Tejidos y colores ideales para no pasar calor en verano

Cada temporada se hace imprescindible un cambio de ropa en el armario. Los tejidos y colores que nos ponemos en épocas de frío no son como las prendas porosas de verano. Igual sucede con el patronaje de los modelos, en verano se viste con ropa de más vuelo, sin estar pegada al cuerpo. Las características temporales van de la mano con la textura del tejido y los colores, influyendo así en las tendencias del vestir.

Saber elegir la ropa adecuada a cada estación es clave para no pasar calor o frío. Ahora, con la llegada de las olas fuertes estivales, todos quieren evitar esas incómodas y antiestéticas manchas de sudor que se forman sobre todo en las axilas. La transpiración corporal es algo fisiológico, solo que cuando más sudamos, como es esta época, se hace imprescindible llevar prendas cómodas, de tejido ligero y con colores suaves y claros.

Independientemente de las modas anuales que marcan las grandes firmas, todas coinciden en la elección de los mismos tejidos para verano, aunque varíen los modelos y ligeramente los colores. Se descartan las fibras sintéticas como el poliéster, nailon, acrílicos, polipiel, entre otros por ser pesados y poco transpirables. Y tanto en ellas como en ellos. 

Tejidos para verano que te ayudan a no sudar tanto

Los tejidos más apropiados para vestir en verano son los creados a partir de fibras naturales, aunque actualmente existen novedosas fibras sintéticas que también son veraniegas. Al menos asegura el profesor Shaoning Zeng de la Universidad de Ciencia y Tecnología Huazhong (China), quien ha publicado recientemente los resultados de su investigación sobre un nuevo ‘metatejido’ cuyo mayor atractivo reside en su capacidad para bajar la temperatura corporal en la persona que la utiliza. 

El algodón

Es por excelencia el tejido que más se utiliza en verano. De origen vegetal es fresco, cómodo y muy ligero. Una de sus mayores cualidades está en su transpirabilidad, ayudando así a dispersar el calor del cuerpo y seca con facilidad.

Es un tejido que se adapta bien para confeccionar distintos tipos de prendas, aunque tiende a arrugar, pero las prendas de algodón siempre resultan cómodas.

La seda

Es el tejido más cotizado para el verano tanto por sus características como por precio. Esta fibra de origen animal es ultraligera, supertranspirable, hipoalergénica y con un tacto muy suave. Aunque en ella pueden quedar cercos de sudor, es muy absorbente y de secado rápido.

La confección de prendas con este tejido son con diferencia las más lujosas y con estilos sueltos y con más movilidad.

El lino

Se trata de un tejido de calidad que, junto al algodón, es de las más utilizadas para la creación de prendas de verano. Su origen vegetal permite absorber la humedad, es muy transpirable y fresco. 

Muy versátil, tiende a formar bastante arruga. Para su limpieza se recomienda lavar a mano o a máquina en frío y sin centrifugado.

El lyocell o tencel

Es una fibra sintética que se obtiene de diferentes plantas, entre ellas el eucalipto, y de material reciclado. Con características muy similares al algodón posee un tacto suave, es fresco, transpirable y además biodegradable. 

Es un tejido que permite confeccionar todo tipo de prendas masculinas o femenina, sobre todo resulta ideal para quienes sudan en exceso, ya que absorben muy bien la humedad y apenas deja olor.

Lana fría

Aunque resulta anormal nombrar lana como tejido de verano, sí existe un tipo de lana fría. Es un tipo de lana fina de poca densidad, es ligera, flexible y aislante a la vez que muy transpirable. 

Se genera con lana procedente de ovejas merinas, la alpaca y la vicuña. Resulta ideal para confeccionar trajes de verano para caballero y chaqueta para señoras.

Colores que 'repelen' el calor

Los colores cálidos y vivos ayudan para no pasar calor. Reflejan la luz y evitan no atraer tanto el calor. 

Los tonos pastel y tonos cromáticos claros suelen ser los aliados para prendas de verano. Grandes modistos también apuestan por tonos rosas, azules, grises, verdes o verde turquesa monocromáticos o prendas multicolor con estampados, rayas o cuadros. 

Algunos colores fuertes y vivos, como el amarillo y naranja también repelen el calor. No así el rojo.

El color blanco es el más veraniego. Un básico que combina con todas las tonalidades de colores e incluso sin tener que combinar logra looks dulces, atractivos y suaves, los ideales para los meses de calor.

El color negro en verano no da calor siempre que la prenda esté confeccionada con un tejido natural, de textura suave, sea ligera, fresca y fluida. Aparte de las tendencias de la moda este color es sinónimo de elegancia, combina con todos los tonos y se conjuga con estampados florales, geométricos o abstractos. Es un color atemporal, solo varía el tipo de fibra.