Suspensión de pagos o quiebra, ¿cómo saber en qué estado se encuentra tu empresa?

Diego Lorenzana
- Actualizado:
Suspensión de pagos o quiebra técnica
  • La suspensión de pagos y la quiebra son situaciones límite a las que puede llegar cualquier empresa que esté mal gestionada.
  • Aunque las consecuencias pueden ser similares, y pueden abocar a una empresa a la desaparición, lo cierto es que sus soluciones son bastante diferentes.
  • Te contamos todo lo que debes saber para identificar en qué situación se encuentra tu empresa ahora mismo, qué riesgos corre en el futuro y cómo se pueden solucionar llegado el caso.
  • Descubre más historias en Business Insider España.

Cuando una empresa atraviesa por dificultades económicas, cualquiera de nosotros podría pensar que está al borde de la quiebra. Sin embargo, es perfectamente posible que una empresa esté en quiebra técnica y pueda sobrevivir y, al contrario, que sea solvente y tenga serios problemas para garantizar su supervivencia.

Y es que la quiebra no es el único estado negativo por el que puede pasar una empresa. También está la suspensión de pagos, una circunstancia diferente que obligará a la empresa a tomar decisiones diferentes. Te contamos las diferencias entre ellas y qué puede hacer una compañía que esté en esa situación para sobrevivir.

Qué es una suspensión de pagos

Desde el punto de vista contable, una suspensión de pagos se da con un fondo de maniobra negativo. Dicho de otro modo, se produce cuando el valor total del activo circulante, es decir, los activos más líquidos de la empresa (tesorería y activos que se pueden liquidar en menos de un año), es inferior al del pasivo circulante, las deudas a más corto plazo. 

La suspensión de pagos es, por tanto, un problema de liquidez, que indica que su tesorería actual no es suficiente para satisfacer sus compromisos de pago que tienen un vencimiento más cercano, ya sea por facturas pendientes de pago a proveedores, deudas a corto plazo o deudas con la Administración (impuestos, cotizaciones sociales, tasas, multas, etc.).

En muchos casos, la suspensión de pagos hace que la empresa tenga que solicitar el concurso de acreedores. Mediante este procedimiento, se congelan los pagos pendientes y los administradores concursales tratan garantizar la viabilidad de la empresa a través de una refinanciación de las deudas a corto plazo o pactando con los proveedores un vencimiento más alejado en el tiempo.

Leer Más: Qué puedes hacer y cuáles son tus derechos como trabajador si tu empresa entra en suspensión de pagos o en concurso de acreedores

En caso de que esta refinanciación no sea posible, el concurso de acreedores conducirá a un periodo transitorio de liquidación, donde la compañía tendrá que deshacerse de sus activos para satisfacer la mayor cantidad de deudas posible. En última instancia, esto supone la disolución de la empresa y, por tanto, su desaparición.

Qué es una quiebra técnica

La quiebra técnica va más allá de la suspensión de pagos, y es un estado en el cual el patrimonio neto de la empresa es negativo como consecuencia de pérdidas prolongadas en el tiempo. Es decir, el valor en libros del activo es inferior al valor en libros del pasivo exigible, es decir, las deudas con terceros, ya sea por préstamos o facturación a proveedores, tanto a corto como a largo plazo.

A diferencia de la suspensión de pagos, la quiebra técnica constituye un problema de solvencia, siendo una situación más estructural y, por tanto, difícil de resolver. La solución en estos casos suele pasar por una ampliación de capital para tratar de restituir el patrimonio que se ha perdido.

Leer Más: Empresa en quiebra, ¿qué ocurre con los trabajadores, los proveedores y los clientes?

No obstante, en este caso también se puede solicitar el concurso de acreedores para tratar de resolver la situación para continuar su actividad.

Cómo solucionar estos problemas financieros

La suspensión de pagos y la quiebra tienen orígenes y causas contrapuestas y, por tanto, su solución es contrapuesta:

  • En una suspensión de pagos, el objetivo sería refinanciar las deudas con los acreedores, ya sea negociando una extensión del periodo de préstamos y créditos con el banco o bien estableciendo periodos de pago con los proveedores más largos. El objetivo es transformar deuda a corto plazo con deuda a largo plazo, para así mejorar los fondos de maniobra de las empresas. Otra opción es acortar el periodo de pago a los clientes para obtener liquidez antes.
  • La quiebra técnica es un concepto más profundo. No se trata de un problema transitorio de liquidez que se pueda solucionar obteniendo más dinero a largo plazo. En este supuesto, habría que obtener más capital para equiparar el valor de los activos al de los pasivos y así tener un patrimonio neto positivo.

Ambos casos son ejemplos paradigmáticos de situaciones drásticas a las que se llega por una mala gestión de las finanzas y un gran endeudamiento que generalmente no se corresponde con la realidad de la empresa.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.