Las hipotecas ya anticipan el cambio de los tipos de interés del BCE, pero los depósitos tardarán en volver a dar dinero a los clientes

Un hombre preocupado en el cajero de un banco

El Banco Central Europeo prepara una vuelta a la normalidad económica con la subida de tipos y eso se acabará notando en el bolsillo de los españoles. 

Las consecuencias de la crisis financiera de 2008 llevaron a que el organismo europeo creara una situación anormal en la política económica, llevando los tipos de interés al terreno negativo con el objetivo de inundar de liquidez la economía. 

Cuando las previsiones apuntaban ya a un cambio de política monetaria, se desató la pandemia del COVID-19 y la decisión quedó aplazada. Dos años después la situación parece que se revertirá en verano. 

La presidenta del BCE, Christine Lagarde apuntó que la subida de tipos podría llegar en verano, aunque  concede que no existe unanimidad dentro del organismo para una subida abrupta de tipos y descarta un giro brusco en la política monetaria comunitaria. 

Todo esto que suena lejano, afecta, y mucho, al bolsillo del consumidor. De hecho, ya ha empezado a notarse. Los tipos de interés que marca el BCE acaban reflejándose en la política comercial de los bancos comerciales, es decir, en el tipo de interés al que conceden las hipotecas, dan los préstamos o remuneran los depósitos. 

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Por eso, en estos años de tipos negativos, la remuneración de los depósitos ha sido prácticamente nula y las hipotecas han estado baratas, con los bancos apostando por el tipo fijo. Ahora, todo esto puede cambiar. De hecho, ya está cambiando. 

El euríbor, el principal índice al que se referencian las hipotecas a tipo variable, ya está subiendo. Algo que se refleja en las cuotas de las hipotecas a tipo variable. Los expertos de HelpMyCash señalan que tras cerrar abril por encima del 0%, algo que no ocurría desde hace 6 años, este mes de mayo el euríbor acabará alrededor del 0,285%, una cifra que no veía desde enero de 2015. 

Esta subida del indicador puede suponer para una persona que tenga una hipoteca variable media de 150.000 euros a 25 años con un interés de euríbor más 1% una subida de 51,69 euros en su cuota mensual si le toca revisión en el próximo mes de junio, según los cálculos realizados por el comparador de productos financieros. Esto se traduce en que tendrá que pagar 620,28 euros más al año en comparación con lo que pagaba el anterior.

Con estos mimbres, los bancos ya están cambiando su política comercial respecto a los préstamos hipotecarios; lo hacen subiendo diferenciales y cambiando su estrategia comercial de estos últimos años de apostar por el tipo fijo. 

Pero, ¿qué pasa con los depósitos? 

Con el giro de la política monetaria en el horizonte, ya estamos viendo cambios en estos productos y algunos bancos empiezan a remunerar el ahorro, algo que hacía años que no ocurría. Eso sí, son remuneraciones bastante por debajo de la inflación. 

Fuentes del sector recuerdan que los depósitos siguen costando dinero a los bancos, dado que el Banco Central Europeo mantiene en negativo el tipo de interés de la facilidad de depósito desde 2014. En 2019, el BCE lo llevó al -0,5% donde lo mantiene hasta ahora.

Las entidades no han hecho recaer estos costes en los particulares y han pasado estos años sin cobrar por los depósitos, como sí han hecho con empresas e instituciones, donde la subida de los tipos tendrá el efecto contrario. Pero, eso es otra historia. 

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En el caso de los depósitos y las cuentas remuneradas, la oferta comercial en los últimos años ha sido un erial. Salvo algunas excepciones, como la remuneración que ha mantenido Bankinter del 5% en su cuenta nómina durante el primer año, la tendencia ha sido a evitar este tipo de productos y animar a los clientes a que se lancen a los fondos, la renta variable u otro tipo de productos, con mayor rentabilidad, pero también con mayor riesgo. 

Ahora, con el cambio de tendencia se empiezan a ver las primeras ofertas. Eso sí, con la inflación en las cifras que se están viendo todavía no compensarán la pérdida de poder adquisitivo. 

Por el momento, Deutsche Bank acaba de lanzar su "depósito solidez" con un tipo de interés del 0,15% TAE (Tasa Anual Equivalente) a 12 meses, del 0,4% TAE a 18 meses y del 0,6% TAE a 24 meses. La entidad admite un mínimo de 3.000 euros y un máximo de 100.000 euros.  

Otros de los bancos que se han lanzado a estas nuevas ofertas son EBN, con un depósito remunerado al 0,3% TAE a 12 meses; un 0,5% a 18 meses y un 0,67% a 24 meses. Por su parte, Pibank (el banco digital del ecuatoriano Pichincha) ha aumentado la remuneración a 12 meses hasta el 0,5%, sin límite de saldos a remunerar, que previamente tenía en el 0,25%.

WiZink, por su parte, remunera el 0,25% TAE a 18 meses; el 0,3% a 25 meses y el 0,35% a 36 meses para saldos entre 5.000 y 250.000 euros.  En el caso de Renault Bank, esta entidad ha aumentado la remuneración hasta un 1,1% TAE a 24 meses frente al 0,7% que ofrecían hace unos días. 

Otro de los caminos que ha tomado la banca en la remuneración de los depósitos es la vinculación con otros productos. BBVA ofrece un depósito combinado con un fondo de inversión a un plazo de 13 meses y un TAE del 0,65%. Por su parte, Abanca tiene en su oferta comercial un depósito combinado con un plan de pensiones a 12 meses y un 0,75% TAE.

En el caso de Kutxabank, su depósito a 24 meses remunera un 1% TAE  en el primer mes y el 0,01% TAE los once meses restantes, hasta los 50.000 euros el primer año y 25.000 euros, el resto. Finalmente, 

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