Esta es la comparativa que hace Tim Berners-Lee, el padre de la World Wide Web, con las criptomonedas

La abrupta caída en el precio de las criptomonedas en 2022, unido al descalabro de varias empresas del sector, han hecho que se multiplique el debate acerca de la industria criptográfica, su seguridad y su viabilidad como método de inversión. El último que ha hablado sobre el tema ha sido el padre de la World Wide Web (WWW), Tim Berners-Lee, y su opinión no es nada positiva.

En el podcast Beyond The Valley, de CNBC, afirmó que las criptomonedas son "peligrosas" y "solo especulativas". Las comparó con los "juegos de azar" y también con la burbuja de las puntocom, cuando las acciones de internet estaban realmente infladas, pero sin un negocio sólido que las soportara. 

Para el creador de la WWW, las criptomonedas solo serían buenas si se transformaran en dinero fiat una vez que se recibieran. 

No le gusta en qué se ha convertido la World Wide Web

También fue crítico Berners-Lee con su creación, la World Wide Web, o, mejor dicho, con lo que es actualmente la WWW. De hecho, junto a John Bruce, que también estaba en el podcast, está tratando de remodelar el futuro de internet a través de su startup Inrupt. El objetivo es que las personas tengan mayor control sobre sus datos. 

Habló, igualmente, Berners-Lee sobre la Web 3.0, que él diferenció de la Web3. La primera es su propia apuesta para cambiar internet y, sorpresivamente, aseguró que la Web 3.0 no irá sobre la blockchain, tecnología que, aseguró, no es lo suficientemente rápida ni segura. 

Con este navegador puedes ver cómo era navegar por internet hace 30 años

No es la primera vez que el padre de la World Wide Web separa el futuro de internet de la blockchain. Dentro de las conferencias The Next Web, que tuvieron lugar a mediados de junio de 2022 en Amsterdam, Países Bajos, Berners-Lee valoró su propia propuesta, el proyecto para concebir de nuevo internet. 

Se llama Solid aunque, tal y como señaló, no tiene importancia si los usuarios finalmente acaban rebautizando la iniciativa en esa nomenclatura que ahora está tan de moda: Web3.

"Empezamos a hablar de todo esto como Web3 en un punto dado, porque Web 2.0 era el término usado para referirse a la disfunción que tiene lugar con el contenido que generan los usuarios en las grandes plataformas". Efectivamente, el concepto de Web 2.0 responde al ciclo de internet en el que las grandes redes sociales y las plataformas digitales comenzaron a empoderar a los usuarios.

Con la aparición de grandes multinacionales como Google, Meta (antes Facebook) o Amazon, internet evolucionó a lo que hoy es la Web 2.0 en la que los usuarios también pueden generar contenido, venderlo y ofrecer sus productos y servicios. La web primigenia de finales de los 90 era un espacio de más unidireccionalidad, como han explicado en este medio historiadores de la red.

El propósito de Berners-Lee es muy compartido, tanto dentro como fuera de su proyecto. De hecho, en Solid participa una startup de origen asturiano llamada Empathy.co, que ofrece motores de búsqueda para grandes compañías con el principio ético de no abusar de los datos de sus usuarios.