Así te observan las pantallas interactivas de los restaurantes para que elijas el menú 'más adecuado' según tu altura, sexo, edad y estado de ánimo

El CEO de McDonald's, Steve Easterbrook, en un puesto para pedir su menú.

REUTERS/Shannon Stapleton

¿Te imaginas llegar a McDonald's y que sea la pantalla de pedidos la que elija qué vas a comer ese día? Dentro de poco podría ser posible. 

Esa, al menos, es la idea de Raydiant, una empresa de software que quiere comenzar a implantar sus pantallas interactivas para realizar pedidos equipadas con inteligencia artificial antes de final de año.

Su funcionamiento es simple. Te sitúas delante de la pantalla de pedidos del local de cadena rápida y una pequeña cámara escanea tus rasgos, como la altura, sexo, edad y estado de ánimo. La IA del mostrador, analizando estos factores, te seleccionará la mejor opción para ti. Este análisis funciona tanto para personas individuales como para grupos. 

Según publicaQuartz, la intención de este software, según Bobby Marhamat, el CEO de Raydiant, "es crear una experiencia personalizada para los clientes, mientras ayuda a los restaurantes a impulsar las ventas". La compañía comenzó a desarrollar esta inteligencia artificial en 2013.

La tecnología de Raydiant, aunque todavía no se ha implementado con experiencias de IA, es utilizada por más de 4.500 organizaciones en todo el mundo, desde tiendas hasta gimnasios y casinos. Son las propias empresas que compran este sistema los que determinan las características, como la edad o el género. "Normalmente, las marcas más grandes hacen su propia definición. Las marcas más pequeñas siguen a las más grandes", explica Marhamat.

Raydiant ha adelantado qué categorías puede clasificar su IA. Por ejemplo, han dejado fuera la raza o la forma del cuerpo. Además, según Marhamat, las empresas no suelen estar interesadas en incorporar el género. "La mayoría de las compañías no están mirando el género en este momento. Están analizando el grupo de edad, la hora del día...".

Sin embargo, algunas de las características son difusas. Por ejemplo, los grupos de edad los clasifica según los rasgos faciales, como las arrugas. Mucho más complejo es el estado de ánimo, que se basa en conceptos como la lluvia. "Se ha identificado que, si está lloviendo y a alguien no le gusta la lluvia, está caminando descontento. El estado de ánimo en sus rostros se recoge como descontento".

Una de las mayores preocupaciones que pueden tener los usuarios al usar la inteligencia artificial es el uso que hacen esas empresas con los datos personales. Algo que, según el CEO de Raydiant, no tiene que preocupar a los usuarios, ya que la compañía "no guarda los datos individualizados ni los vende a terceros". 

Raydiant afirma que la tecnología está diseñada con privacidad de forma predeterminada, lo que significa que solo se procesan y recopilan datos anónimos. Las empresas también pueden activar una funcionalidad de desenfoque además del análisis.

 

Pero este no es el único problema que se le plantea a este nuevo sistema. A nivel ético también presentan serias dudas

¿Puede este sistema enseñar ciertos productos basándose en campañas de marketing? 

Por ejemplo, promocionar una hamburguesa y ocultar las ensaladas. En este sentido, Raydiant se lava las manos. "No lo controlamos nosotros, lo controlan las marcas", detalla Bobby Marhamat.

Este software de inteligencia artificial está pensado para las cadenas de comida rápidas. Es bastante improbable que llegue a los restaurantes tradicionales. Sin embargo, las propias empresas del sector tampoco ven con buenos ojos esta tecnología. 

"Es más la tiranía del algoritmo", afirma Cameron Fraser, veterano de la industria de restaurantes y director de servicios y bebidas de Flame and Smith, un restaurante sostenible de Ontario (Canadá).

A pesar del futuro prometedor que le augura Marhamat, Fraser lo rechaza. Considera que con la comida puede pasar como con la música. Las canciones y los discos se promocionan basándose en el algoritmo, lo que hace que el trabajo de ese artista sea menos visible. "La alegría está en el descubrimiento y la novedad. De lo contrario, ¿qué vas a hacer? ¿Comer el mismo sándwich de jamón y queso todos los días?", destaca Fraser. 

Puede que el sector vaya encaminado a desarrollarse en esta línea. Sin embargo, son muchas las voces en contra que afirman que, con esta categorización, los productos que se ofertarán serán los que elijan la mayoría, incluso para aquellas personas que no se ajustan a esas normas. 

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