Por qué tomar café te da muchas ganas de ir al lavabo según la ciencia

Ganas de ir al lavabo
  • ¿Bebes una taza de café y a la media hora ya tienes ganas de ir al baño? No te ocurre nada raro: es un proceso normal condicionado por cómo los componentes del café facilitan su rápido viaje hacia tu vejiga.
  • La cafeína además irrita tu vejiga. Eso provoca que se contraiga y apremie tus ganas de ir al baño. Pero, atención: fíjate en el color de tu orina al miccionar tras tomar café. Te avisará si te estás deshidratando sin darte cuenta.
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¿Al poco tiempo de beber café te entran unas ganas imperiosas de ir al lavabo? ¿Crees que solo te pasa a ti? La buena noticia es que es un proceso normal, condicionado por las moléculas que componen la cafeína. La única posible mala noticia tiene que ver con el color de tu orina: dependiendo de cómo sea la micción es posible que la cafeína esté deshidratando tu cuerpo.

Por qué el café te da ganas de ir al baño

taza de café

Janaya Dasiuk/Unplash

Todo lo que tragas acaba en tu estómago. Su permanencia dentro oscilará entre los 5 minutos y la hora; la duración dependerá de la “cola” de alimentos ya existentes.

Ahora bien, los líquidos son más rápidos de digerir que la comida sólida. Así que si te bebes una taza de café con el estómago vacío, el líquido irá directo a los intestinos, riñones y finalmente la vejiga.

En el caso del café cargado, el proceso es diferente al de otros líquidos según explica Lisa Anderson, profesora en biología integrativa y en fisiología de la Universidad de Minnesota, a través de Huffington Post.

"El intestino delgado utiliza la osmosis para absorber el líquido, en concreto utiliza partículas de sodio y otros electrolitos para guiar al líquido", explica Anderson. "En el caso del café con cafeína, los polifenoles y otras moléculas en el café son lípido-solubles, es decir, que atraviesan fácilmente el recubrimiento del tracto gastrointestinal".

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"Una vez el fluido llega a la vejiga, los sensores empiezan a notar que se está llenando. El centro de micción envía un mensaje al tronco encefálico, una parte del cerebro que controla otros mensajes de hambre, sed, ganas de vomitar…".

El café no solo llega rápido a la vejiga por ser líquido y por las condiciones de sus moléculas: también estimula la vejiga de una forma determinada que apremia al cerebro para ir al baño.

La cafeína contiene un estímulo adicional para el músculo detrusor. Forma parte de la pared de la vejiga urinaria y es su contracción la que provoca la micción.

"La cafeína irrita a la vejiga", añade la doctora Rena Malik, uróloga y profesora en cirugía de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland (también para Huffington Post). "Cuando la vejiga se irrita, se contrae. Esta contracción es lo que crea la sensación de urgencia, esa sensación de que no puedes retrasar tu visita al baño".

El café "aprieta" literalmente tus ganas de ir al baño, el cerebro lo interpreta como una situación apremiante y por eso, nada más tomarte la taza, ya estás haciendo cola para el baño.

Malik añade que algunos estudios demuestran que las personas que consumen mucha cafeína pueden acabar creando resistencia. "Conozco pacientes que con solo beber una taza de café por la mañana ya se sienten miserables todo el día mientras que otros beben un montón y no sufren los efectos adversos de la cafeína".

Hay más: tus ganas de ir al lavabo a hacer un n.º 1 pueden ser aún más urgentes si tienes una vejiga hiperreactiva. Anderson explica que este tipo de personas pueden tener ganas de miccionar solo con beber un poco de café (sin acabar la taza entera).

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Tomar mucho café puede deshidratar tu cuerpo

Hombre bebiendo agua en un vaso.

Miccionar debido a la ingestión de café tiene un posible efecto negativo, según explica la doctora Anderson. La cafeína es diurética. Eso significa que los riñones expulsan más fluido del sistema del que has consumido. Por lo tanto, puedes miccionar más líquido del que has bebido. Si es así, necesitas beber agua para hidratarte.

Cuanto más cafeína bebas, más deshidratado estarás. "Normalmente si ingieres más de 400 mg de cafeína, habrá una alteración importante en los fluidos del cuerpo". Eso significa que en teoría no deberías beber más de 4 tazas de café diarias si quieres evitar sus efectos adversos.

La clave para saber si la cafeína te está deshidratando consiste en fijarte en el color de la orina. "Si es de un amarillo muy oscuro, significa que necesitas más fluidos en tu sistema", explica la doctora Malik. "Si está muy clara es que has bebido demasiado. Si la orina es de un color como de limonada, significa que los niveles de fluidos están posiblemente equilibrados".

Si te da apuro recortar tu dosis diaria de café, Malik tiene una propuesta para ti: "si por ejemplo te tomas dos tazas por la mañana, prueba a tomar una normal y otra descafeinada, y observa si te va mejor".

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