Irse a vivir al campo en una casa con buen diseño y precio razonable: la propuesta personalizable de un estudio de arquitectura español que triunfa en plena pandemia

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Tinyhome

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¡Es hora de volver al campo!

Este es el mensaje que lanza el estudio de arquitectos Delavegacanolasso, formado por Pilar Cano e Ignacio de la Vega, con su proyecto Tinyhome, una pequeña casa prefabricada que te acerca a la naturaleza y te saca de la ciudad.

Junto a Ricardo de Zulueta, consultor estratégico en New York, han querido dar una solución a la dificultad que supone encontrar vivienda en las grandes ciudades. 

"Buscando casa para vivir, veíamos que en las ciudades los pisos eran caros y, en cambio, las parcelas en sitios bonitos a las afueras son muy baratas", comenta de la Vega en una entrevista para Business Insider España

Por eso, quisieron ofrecer la opción de poder irse a vivir al campo en una casa de diseño y a buen precio.  

"Lanzamos el proyecto durante el confinamiento y nos pareció muy buen momento porque todo el mundo estaba buscando tener jardín y marcharse del piso", explica. 

Esto se une al movimiento de la España vacía. "España tiene unas infraestructuras que hace que no necesites vivir en una ciudad para tener todos los servicios y estar bien comunicado", asegura.

Ahora que el teletrabajo es una realidad, gran parte de la población se ha dado cuenta de que no necesita ir a la oficina a diario, así como la dificultad de trabajar y vivir en el mismo espacio. Por eso, estas pequeñas casas quieren resolver esas 2 cuestiones proporcionando un refugio donde escapar o concentrarse. 

Tinyhome

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Los 'tini' están disponibles en 3 tamaños según la necesidad: una casa en el campo, un lugar para una escapada de fin de semana o una oficina en el jardín. La propuesta permite una personalización total de su estructura –los modelos se pueden ensamblar–, de su interior y de los materiales para adaptarla a las necesidades y espacios de cada cliente.

"Nuestra idea inicial era, sobre todo, como un refugio pequeño de fin de semana para una pareja. La realidad es que la mayoría de la gente quiere unir varios módulos", apunta de la Vega. 

Tinyhome

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Aunque se puede conectar a una instalación existente para recibir la energía tiene la opción de ser 100% autosuficiente, funcionando con baterías solares; cuenta también con depósito de agua y fosa séptica propias y estufa de leña.

Con el foco puesto en la sostenibilidad, la estructura cuenta con un armazón de acero aislado con algodón reciclado y forrado de madera reciclada OSB. Además, su gran aislamiento hace de los 'tini' un refugio sostenible y con impacto mínimo.

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Aunque arquitectónicamente se diferencia de una casa normal en el campo, lo que la hace diferente, según de la Vega, es el proceso, "mucho más ágil y distinto" al hacerse en una fábrica. 

Estas casas prefabricadas se construyen en fábricas y el cliente la recibe en camión completamente hecha en un plazo medio de 60 días desde el momento de la compra.

"No tienes problemas de que te llueva en la obra ni te enfrentas a todas las inclemencias que pueda haber. Te llega y en el mismo día empiezas utilizarla", explica.

Esta rapidez es culpable del auge de las casas prefabricadas en los últimos tiempos. "Todo el mundo quiere todo muy rápido y en arquitectura los procesos son lentísimos por las licencias y las obras. Siempre surgen problemas y al final hace que la gente le tire un poco para atrás tener una casa a medida", señala.

Tinyhome

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Aunque en Europa sí hay mucha oferta de casas prefabricadas con un diseño cuidado, en España no tanto, según de Zulueta. "Nuestro producto es quizás más premium, con un diseño arquitectónico muy cuidado y un poco superior a lo que ves en la competencia. El cliente quiere algo especial y más personalizado a su estilo y sus necesidades", explica.

Según explican, el perfil de los clientes es muy variado: gente de clase media-alta que quiere poner un módulo en el jardín para completar su casa; gente más joven que buscan independizarse en las afueras; o incluso como vivienda de alquiler turístico. 

En la web, los clientes pueden estimar el precio de su 'tini' personalizando los materiales o el tamaño (el precio inicial es de 32 metros cuadrados por 28.000 euros). "Esto agiliza el proceso, que es lo que buscamos".

Tinyhome

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Aunque de momento tengan pocos clientes, la demanda de este tipo de casas no para de subir –incluso IKEA se ha subida al carro, lo que, aseguran, les ha venido bien porque valida su propuesta–.

Con una inversión inicial de 3.000 euros, en 2020 lograron 100.000 euros de beneficio y aspiran al millón este año. Su objetivo a corto plazo (4-5 años) es llegar a los 5 millones de facturación.

Las casas prefabricadas se han convertido en una buena opción y cada vez más demandada

"No vemos mucha competencia porque el mercado está creciendo y hay espacio para todo el mundo. Hay demanda y vemos dificultad para atenderla con el equipo que tenemos ahora de 4 personas, lo cual es buena señal", señala de Zulueta.

En un mundo en el que prima el "quiero eso y lo quiero ya", la rapidez de este tipo de casas les dará mucha ventaja frente a las tradicionales. "Si puedes tener algo en 3 meses, ¿por qué vas a querer preferir tenerlo en un año, si no tienes ninguna desventaja?", se pregunta de la Vega. 

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