Tesla ignora las quejas de sus clientes por el Autopilot, según un informe

Los problemas relacionados con el sistema Autopilot de Tesla. A las múltiples acusaciones que envuelven a esta tecnología, como las frenadas injustificadas, ahora se le suma un informe anónimo que acusa a la empresa de ignorar los problemas cuando se los comunican los usuarios. 

Según informa Handelsblatt, que ha contrastado los datos con el Instituto Fraunhofer de Tecnología de la Información Segura, Tesla tiene una tendencia a ignorar a los clientes que se quejan de los peligrosos fallos del Autopilot mientras la empresa se cubre las espaldas.

A este medio le llegó, de una manera anónima, 23.000 archivos internos del sistema TI de la compañía. Según se recoge, en estos archivos se agrupan más de 2.400 reclamaciones por autoaceleración y más de 1.500 problemas con la función de frenado, incluidos 139 casos de frenado de emergencia involuntario y 383 denuncias de paradas fantasma debidas a falsos avisos de colisión. 

"El número de colisiones supera las 1.000. La tabla de incidentes relacionados con los sistemas de asistencia al conductor, en los que los clientes han expresado su preocupación por la seguridad, tiene más de 3.000 entradas", se pueden leer en estos informes. 

Las primeras denuncian que se recogen son de 2015, mientras que las últimas se registraron en marzo de 2022. Durante este periodo, Tesla entregó alrededor de 2,6 millones de vehículos con el software de piloto automático. 

Este vídeo muestra un choque múltiple de 8 coches después de que un Tesla que supuestamente utilizaba la conducción autónoma se detuviera en un túnel de una autopista

Aunque la mayoría de quejas por el mal funcionamiento del Autopilot provienen de EEUU, ya que es en este país donde se dan más accidentes, también se encuentran otros escritos de Europa y Asia, sobre todo de conductores alemanes que disponen de un Tesla. 

Los propios clientes estadounidenses y europeos que han interpuesto esas denuncias han hablado con el medio alemán y han ratificado que no encuentran ayuda por parte de Tesla, más bien la compañía solo buscaba cubrirse las espaldas.

"¿Cómo trataba la empresa las quejas? Los archivos de Tesla también proporcionan información al respecto. Los archivos muestran que los empleados tienen directrices precisas para comunicarse con los clientes. La máxima prioridad es, obviamente: ofrecer la menor superficie de ataque posible", reza en los papeles sobre la política de Tesla.

Además, añaden que hay una serie de puntos para la "revisión técnica. Los empleados que introducen esta revisión en el sistema dejan claro regularmente que el informe es solo para uso interno. Cada entrada contiene también una nota en negrita en la que se indica que la información, si la hay, solo puede transmitirse verbalmente al cliente". 

Tesla también recordaba a sus empleados que estos informes no podían ser distribuidos ni reenviados por ninguna vía, así como tampoco podía compartirse los datos del vehículo en cuestión sin consentimiento. "Si, a pesar de los consejos, no se puede evitar la intervención de un abogado, debe dejarse constancia de ello", recalcan.

Ante esta falta de ayuda por parte de Tesla, y viendo que los problemas con el sistema Autopilot no paraban de crecer, muchos decidieron vender sus coches. Sin embargo, otros trataron de devolver el coche al fabricante, alegando que no querían cargar en su conciencia con vender el coche a un inocente.