Qué tipo de sal es más saludable, según la ciencia

Tipos de sal
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Muchas veces, la sal puede ser la clave de una comida o ser la que arruina ese largo tiempo que has pasado frente a los fogones.

Hay un aspecto importante a tener en cuenta: aunque todos los tipos de sal contienen sodio, no todas contienen la misma cantidad de este y otros minerales.

El sodio es necesario en nuestro organismo para el correcto funcionamiento y equilibrio de músculos, fluidos corporales y nervios. Pero la cantidad requerida para ello es muy pequeña. 

Como en general se tiende a tomar más sal de la necesaria, con ello también se excede el sodio presente en el cuerpo.

El problema es que una sobreabundancia de este mineral en nuestro organismo se ha vinculado con varios problemas para la salud como un aumento de la presión sanguínea, riesgos de infarto cerebral o enfermedades renales entre otras.

Por todo ello, te resultará conveniente conocer qué variedades existen en el mercado y cuál se considera que es la más saludable. 

Sal de mesa

También conocida como sal fina, este es el tipo de sal más utilizada en el día a día. Contiene un 95% de cloruro sódico y un 38% de sodio. En el proceso de elaboración se le añaden otros minerales, como el yodo y el flúor, así como otros aditivos y conservantes.

Los cristales de esta variedad son de un tamaño uniforme y muy pequeños.

El problema de esa uniformidad es que hace que sea más fácil salar en exceso la comida porque puede echarse de más sin querer, lo cual puede suponer un problema si tienes que mantener tus niveles de sodio bajos.

Sal marina

Se obtiene al evaporar agua de mar y, a diferencia de la sal común, contiene gran cantidad de minerales como azufre, boro, carbono, magnesio, potasio, sodio, flúor, fósforo, hierro, zinc, yodo, entre otros.

Por otra parte, tiene un color grisáceo y otorga un sabor más intenso a las comidas que la sal común.

Aunque se tiende a pensar que este tipo de sal es más saludable que la sal común, ambas tienen la misma cantidad de sodio.

Flor de sal

Este tipo de sal se adquiere de las superficies de las salinas marinas de forma artesanal por medio de técnicas tradicionales en el Atlántico y el Mediterráneo.

La flor de sal es la utilizada, por excelencia, por los gourmets gracias a sus propiedades gastronómicas. Es hipotónica, lo que indica que al ser consumidas no causan retención de líquidos. Si se compara con los otros tipos de sal, es baja en cloruro sódico (solo 92,9%) y en sodio (15%).

Al igual que otras sales marinas, también tiene calcio, potasio, hierro y magnesio, aunque las cantidades son demasiado pequeñas para aportar mucho a la salud.

En cuanto al sabor, es menos intenso que las demás sales, ya que se disuelve fácilmente en el paladar.

Sal del Himalaya

La sal del Himalaya o sal marina sin refinar es una sal muy gruesa y de grandes cristales.

Tiene un 84% de cloruro de sodio y un 16% de minerales naturales como magnesio, yodo, potasio y fósforo. Al encontrarse en su proporción adecuada, estos minerales pueden contribuir con el correcto funcionamiento del organismo.

Este es un tipo de sal originaria principalmente de Pakistán, América Latina y no del Himalaya, como es lógico pensar.

La sal rosa del Himalaya es 20 veces más cara que la sal común, pero no necesariamente es más sana

En los últimos años, como consecuencia del marketing relacionado a su lugar de origen, ha alcanzado mucha popularidad porque se le ha atribuido un gran valor nutricional. Además, su color vistoso la ha convertido en una variedad muy llamativa.

Sea cual sea la variedad que uses, no es necesario que cuentes en tu despensa con todos los tipos de sal existentes. Saber usar cada tipo de sal puede ayudarte a resaltar mejor el sabor de los alimentos. Por ello, si quieres tener varias en tu cocina, que sea por el sabor más que por sus propiedades saludables, ya que tu cuerpo apenas notará la diferencia.

A fin de cuentas, el problema no es la sal, sino la forma de consumirla y la cantidad que se usa en cada comida.

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