Las guerras tecnológicas que se lucharán en Europa en 2023: la legislación, el 'streaming' y el pago por tráfico de Internet

Europa

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  • La tecnología será el tablero de juego sobre el que se lucharán 3 grandes guerras en Europa.
  • Las grandes tecnológicas lucharán entre ellas pero también con los reguladores para defender sus intereses.
  • Esta es la segunda parte de un serial que habla sobre las guerras tecnológicas, después de la primera, que trata sobre los conflictos en todo el mundo.

Europa es conocida por su postura dura con los gigantes tecnológicos en los últimos años, pero al mismo tiempo es un mercado millonario con 746 millones de personas, 447,7 millones de ellos viviendo dentro de la Unión Europea, que ninguna gran empresa quiere dejar desatendido.

Esto hace que no sean extrañas las guerras tecnológicas en el Viejo Continente, que en algunos casos son episodios de los conflictos internacionales, pero en otros se producen de forma endémica, como la incorporación del puerto de carga USB tipo C unificado, que afectará a productos como el iPhone de Apple a finales de 2024 como máximo.

Este año 2023 no será una excepción y se espera que en Europa se libren 3 grandes guerras tecnológicas que movilizarán tanto a los reguladores comunitarios como a las grandes empresas internacionales.

A continuación te cuento cuáles son las 3 grandes guerras tecnológicas que afectarán a este sector y al de las telecomunicaciones en los próximos meses y cómo se espera que evolucione cada lucha.

1. La guerra de Europa contra las big tech

La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Margrethe Vestager.
La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Margrethe Vestager.

La guerra entre los gigantes tecnológicos y la Unión Europea aumentará en intensidad este 2023. Hay 2 hitos que marcarán el conflicto: la entrada en aplicación del Reglamento de Mercados Digitales (DMA) en mayo, y la esperada aprobación del Reglamento de Servicios Digitales (DSA) en los próximos meses. Pero los frentes de batalla son mucho más amplios.

El DMA dotará a la Comisión de nuevos instrumentos para perseguir los abusos de firmas que tengan una posición dominante en el mercado. La DSA, por su parte, ofrecerá garantías y exigirá nuevos estándares para que la relación de los ciudadanos con las plataformas digitales sea todavía más sana.

El debate se ha propiciado en Europa, pero no solo se mantiene aquí. Desde hace años se escucha un desfile de voces y expertos cuestionando si el poder que acumulan las grandes tecnológicas es excesivo. Incluso nombres relevantes que han formado parte de la industria han sugerido acabar fragmentando estas grandes compañías para tratar de contenerlas.

Todas las multas, expedientes e investigaciones que ha impulsado la Comisión Europea contra las grandes tecnológicas en los últimos años

Al mismo tiempo, la radicalización y la polarización se han convertido en términos muy comunes en los debates públicos de todas las sociedades. Se han cuestionado resultados electorales pero también se han asaltado parlamentos, y en cada polémica se ha abordado la responsabilidad de las redes sociales en estos incidentes.

La fiscalidad ventajosa de determinados países de la propia Unión han incentivado, además, el debate sobre los paraísos fiscales y la necesidad de impulsar una reforma global del impuesto de sociedades. El asunto llegó a los foros de la propia OCDE después de que Bruselas y varios países, entre ellos España, amenazaran a estas firmas con un tributo conocido como la tasa Google.

Algunas de estas compañías también han llevado al límite la legislación laboral, acuñando términos como la gig economy o economía de los pequeños encargos. España ya tiene su ley rider, cuyos efectos merecen analizarse con perspectiva, y los sindicatos europeos, al igual que los estadounidenses, ya alzan la voz.

Todo esto sucede en un año, 2023, en el que muchas voces ya hablan del fin del sueño tecnológico. En cuestión de semanas se han anunciado los despidos de decenas de miles de personas. En el horizonte, innovaciones que se convierten en promesas casi mesiánicas: el metaverso o la IA generativa prometen todavía más disrupción.

2. Spotify contra Apple: guerra por el streaming musical y la (supuesta) posición dominante de Apple Music

Apple Music
Apple Music

Apple

Dentro de las guerras que va a vivir Europa contra empresas concretas, destaca especialmente el conflicto con Apple en el sector del streaming musical, en el que fue una compañía europea como Spotify la que desenterró el hacha de guerra.

En 2019, Spotify presentó una denuncia ante la Comisión Europea contra Apple por el abuso de su posición dominante en el mercado de la música en línea. Spotify argumentó que Apple utilizaba su posición en el mercado para favorecer su propia plataforma de música online, Apple Music, en detrimento de los competidores.

