La gente está utilizando Tinder para vender pólizas de seguros y LinkedIn para encontrar el amor: ¿dónde están los límites en el mundo online?

Josh Ong se emocionó cuando coincidió con una chica en Tinder que decía compartir su amor por los juegos de mesa y el anime. 

Cuando empezaron a chatear en la aplicación de citas, el joven de 27 años estaba convencido de que había encontrado una posible conexión romántica hasta que, en su primera cita en un Starbucks de Singapur, la chica sacó una carpeta con folletos y empezó a promocionar seguros de vida. 

"Me decepcionó mucho. Resulta que ella ya tiene novio, y solo estaba usando Tinder para conseguir clientes", comparte Ong con Business Insider. "No me parece bien cuando hay gente como yo que busca citas de verdad".

Su experiencia no es poco común. Dejando a un lado las estafas, hay una serie de artículos y reportajes en línea de casos similares en los que la gente ha dicho que utiliza las aplicaciones de citas para fines distintos a lo que se supone que están hechas para.

Business Insider ha hablado con 4 personas que afirman haber coincidido con varias personas en aplicaciones de citas que usaron la aplicación para encontrar posibles clientes, vendiéndoles desde planes de inversión hasta hipotecas. Ninguno de estos encuentros tenía intención de entablar una relación romántica, cuentan.

"Me ha sucedido tantas veces que me ha alejado de estas apps de citas", asegura a Busines Insider la gerente de recursos humanos, Low Jenn Yi, de 33 años. "Una vez me emparejé con un chico guapo, y solo intentó venderme un plan de suscripción al gimnasio. Otro me dijo que necesitaba más gente para participar en una encuesta para el trabajo".

Según las directrices de la comunidad de Tinder, la promoción o solicitud está prohibida. "Está bien invitar a tus matches a algo que estés haciendo, pero si el propósito de tu perfil es anunciar tu evento o negocio, una organización sin ánimo de lucro, una campaña política, un concurso o realizar una investigación, podemos eliminar tu cuenta", dicen las normas.

Pero parece que esa norma está poco regulada.

La aplicación de citas Hinge también es clara a la hora de establecer los límites. "Vender pólizas de seguro es una violación de nuestros términos de servicio", apunta un portavoz de Hinge a Business Insider. La aplicación de citas Bumble no ha respondido inmediatamente a la solicitud de comentarios de este periódico.

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Buscando el amor en LinkedIn

No es de extrañar que algunas personas utilicen las aplicaciones de citas para algo distinto a su propósito, dada la "naturaleza borrosa del mundo online", según explica a Business Insider Jennifer Lundquist, profesora de sociología de la Universidad de Massachusetts Amherst. "Tiene unos límites muy porosos en comparación con nuestro mundo presencial".

Parte de ello se debe a la facilidad de acceso, apunta Lundquist, que también ha escrito el libro The Dating Divide: Race and Intimacy in the Era of Online Dating(La brecha de las citas: Raza e intimidad en la era de las citas en línea).

"Por ejemplo, puedo ponerme en contacto con mi rector directamente por correo electrónico con una queja o una publicación en su página de Facebook, pero hay mecanismos de control para que pueda acceder a él en la vida real", comenta.

"Si voy a su despacho, su secretaria me parará y me preguntará si he concertado una cita.  Si intento llamarle por teléfono, su recepcionista decidirá si me pasa o no". 

Los límites de las redes sociales son difusos también porque el mundo online es mucho más "privado" que en los entornos presenciales, señala Lundquist. "La gente rompe más fácilmente los límites en línea, dado que tiene menos preocupaciones por que los demás le juzguen".

Por eso también, en la otra cara de la moneda, algunas personas se han atrevido a recurrir a plataformas de redes sociales ajenas a los sitios de citas en su búsqueda del amor.

Un ejemplo: LinkedIn. A pesar de que está diseñado para ser un sitio de redes profesionales, algunos han publicado abiertamente en sus blogs que han encontrado a su pareja a través de la plataforma. 

Katie Ortman, de Colorado, que trabaja en el sector de la contratación de personal, escribió sobre cómo conoció a su marido en LinkedIn. "Me derretí", describió al ver por primera vez su foto de perfil antes de darle a conectar, aunque "era muy poco probable que hiciéramos negocios juntos". Ortman no ha respondido inmediatamente a la solicitud de comentarios de Business Insider. 

La escritora Sarah Miller compartió en 2017 que LinkedIn "funcionaba mejor que los sitios de citas reales". "Si te gusta tener un poco de diversión sucia con profesionales asociados y estás dispuesto a jugar el juego largo, LinkedIn es tu próxima gran aplicación de citas", escribió en The Bold Italic. 

Mientras tanto, la periodista freelance Katie Cunningham escribió en The Guardian sobre cómo una persona se puso en contacto con ella y le dijo que había decidido ligar a través de LinkedIn "en lugar de esperar a que no te guste en Tinder".  

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Aprovechar la "confianza electrónica" para encontrar pareja 

A Lundquist no le sorprende que haya gente que se insinúe románticamente en LinkedIn, aunque cree que es "inapropiado", especialmente "en la era del #MeToo".

"Las normas sociales en contra de invitar a alguien a salir en el trabajo son mucho más fuertes que las normas sociales en contra de hacerlo en la mensajería privada en una red social profesional en línea", dice.

"Haciendo una burda analogía, es un efecto similar al de la "confianza líquida". La gente utiliza el alcohol como lubricante social para hacer y decir las cosas que a menudo no se sentirían cómodos diciendo y haciendo en situaciones sociales. En el caso de Internet, podemos llamarlo 'confianza electrónica'".

En cierto modo, también es más fácil investigar a una posible pareja en LinkedIn que en un bar, o incluso en un sitio de citas.

"Puedo entender que algunos usuarios encuentren atractivo LinkedIn porque tiende a ser más seguro, ya que la identidad de la persona está verificada. También es más probable que sea un perfil más preciso, mientras que sabemos que los perfiles de las citas pueden ser a menudo un poco exagerados o incluso falsos", apunta Lundquist.

"Los sitios de redes profesionales proporcionan información bastante profunda sobre las métricas de "éxito" convencionales de una persona, como la movilidad profesional, el estatus y los ingresos, más que las aplicaciones de citas y otros sitios de redes", continúa. 

Un representante de LinkedIn ha asegurado que la plataforma no debería usarse para nada más que para establecer conexiones laborales.  

"Como red profesional, nuestros miembros esperan con razón que su experiencia en LinkedIn sea de naturaleza profesional, y cualquier forma de acoso o insinuación romántica no deseada es una violación de las políticas de la comunidad profesional de LinkedIn y no se tolera", ha dicho un portavoz de la empresa a Business Insider.

Pero, de nuevo, estas políticas son difíciles de aplicar.

"No permitimos expresiones no deseadas de atracción, deseo, solicitudes de una relación romántica, propuestas de matrimonio, insinuaciones sexuales o comentarios lascivos. Tampoco permitimos que se utilice LinkedIn para buscar conexiones románticas, pedir citas románticas o hacer comentarios sexuales sobre la apariencia de alguien".

Por ahora, la Sra. Low, la mujer a la que le vendieron la membresía del gimnasio en Tinder, ha dejado a un lado las aplicaciones de citas. 

"Quizá tenga que hacer las cosas a la manera tradicional e intentar hablar con la gente en la vida real. Al menos las intenciones son claras desde el principio", concluye.