Barbados planea convertirse en un paraíso del teletrabajo para residentes de otros países: "Que vengan durante un año, y luego vuelvan"

Mientras que medio mundo se debate entre cómo recuperar a sus turistas habituales y la otra mitad hace planes para integrar el teletrabajo en su día a día, Barbados ha dado con una solución para atajar ambos problemas.

La primera ministra de la isla, Mia Mottley, está considerando que los visitantes al país caribeño puedan quedarse durante una temporada más larga y trabajar a distancia durante un año. Este proyecto, conocido por los legisladores isleños como el "Sello de Bienvenida de Barbados", daría un visado de 12 meses justificado por el coronavirus.

"No necesitas trabajar en Europa, en Estados Unidos o en América Latina si puedes venir aquí, trabajar un par de meses o un año y luego vuelvan", señaló Mottley a través del Servicio de Información del Gobierno de Barbados. Su plan es sencillo: desalojar países con riesgo de coronavirus y que sus trabajadores vayan a Barbados a trabajar.

Leer más: El coronavirus ha supuesto un espaldarazo definitivo para el teletrabajo: apenas un 5% de los españoles trabajaba desde casa en 2019, frente al 34% que asegura hacerlo en la actualidad

La isla comenzará a recibir viajeros a partir del 12 de julio, aunque se espera que por lo pronto se trate principalmente de turistas ordinarios. 

Este sector representa directamente el 12% del PIB del país, pero influye indirectamente en el 40% de su actividad económica, según los datos recopilados por la Asociación de Hostelería y Turismo de Barbados. También se dice que es la mayor fuente de empleo en el sector privado de la isla.   

Precisamente para ayudar a este sector, el Gobierno ha relajado ciertas restricciones sobre el coronavirus y ha levantado los toques de queda. Hasta ahora, su única limitación es el distanciamiento de un metro, pero incluso con él permite la celebración de eventos con hasta 500 personas, así como la asistencia a eventos deportivos. 

La orientación actual indica que los turistas deben hacerse una prueba de coronavirus antes del viaje o bien a su llegada, así como completar un formulario en línea con preguntas relacionadas con síntomas de covid-19.

Hasta el momento se han confirmado 98 casos de COVID-19 y 7 muertes en la isla.