La Comisión Europea inició una investigación formal sobre las acusaciones de Spotify y el pasado mes de abril decidió ampliar las acusaciones de prácticas monopolísticas contra Apple como parte de este pleito.

Este conflicto no está ni mucho menos resuelto, por lo que se espera que sea uno de los grandes frentes abiertos de Apple en Europa, junto con el cargador de sus móviles, que antes del final de 2024 pasará a ser USC tipo C en lugar de Lightning.

 

Uno de los frentes de batalla más activos es el de las comisiones que tienen que pagar a Apple las aplicaciones para estar en la App Store, que pueden ser hasta del 30% de los pagos para las grandes marcas como Spotify, algo que ya han denunciado otros desarrolladores como Epic Games, con resultado positivo en Estados Unidos

"La mayoría de los usuarios de Spotify accede a través de sus smartphones. Esto no representa una duda para los usuarios de Android, pero sí lo es para los de Apple, ya que pueden obtener un servicio similar en el mismo ecosistema de Apple por un precio casi igual", señala Arnau Bago, profesor de la Universidad Carlemany.

Otros expertos destacan que estamos ante un escenario de batalla más complejo, y que en Europa no solo se enfrentan Apple y Spotify por el streaming, sino que otros actores como los autores y las discográficas también tienen mucho que decir.

"Esta denuncia es solo uno de los muchos desafíos que enfrentan las plataformas de streaming de música online en la Unión Europea, más allá del aumento de los precios de las licencias de música y las demandas de los derechos de autor", matiza Michiel Das, profesor de EAE Business School.

3. Telecos contra tecnológicas: la guerra por quién paga por el tráfico de las redes

Antena de telefonía.
Antena de telefonía.

En Europa se vive también otra guerra tecnológica que enfrenta a los operadores de telecomunicaciones con los gigantes tecnológicos que son responsables de las grandes plataformas. 

Los operadores de telefonía denuncian que las plataformas de 6 de las empresas tecnológicas más grandes –Meta, Amazon, Netflix, Microsoft y Google– son responsables de más de la mitad del tráfico de Internet a nivel mundial en la actualidad.

Pese a ello, las tecnológicas "no están asumiendo el coste de gestionar ese tráfico dentro de las redes nacionales de telecomunicaciones", como denuncia Victor Calvo-Sotelo, director general de la patronal de empresas DigitalES, que representa a las telecos.

"Se trata de un nuevo ejemplo de desigualdad entre el tratamiento regulatorio que continúan recibiendo unas y otras empresas del mercado digital. Siguiendo nuevamente un principio de level playing field, telecos y OTT debieran asumir unas obligaciones equivalentes para con sus clientes, teniendo en cuenta que muchas veces los servicios que se dan son similares", concluye.

 

Se trata de una reivindicación histórica, pero con el potencial de convertirse en guerra abierta, ya que las telecos están presionando a la Comisión Europea para que los dueños de las grandes plataformas estén obligados a pagarles una parte por el uso de la infraestructura. 

Y esta presión empieza a dar sus frutos, ya que según ha informado Reuters, Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior, lanzó una consulta sobre este tema a pocos días de que arrancara el Mobile World Congress 2023 de Barcelona.

Dicha consulta se prolongará hasta el 19 de mayo, antes de que la Comisión Europea proponga una normativa que deberá ser debatida por los países y los legisladores de la UE antes de convertirse en ley. Breton confía en que el proceso concluya a finales de año.

De salir adelante, esta medida contaría con el rechazo de las empresas tecnológicas. La patronal tecnológica AMETIC, que representa los intereses de las big tech, advierte de que esta normativa "podría llegar a tener consecuencias negativas para el sector y los consumidores".

"La aplicación de la tasa de red representaría un doble pago: los usuarios ya pagan a los operadores por su tráfico en internet, de forma que si se aplica esta medida estarían recibiendo remuneración por duplicado", asegura Francisco Hortigüela, director general de AMETIC.

Las tecnológicas denuncian también que es precisamente por su contenido por lo que los usuarios contratan más servicios de Internet o incluso que esta medida puede bifurcar el acceso a la Red.

"Si la capacidad de difundir contenido está condicionada al pago de una tasa, ello socavaría el principio de neutralidad de la red, y así lo han expresado diferentes organismos europeos e internacionales", apostilla Hortigüela.


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