La compra de Credit Suisse por UBS no la quería ninguno de los 2 bancos: estas son algunas de las indirectas pasivo-agresivas de las negociaciones

Ralph Hamers, CEO de UBS.
Ralph Hamers, CEO de UBS.

REUTERS/Arnd Wiegmann

  • UBS compró Credit Suisse en una operación de rescate el pasado fin de semana.
  • Pero ni Credit Suisse quería ser rescatada ni UBS quería ser el rescatador.
  • Los directivos de las 2 entidades rivales no evitaron lanzarse dardos durante las negociaciones.

Es oficial: UBS ha comprado Credit Suisse en una histórica operación de rescate.

El acuerdo fue pilotado por el Banco Nacional Suizo (SNB) y firmado tras un intenso fin de semana. Los hasta ahora 2 rivales domésticos se convertirán en uno. UBS decidirá ahora qué negocios de Credit Suisse se querrán quedar en el banco, y qué directivos rivales podrán jugar un papel clave en la nueva UBS.

Todavía hay mucha incertidumbre, pero una cosa está clara: UBS no quería rescatar a su rival, y a Credit Suisse tampoco le entusiasmaba la idea.

Los anuncios y los comunicados oficiales sobre la operación están repletos de jerga técnica y financiera, pero entre líneas se pueden apreciar dardos e indirectas.

Por ejemplo, las primeras palabras sobre el acuerdo llegaron por parte del Banco Nacional Suizo, que avanzó que UBS había "anunciado" la compra de Credit Suisse. Por aquel entonces, UBS no había hecho tal cosa.

El comunicado incluyó detalles de los extraordinarios términos del acuerdo, exponiendo lo siguiente:

"Con la compra de Credit Suisse por UBS, se ha encontrado una solución para garantizar la estabilidad financiera y proteger la economía suiza en esta excepcional situación".

Poco después, Credit Suisse lanzaba su comunicado explicando que "Credit Suisse y UBS se fusionan".

¡Una fusión! No una operación de rescate, ¡una fusión! El comunicado destacaba lo siguiente:

"Credit Suisse y UBS han alcanzado este domingo un acuerdo de fusión tras la intervención del Departamento Federal de Finanzas de Suiza, el Banco Nacional Suizo y la Autoridad Suiza de Supervisión del Mercado Financiero (FINMA). UBS será la entidad superviviente tras el cierre de la operación".

El uso de la expresión "tras la intervención de" deja claro que este acuerdo no ha sido decisión de Credit Suisse. Y que "UBS será la entidad superviviente" desliza que esta es una compra y no una fusión.

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Aquel comunicado daba más claridad sobre el papel que jugó el Gobierno suizo, ya que se explicitaba que el acuerdo se cerró después de que las autoridades suizas pidieran a las 2 compañías "cerrar la operación para restaurar la necesaria confianza en la estabilidad de la economía suiza y de su sistema bancario".

El comunicado de Credit Suisse concluía con unas palabras de su presidente Axel Lehmann.

"Dadas las extraordinarias circunstancias, la anunciada fusión es la mejor opción posible. Han sido unos tiempos desafiantes para Credit Suisse, y aunque el equipo ha trabajado sin descanso para abordar muchas cuestiones heredadas y ejecutar su nueva estrategia, nos vemos forzados a acordar una solución hoy que ofrezca garantías duraderas".

En este momento, UBS, el banco que estaba realizando la compra, no había lanzado ningún comunicado. Normalmente, el comprador es el que lleva la voz cantante a la hora de informar de una transacción. En este caso, UBS había perdido ya la delantera.

Cuando llegó su turno y UBS publicó su comunicado, desacreditó por completo el escrito de Credit Suisse. El titular fue: "UBS compra Credit Suisse".

Fue Colm Kelleher, presidente de UBS y veterano de crisis financieras, quien se encargó de dar el golpe de gracia. En el comunicado de su entidad apuntó lo siguiente:

"La compra es atractiva para los accionistas de UBS pero, siendo claros, en lo que respecta a Credit Suisse esto es un rescate de emergencia. Hemos dado forma a una operación que preservará el valor del negocio y limitará nuestra exposición".

Credit Suisse dijo que era una fusión. UBS, que era un rescate de emergencia. El comunicado de UBS, además, confirmaba que las conversaciones fueron iniciadas por las autoridades suizas.

Incluso la sesión fotográfica entre los directivos de ambas entidades se vio enturbiada por un momento incómodo en el que Kelleher esperó demasiado para apretarle la mano a Lehmann (finalmente el apretón de manos tuvo lugar).

Para UBS, hacerse con las unidades de gestión de patrimonios, gestión de activos y banca de Credit Suisse promete potenciales beneficios. Pero el futuro del negocio de banca de inversión de Credit Suisse sigue sin estar claro, ya que UBS promete trasladar la mayoría de las posiciones de su rival a una operación no esencial que se gestionaría a la baja.

[Nota: El trabajo de fusionar muchos negocios recaerá en Iqbal Khan, que es el responsable de la gestión de patrimonios de UBS y antes trabajó en Credit Suisse. En 2019, antes de que UBS anunciara su fichaje, el director de Operaciones de Credit Suisse contrató detectives para espiarlo...].

Tiempo después, en una llamada con analistas, Kelleher y el CEO de UBS, Ralph Hamers, defendieron el acuerdo al tiempo que dejaban claro que ellos mismos no querían hacerlo.

"Es un día histórico para Suiza y un día, francamente, que esperábamos que no llegara", lamentó Kelleher.

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