teléfonos como nunca antes, y más empresas trasladaron sus operaciones a la nube para poder afrontar el aumento del uso. Los proveedores de este servicio, a su vez, registraron unos beneficios muy elevados durante la mayor parte del año pasado.

Ahora, las tecnológicas comienzan a recortar por el temor a una recesión y se fijan más en los costes que pueden controlar, incluyendo, por supuesto, la nube. En algunos casos, el ahorro derivado de la reducción de este gasto puede ser suficiente para evitar los despidos, pero ni se trata de la única solución, ni todas las empresas se beneficiarían.

"La mayoría probablemente asuma que la situación del mercado significa que hay que recortar para reducir el gasto. Sin embargo, en nuestro caso el dinero que gastamos en la nube está muy bien gastado", indica a BusinessInsider Joe Duffy, cofundador y CEO de Pulumi, una startup que ayuda a los desarrolladores a gestionar aplicaciones en cualquier nube.

Martín Casado, socio de Andreessen Horowitz.
Martín Casado, socio de Andreessen Horowitz.

Andreessen Horowitz

Aun así, es algo a tener en cuenta antes de recortar personal, según opina Martín Casado, socio de Andreessen Horowitz.

"Es más fácil abordar el coste de la nube que perjudicar a la empresa reduciendo el número de empleados", afirma.

Las negociaciones se han vuelto 'despiadadas'

Las startups que dependen de los servicios en la nube para ejecutar sus aplicaciones suelen comprar créditos al principio de su contrato y gastarlos durante toda la duración del mismo, tal y como explica Cack Wilhelm, socio de IVP, una empresa de capital de riesgo. En los últimos años, cada vez más tecnológicas han optado por un plan de "pago por uso", en el que se les factura por los recursos informáticos que utilizan o por la cantidad de almacenamiento a la que están suscritas.

Pero la caída del mercado ha hecho que más negocios presionen a los proveedores en el tema de los precios, según Wilhelm. También está acelerando un cambio en el sector de la nube, en el que las startups tienen más influencia que gigantes como Amazon, Microsoft y Google.

"Las empresas se han acostumbrado a ser despiadadas en la negociación de contratos", añade Wilhelm.

Cack Wilhelm, socia de IVP.
Cack Wilhelm, socia de IVP.

IVP

Doug Schneider, CEO de 2nd Watch, una empresa de servicios informáticos que ayuda a las empresas a gestionar sus servicios en la nube, dice que los clientes también amenazan con trasladar sus datos de Amazon, Microsoft o Google a alguno de los competidores para obtener precios más bajos.

Mientras que las startups tienen costes relativamente bajos en la nube al principio, estos aumentan exponencialmente a medida que crecen. Airbnb, por ejemplo, tiene un contrato plurianual de 1.200 millones de dólares con Amazon Web Services (1.178 millones de euros).

Pero cuanto más grande es el cliente, más influencia tiene, en opinión de Soma Somasegar, CEO de Madrona Ventures en Seattle.

"Las startups que han alcanzado un determinado nivel tendrán un mayor poder de negociación con los proveedores de la nube", explica Somasegar, que entre otras cosas dirigió la inversión de su firma en Snowflake, una empresa de almacenamiento de datos en la nube, en 2017.

La proliferación de empresas como Snowflake, Databricks y Datadog, que ofrecen sus productos a través de múltiples proveedores de nube, también ha dado a los clientes más influencia. Como esos clientes utilizan más de un proveedor para su infraestructura de TI (un modelo comúnmente llamado multicloud), acumulan aún más poder de negociación.

Las startups buscan optimizar, no reducir

Las startups también tienen otras herramientas para reducir los costes de la nube.

Muchos están comprando software de optimización que les ayuda a seleccionar y asignar los recursos adecuados a una aplicación, lo que les sirve a su vez para evitar la compra de más recursos informáticos de los que necesitan, tal y como cuenta Kyle Harrison, socio de Contrary Capital, una empresa de capital riesgo en fase inicial que también ayuda a gestionar una comunidad de talento tecnológico.

Por ejemplo, Zesty, una startup que permite a las empresas ajustar automáticamente su infraestructura en la nube para satisfacer las necesidades de su aplicación, ha puesto el ejemplo de uno de sus clientes, Heap, que contrató a 4 ingenieros con el millón de dólares que ahorró en computación en la nube.

En la recesión, ha florecido una industria de empresas que venden software para la optimización de los costes de la nube. Este año, proveedores como Finout, Harness y Cast han recaudado colectivamente más de 250 millones de dólares en financiación (245 millones de euros). Además, Intel compró en marzo un proveedor de servicios israelí, Granulate, por 650 millones de dólares (638 millones de euros), según informó TechCrunch.

Por otro lado, las empresas también están recurriendo a sus propios empleados para optimizar los costes de la nube.

Christian Beedgen, cofundador de Sumo Logic.
Christian Beedgen, cofundador de Sumo Logic.

Sumo Logic

Los expertos en gestión financiera de la nube, ayudan a las empresas a aplicar las mejores prácticas para reducir su gasto total. La empresa de análisis de datos Sumo Logic, por ejemplo, cuenta con un equipo de ingenieros y científicos de datos dedicado a controlar sus costes de Amazon Web Services. Pero la startup Observe, que fabrica herramientas para vigilar todos los componentes de una aplicación, dice que la responsabilidad recae en todos los ingenieros, no solo en los trabajadores de este departamento.

"El equipo de ingeniería es el responsable último de optimizarlo para que llegue a donde tiene que estar", afirma Ross Lazerowitz, jefe de producto de Observe. 

Recortar bajo su propia responsabilidad

Sin duda, los beneficios de reducir el gasto en la nube son limitados.

Coinbase, cuyas acciones han caído casi un 80% en los últimos 6 meses, recortó su gasto en servicios en la nube como AWS y Datadog en mayo, según un informe interno visto por The Information. No obstante, la decisión no impidió que se despidiera a unos 1.100 empleados en junio.

Recortar de más en este servicio, podría acabar siendo catastrófico, según varios expertos.

Brian Armstrong, CEO de Coinbase.
Brian Armstrong, CEO de Coinbase.

Patrick Fallon/Getty Images

Muchas empresas dependen de la nube para que sus productos y servicios funcionen, especialmente los que utilizan recursos informáticos importantes, como los de aprendizaje automático y análisis de datos. Si compran créditos de menos en la nube a los proveedores, podrían sufrir cortes u otros problemas de rendimiento cuando el uso se dispare, según Wilhelm.

Este es un escenario que la startup de la nube Pulumi quiere evitar. La empresa vio cómo su factura en la nube se disparaba de 20.000 a 80.000 dólares en un solo trimestre debido a un aumento de la actividad de los clientes, tal y como indicó Duffy, su CEO. En lugar de dejarse llevar por el pánico o recortar sin más, utilizó su propio producto para ajustar la forma de asignar los recursos informáticos.

En última instancia, para algunas startups, la nube es demasiado importante como para no gastar lo necesario en ella.

"Si quisiéramos reducir costes, no empezaríamos por ahí", defiende Duffy.

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