Las grandes telecos redoblan sus peticiones de flexibilizar las leyes de competencia para avanzar en la consolidación del sector y poder hacer frente a los gigantes Google, Meta o Apple

Un cartel de 5G en el MWC 2019 de Barcelona.

La batalla del low cost sigue lastrando las cuentas de las operadoras.

Las últimas presentaciones de resultados han vuelto a poner sobre el papel cómo la dura competencia en telecomunicaciones pesa en los ingresos de las grandes operadoras, que ven que, a pesar de esta situación, tienen que seguir acometiendo inversiones en el lado de las redes. En este contexto, las operadoras encaran un nuevo Mobile World Congress, que tras una descafeinada edición en 2021, vuelve a convertir a Barcelona en el epicentro de la tecnología. 

Con las grandes tecnológicas, como Apple, Meta o Amazon, entrando en terrenos cada vez más relacionados con la tecnología. Las operadoras piden un cambio en las reglas del juego, en un escenario que cada vez tiene que ver menos con la voz y más con los datos. 

Como muestra, un botón. El presidente de Telefónica, Jose María Álvarez-Pallete, apuntó en la presentación de resultados de Telefónica que el 70% de los ingresos del grupo no provenían de la voz. Pero, a pesar de la transformación tecnológica del sector, la normativa no ha cambiado. 

La solución que se repite en el sector es que es necesaria una concentración. En las últimas presentaciones de resultados, los altos directivos han vuelto a incidir en la idea de que con menos jugadores las cuentas saldrían mejor. Sin embargo, esta concentración se ve frenada, en su opinión, por las posibles restricciones que las autoridades de la Competencia podrían imponer en el caso de una fusión. 

Las telecos buscan rentabilizar sus ingentes inversiones en redes, mientras sigue la guerra 'low cost' y piden cambios regulatorios para que haya fusiones en el sector

Los conocidos como remedies, en la jerga del sector, que los reguladores pueden establecer en el caso de que se produzca una fusión frenan posibles operaciones. Si las autoridades de la competencia obligan a desprenderse de ciertos activos a un bajo precio en el caso de una fusión, esto podría hacer que salieran fortalecidos los pequeños operadores y no tener el efecto deseado. 

"Estamos preparados por un nuevo ciclo de telecomunicaciones, que debe ser revisado en Bruselas", aseguró Stéphane Richard, presidente del grupo Orange, en la conferencia con analistas, recordando que ahora existen jugadores que antes no existían. 

La consolidación del mercado español

"Estamos activamente trabajando en estar involucrados en la consolidación del mercado español", apuntó Richard al ser preguntado sobre la situación concreta de España, donde se suceden las informaciones que acaban casando a Orange, Vodafone y MásMóvil con diferentes fórmulas. 

Richard, que está de salida de la compañía tras haber sido condenado por el caso Tapies, cree que se vería una nueva consolidación en el mercado. Aunque, señaló, que hasta que no haya una operación real sobre la mesa no se podrá saber si las autoridades regulatorias cómo actuaran las autoridades de la competencia. 

En 2016, las autoridades comunitarias de competencia vetaron la operación de venta de la filial británica de Telefónica, O2, al grupo asiático Hutchison. Un duro varapalo para los planes de la operadora española en una operación valorada en 13.000 millones de euros, con la que la teleco tenía previsto seguir reduciendo deuda. 

Cuatro años más tarde, el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea (TJUE) falló anulando la decisión de Bruselas.  Los reguladores en aquel momento prohibieron la venta aduciendo que la reducción de cuatro a tres operadoras produciría un aumento de precios. La sentencia consideró que esto no quedaba demostrado conforme a derecho. 

Eso sí, los tribunales van más lentos que el mercado y Telefónica ya había tenido que reorganizar su estrategia en el mercado británico donde ha protagonizado una gran operación fusionando O2 con Virgin Telco. 

A pesar de esta sentencia, el marco regulatorio no ha cambiado. Y aunque la música de fusión suena de fondos, ninguna operadora acaba de lanzarse a dar el paso hacia delante. 

"Hay fuertes rumores sobre la consolidación del mercado en España", apuntaba Augusto Baena,  socio de Communications, Media & Technology de Oliver Wyman, en un encuentro con medios.

"No queremos hablar de nombres concretos, pero sí que el sector ha tenido una cierta necesidad de consolidación que ha sido frenada por el miedo a los remedies que puede poner el regulador en España y en Euopa. Esto ha ralentizado la consolidación del sector, pero si se define otro marco de actuación puede acelerar", añadía. 

La fuerte competencia complica las inversiones en redes

El escenario en España suena entre rumores de diferentes fórmulas de matrimonios entre MásMóvil, Vodafone y Orange. El mercado español vive además con la singularidad de que esta competencia tan dura ha llegado no solo a las ofertas de móvil, sino también a los paquetes convergentes que eran el gran baluarte de las grandes operadoras. 

"En España existe una gran oferta de operadores de bajo coste que ofrecen ofertas convergentes de gran calidad debido al gran despliegue de fibra que existe. El gran mercado mayorista que hay en España, y que no ocurre en otros mercados, hace que haya una gran abundancia de paquetes convergentes y tiene un gran impacto en el mercado minorista español", explicó Baena, que recordó que la estrategia del "más por más" que abanderó Telefónica funcionó durante un tiempo, pero que desde 2018 los ingresos han empezado a decrecer a un ritmo bastante alto. 

En este contexto, las combinaciones que van saltando de forma alternativa a los medios mezclan el sentido numérico de las operaciones con la política que hay detrás de las uniones. Porque aunque la hipercompetencia es un problema claro del mercado español, también afecta al resto de Europa. 

"En España, no tiene sentido que haya más operadores que en China. No tiene sentido que en Europa haya más de 400 operadores móviles. Simplemente no somos competitivos. Hay prácticamente un operador por cada millón de habitantes en Europa", respondió Álvarez-Pallete en la presentación de resultados de la operadora. 

"Es necesario hablar de consolidación, pero tiene que estar basada no en la reducción de 4 a 3, sino en una redefinición total de los nuevos mercados", señaló el directivo y apuntó que esto haría mejorar los retornos del sector, algo que es "fundamental" para poder preparar las redes para lo que viene, para el mundo de la web3 y del metaverso

En el terreno europeo, a comienzos de diciembre trascendió que había habido conversaciones entre Orange y Vodafone para crear un gran operador, según publicó BFM TV. Pero además de números, esto va de política. 

Las negociaciones se frustraron porque el Gobierno galo, principal accionista de Orange, detuvo las negociaciones porque Vodafone quería el control de la nueva operadora, pero Francia no quería que la sede se marchase a Reino Unido. 

Así, el escenario de las telecomunicaciones podría cambiar en los próximos años. Aunque, la clave está en ver si esto se produce antes de que los grandes gigantes tecnológicos acaben por dominar el panorama mundial. 

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