Las tarifas de 10 euros de Ryanair desaparecerán por el aumento del precio del combustible, según su CEO

El consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary.
El consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary.

Volar se ha convertido en algo "demasiado barato" como para conseguir beneficios en plena escalada de costes en el sector, por lo que las tarifas subirán en los próximos 5 años, como ya había anunciado el mes pasado Michael O'Leary, consejero delegado de Ryanair Holdings —matriz de la low cost irlandesa—.

En una entrevista con el programa Today de Radio 4 de la BBC, la cual recoge Bloomberg, O'Leary dijo ha señalado que espera que la tarifa media de la aerolínea aumentará unos 10 euros en el próximo lustro, pasando de unos 40 euros el año pasado a unos 50 euros en 2027.

Tras este anuncio, los viajeros pueden ir diciéndole adiós a las tarifas de entre uno y 10 euros, tan características de Ryanair. Como afirma el directivo, los pasajeros no verán durante "varios años" este tipo de billetes tan asequibles debido a la subida de los precios del combustible –que representa alrededor del 25% de los costes de las compañías aéreas–.

"No hay duda de que en el extremo inferior del mercado, nuestras tarifas promocionales realmente baratas creo que no se verán en los próximos años", comentó O'Leary en dicha entrevista.

Pese a este cambio, el empresario confía en que el número de clientes se mantendrá estable en el tiempo e incluso cree que la subida de precios generalizada en el sector hará que los viajeros opten por aerolíneas de bajo coste como la suya o EasyJet.

Volar barato en tiempos de inflación: ¿el final del modelo de negocio de las aerolíneas 'low cost'?

Preguntados por Business Insider España, los expertos coinciden que esto no acabará con el modelo de negocio de las aerolíneas low costgracias, entre otros factores, a su flexibilidad, la cual supone una gran ventaja competitiva.

En caso de desplome de la rentabilidad o de que el negocio peligre, las compañías de bajo coste optarán por reestructurar rutas.

"Pueden reducir la frecuencia de vuelos para garantizar que los aviones se llenan o hacer ajustes: acabarán abandonando aquellas rutas con menor volumen porque les hacen perder rentabilidad. Si en invierno la demanda cae, tendrán que ajustar flotas y rutas",  explica Pedro Aznar, profesor Titular de Economía de Esade.

Por otro lado, la demanda turística tiene una elasticidad más alta al precio y, si no hubiera tarifas tan baratas, habría gente que no volaría. "Las low cost afrontan este reto", indica apunta Xavier Fageda, catedrático de Economía aplicada en la Universidad de Barcelona y especializado en el sector.

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