Sumisión química por pinchazo: estos son los síntomas y lo que debes hacer

Pinchazos

Un nuevo tipo de agresión ha inundado ya el ocio nocturno. Se trata de la sumisión química a través de pinchazos. Cientos de mujeres han denunciado esta práctica en toda Europa y en las últimas semanas ha llegado a España. El fin es claro, anular la voluntad de las personas para agredirlas sexualmente.

De este modo, lo que está ocurriendo es que en un ambiente de fiesta, las mujeres notan un pinchazo. A los pocos minutos empiezan a encontrarse mal, se notan un hormigueo y se les duermen las extremidades o se les hincha la zona. Horas más tarde no se acuerdan de lo que ha ocurrido o tienen recuerdos muy nublados.

¿Qué es la sumisión química?

Es importante entender que la sumisión química es la administración de una sustancia con efectos psicoactivos a una persona sin su conocimiento para anular su voluntad y su conciencia con fines delictivos.

En los últimos años esta forma de agresión ha aumentado exponencialmente en las actividades de ocio, provocando un problema social. Lo más común es que estos hechos estén asociados a delitos contra la libertad sexual y las víctimas son mujeres jóvenes. Además, se han detectado más de 50 sustancias sensibles de ser usadas en este tipo de agresiones.

Síntomas

Los síntomas son múltiples y difieren según la persona. Pero hay algo que es común: la víctima sabe que le ha pasado algo, aunque no pueda expresarse o pensar con claridad.

Algunos de los más frecuentes son los siguientes:

  • Sueño repentino.
  • Dolor de cabeza.
  • Moverse supone un gran esfuerzo.
  • Náuseas o vómitos.
  • Visión borrosa.
  • Realidad paralela: escuchas o ves cosas raras.
  • Recuerdos borrosos.
  • No sabes qué ha pasado.
  • Desorientación.
  • Presencia de desconocidos.
  • Los presentes indican que te comportabas de forma extraña.
  • Puede faltarte ropa o llevarla mal puesta.

¿Qué hacer si notas un pinchazo?

Si crees que has sido víctima de la sumisión química es importante que acudas lo antes posible a un hospital o centro sanitario cercano. No sientas vergüenza, no es tu culpa y no tienes que guardarlo en secreto.

Si notas un pinchazo o se te empieza a dormir alguna zona del cuerpo estando de fiesta avisa a alguien de confianza y pide ayuda médica. Si eres acompañante, avisa de lo ocurrido a los porteros o quienes regenten el local y llama a las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Además, tienes derecho a denunciarlo a través de la Policía Nacional (091), la Guardia Civil (062) o la Policía Local (092). Si te sientes más segura, también puedes llamar al teléfono de Violencia de Género (016) o acudir al Centro de Información a la Mujer más cercano.

Una de cada 3 agresiones se produce por sumisión química

En 2019 se registraron 162 casos de agresiones sexuales mediante sumisión química, según los datos del Ministerio de Interior. Este mismo año, el Instituto Nacional de Toxicología desveló que los datos de los últimos 5 años señalan que aproximadamente en el 33% de las agresiones sexuales se producen administrando este tipo de drogas. Lo que es lo mismo, una de cada 3 agresiones.

La estadística es grave. Si se analiza solo 2021, el informe del Instituto Nacional de Toxicología sobre violencia sexual constata 3.001 agresiones. En 994 de ellas se realizó un análisis de estupefacientes debido a que la víctima presentaba confusión o inconsciencia. El resultado fue positivo en el 72% de los casos, lo que se traduce en uno de cada 4 casos.

Solo en el País Vasco se han registrado 12 casos en los últimos 15 días. Además se están investigando casos en Gijón, Sevilla, Málaga, Santander o Barcelona, entre otros, así como en diferentes festivales musicales repartidos por todo el país.

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