Si tienes 60 años o estás cerca, deja de hacer estas cosas antes de que sea demasiado tarde
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- Mientras el hombre sigue buscando la píldora mágica para la inmortalidad, el envejecimiento es un hecho. Estos malos hábitos la aceleran: así lo explica la Ciencia.
- La comunidad científica sitúa en los 27 años el comienzo del fin de la juventud, aun cuando cada parte del organismo humano muestra un ritmo de envejecimiento propio.
- Afrontar el paso del tiempo con un estilo de vida activo mejora la calidad y posterga ese agotamiento natural que supone la vejez en el cuerpo.
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El envejecimiento es un proceso natural, por mucho que la Ciencia siga buscando el mecanismo que abra la puerta a alargar la esperanza de vida.
34, 60 y 78. Estas son las edades que, según un estudio de la Universidad de Stanford, publicado en la revista Nature Medicine, el envejecimiento corporal general entra en sus diversas fases y se acentúa.
A los 27 años comienza la pérdida de la grasa natural de la piel y el proceso de envejecimiento de esta, y las personas tienen períodos sin soñar y sueños activos, según la National Sleep Foundation; a los 34 años se inicia la disminución fisiológica del cerebro y de la masa muscular.
En esa década, el metabolismo desacelera y se perciben los primeros cambios. Ese 'ya no se recupera uno como a los 20 tan popular'.
Con la llegada de los 60, los huesos se descalcifican, y a los 74 son las conexiones fibrosas músculo-hueso las que empiezan a fallar.
Estas son ‘fechas señaladas’ en el calendario natural de nuestro organismo según la Ciencia.
Pero este proceso se puede acelerar si no se mantienen una serie dehábitos saludables, ampliamente consensuados por la comunidad científica, sobre todo cuando se acerca la edad de jubilación.
El denominado envejecimiento activo mejora la calidad de vida de las personas en la tercera edad.
Si estás en ese punto de tu ciclo vital, toma nota de los errores que según los expertos profundizan en un envejecimiento más profundo y prematuro.
Sueño inadecuado e insuficiente
El cuerpo aprovecha el sueño para repararse a sí mismo: elimina toxinas, repara cualquier daño celular y afina los sistemas orgánicos.
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La National Sleep Foundation recomienda dormir de 7 a 9 horas por noche. Si duermes menos de 6 horas diarias seguidas tienes más probabilidades de padecer aterosclerosis, según un estudio publicado en Journal of the American College of Cardiology.
Sucumbir a la soledad
Estar desconectado de amigos y familiares está relacionado con un mayor riesgo de enfermedad y una mortalidad más temprana según diversos estudios.
Los expertos creen que el aislamiento social provoca una respuesta de estrés en el cuerpo. Con el tiempo, esta puede devenir en una inflamación e incluso en un deterioro del sistema inmunitario.
Quedarte sentado en el sofá
La American Heart Association recomienda 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada (o 75 minutos de ejercicio vigoroso) cada semana, independientemente de la edad, pero sobre todo a partir de los 60 años.
La pregunta del millón: ¿qué se entiende por actividad física moderada? Caminar, bailar o trabajar en el jardín o el huerto. Nadar, correr o practicar ciclismo se considera ejercicios de alta intensidad.
Intercalar ambas modalidades frena el envejecimiento según un estudio de 2017 publicado en NewScientist.
Por supuesto, la dieta es clave para que el organismo se mantenga fuerte y joven.
La malnutrición en personas de más de 60 años puede genera una disfunción cardiovascular y musculoesquelética y, en consecuencia, afecta también a la independencia funcional, así como a un buen estado de salud y a una buena calidad de vida, explican diversos estudios.
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