Olas interminables de calor, sequías, la Tierra girando más rápido que nunca: si tu ansiedad climática se ha disparado así puedes sobrellevarla para que no te afecte

Escena de la película 'Don’t Look Up'(2001).
Escena de la película 'Don’t Look Up'(2001).

Don’t Look Up/Netflix

Si los sucesos climáticos están generándote emociones negativas a raudales, no es de extrañar. La ansiedad climática es real y común. Las cosas que pasan últimamente no ayudan a calmarla.

Olas de calor interminables que anticipan el mundo por venir, la contaminación plástica llegando a ambos polos mientras los científicos señalan que el colapso del planeta es inevitable. Por si fuera poco la Tierra parece girar más rápido que nunca,siendo el 29 de junio de 2022 en el día más corto registrado.

Si el planeta continúa acelerándose, el fenómeno podría llevar, por primera vez, a restar un segundo a los relojes atómicos. Sin embargo los científicos han detectado que en realidad los días se están alargando misteriosamente. 

El tiempo real que lleva completar una rotación varía muy levemente. Como explica un artículo en Science Direct, estos cambios ocurren durante períodos de millones de años o casi instantáneamente, incluso los fuertes terremotos o las lluvias torrenciales pueden desempeñar cierto papel.

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Por lo que no es de extrañar que todos estos eventos, que parecen cada vez más frecuentes, estén provocando en la gente sentimientos de ansiedad climática.

Qué es la ansiedad climática

La ansiedad climática, o eco-ansiedad, es una angustia relacionada con las preocupaciones sobre los efectos del cambio climático, describen desde el portal de salud de Harvard. 

No es una enfermedad mental. Más bien, explican, se trata de una ansiedad "arraigada en la incertidumbre sobre el futuro y que nos alerta sobre los peligros de un clima cambiante". Suele ir acompañada de sentimientos de pena, ira, culpa y vergüenza, que a su vez pueden afectar el estado de ánimo, el comportamiento y el pensamiento. 

La Asociación Estadounidense de Psicología (APA) alerta que las personas tienen cada vez mayor riesgo de sufrir estos problemas de salud mental incluso si no han experimentado los efectos directos del cambio climático.

"Ver cómo se desarrollan los impactos lentos y aparentemente irrevocables del cambio climático y preocuparse por el futuro de uno mismo, los niños y las generaciones posteriores puede ser una fuente de estrés y tristeza", afirman.

Algo más frecuente de lo que podría pensarse. Según uno de los primero estudios al respecto, publicado en The Lanceten 2021, los sentimientos negativos generados por el cambio climático afectan a la vida diaria del 45% de los jóvenes de 16 y 25. En EEUU La Alianza de Psicología del Clima incluso ofrece un directorio de especialistas "conscientes de la crisis clima". 

Cómo puedes gestionar la ansiedad climática

Para minimizar el impacto de la ansiedad climática en la salud, desde Harvard aconsejan compartir las preocupaciones y hacer cambios en el estilo de vida acorde con tus valores, desde coger menos vuelos, hasta reducir el uso del plástico o unirse a un grupo de acción sobre el cambio climático.

El especialista Patrick Kennedy-Williams, cofundador de Climate Psychologists, con sede en Reino Unido, afirma que si bien experimentarla un poco puede ser buen porque a menudo conduce a  más acción y cambio,"demasiada información climática puede abrumarnos".

Por ello ha compartido en CNBC algunos consejos para encontrar el equilibrio y gestionar la ansiedad climática

  • Prueba una desintoxicación de las noticias y usa ese tiempo para hacer algo por ti mismo.
  • Encuentra un grupo o personas con las que hablar sobre lo que sientes.
  • Pasa tiempo en la naturaleza: dar un paseo, visitar un parque o teletrabajar en un espacio natural como un jardín te permitirán mejorar tu estado de ánimo.
  • Lleva acabo alguna acción encaminada a difundir la conciencia sobre el cambio climático animando a otros a reciclar o involucrándose en campañas mediambientales en tu vecindario o ciudad.

Como enfatiza el especialista tus acciones deben ser sostenibles para el planeta, pero "también sostenibles para tu propio bienestar mental”.

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