Los tacones: esos grandes desconocidos que utilizan ingeniería aeronáutica para su estructura y que fueron creados para los hombres
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- ¿Sabías que los tacones se inventaron en el siglo X y eran para hombres? Seguramente no, pero si piensas en un cowboy seguro que eres consciente de que sus botas tenían tacón.
- A lo largo del siglo XVII este tipo de zapato se fue asociando cada vez más a la mujer, y el hombre (en su mayoría) los abandonó.
- Ahora, diferentes diseñadores están implementando nuevas tecnologías que adapten el tacón al pie, y no viceversa, como se ha hecho toda la vida con este incómodo zapato.
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Puedes asociarlos a modelos, al desfile de Victoria's Secret, a Marilyn Monroe o a la película Kinky Boots, sea como fuere, los zapatos de tacón suelen asociarse a mujeres, o si los asociamos con hombres es en una era mucho más contemporánea.
Pues no, los tacones altos fueron creados en el siglo X, para hombres y tenían un propósito inmensamente práctico. La revista Economist, ha hecho un repaso por la vida de este zapato tan controvertido.
El nacimiento de los tacones se remonta a Persia, en el siglo X. Los soldados a caballo los usaban en la para mantenerse estables mientras se paraban en sus estribos y apuntaban a los enemigos con arcos y flechas. Es la misma razón por la que las bota de cowboy tienen tacón, aunque este sea más tosco y de madera. ¿Te habías parado a pensarlo alguna vez?
Luego llegó otro tipo de tacón más elegante, el que usaban los aristócratas europeos. Sin embargo, desde mediados del siglo XVII, los tacones se asociaron con cualidades supuestamente "femeninas" y así se convirtieron en "calzado de mujer".
El tacón: una ciencia de diseño... aeronáutico
La forma de los tacones ha ido evolucionando. Ahora es normal tener acceso a todas las formas, materiales y colores, pero hasta mediados del siglo XX solo había un tipo de tacón, gruesos y toscos. Después de la Segunda Guerra Mundial, las técnicas y materiales utilizados en la ingeniería aeronáutica se aplicaron a los zapatos, creando el famoso stiletto.
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Piensa en la forma del tacón fino de unos stiletto. Todo el peso de una persona se concentra ahí, en ese talón y en esa barra de acero, y además de ser resistente se suma la necesidad de que sea flexible para facilitar la movilidad, es casi una obra de ingeniería.
Tanto los zapateros, como los usuarios han buscado durante mucho tiempo la simbiosis entre un tacón alto y cómodo. Tarea que parece casi imposible. Joan Oloff, un podólogo convertido en diseñador de zapatos, fabrica calzado forrado con espuma viscoelástica para absorber el impacto de cada paso doloroso. La suela está diseñada para soportar el arco del pie y distribuir el peso del usuario de manera más equitativa.
Antonia Saint Dunbar, emprendedora, fabrica zapatos con talonera y tiras por dentro para evitar que el pie se resbale y le salgan ampollas. Como explican en Economist, cada pie es único y rara vez se ajustan perfectamente a los tamaños estándar.
Otra diseñadora, Sandra Gault, ha desarrollado una aplicación que crea imágenes en 3D de cada pie, así puede diseñar zapatos que se ajusten perfectamente.
La realidad es que la tendencia es a estar y sentirse cómoda... Los datos lo corroboran, en 2016 las mujeres se pasaron por completo al calzado plano y fue la primera vez en la historia, que las compras de las mujeres británicas de zapatillas deportivas, superaron las de zapatos de tacón.
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