Así se trabaja en las cárceles blindadas por el coronavirus: "Los presos están preocupados, pero no es lo mismo verlo por la tele que asomarse al balcón"

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Cárcel de Lledoners, conocida por ser donde cumplen condena los políticos catalanes.
Cárcel de Lledoners, conocida por ser donde cumplen condena los políticos catalanes.
  • Business Insider España quiere presentarte a las personas que, con su esfuerzo, están haciendo posible que los enfermos reciban atención y que, quienes tienen que quedarse en casa para frenar la expansión del brote de coronavirus, tengan cubiertas sus necesidades básicas.
  • Médicos, enfermeros, auxiliares, administrativos, camioneros, cajeros de supermercados, reponedores, quiosqueros, conductores de autobús... La lista es larga y su labor merece un reconocimiento de toda la sociedad.
  • Acudiendo a su trabajando y desempeñando sus funciones con normalidad permiten que nuestro sistema funcione en este escenario inédito en España. A cambio, sólo piden una cosa: que te quedes en casa, que salgas a la calle únicamente lo imprescindible. Es la manera de conseguir frenar el COVID-19. 
  • Si eres uno de ellos, nos encantará ponerte voz y contar tu historia. Si conoces a alguien en esta situación, compártelo. No dejemos pasar ni un día más para reconocer a todos los que están ayudando a los demás en esta histórica emergencia sanitaria. 
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Cintillo especial Coronavirus

Tienen miedo, por enfermar ellos o por ser transmisores del coronavirus al interior de las cárceles españolas. Aunque el Gobierno insista en que se teletrabaje, hay muchos trabajadores que no tienen esa posibilidad.

En el caso de los empleados públicos, su labor, además, es indispensable. Los cuerpos policiales protegen las infraestructuras críticas del estado, los sanitarios y farmacéuticos combaten en primera línea al COVID-19, y los funcionarios de prisiones cuidan de la integridad y bienestar de la población reclusa de España.

Business Insider España ha podido hablar con 3 de estos funcionarios para saber cómo están viviendo tanto ellos como los reclusos la pandemia del coronavirus. 2 trabajan en una cárcel de Cádiz, y el tercero lo hace al otro lado del Estrecho: en Ceuta. Son Andrés, Marcos y Francisco: nombres falsos para preservar su anonimato, por la naturaleza de su empleo.

Ellos trabajan: los internos ya saben lo que es el confinamiento.

Ahora más. Las cárceles españolas se han blindado ante la posibilidad de que la infección entre en ellas, pero los trabajadores están bastante preocupados: son realmente ellos quiénes podrían acabar metiendo el coronavirus entre rejas, y las consecuencias serían nefastas.

En el momento en el que se escriben estas líneas, ya se habían confirmado 2 positivos de coronavirus en las prisiones del país: uno en el centro de Álava yotro en el centro penitenciario de Estremera. Además, habría 10 trabajadores de Interior infectados: en las cárceles Madrid IV, Madrid VI, Sevilla II, Castellón II, Murcia II y Melilla, según informa ConSalud. 60 personas ya estarían aisladas.

"Podemos ser una fuente de contagio para los internos. El funcionario es el que sale y entra. Como uno de nosotros meta ahí eso, ya la hemos liado", reconoce Andrés, que lleva "mal" su preocupación. Reconoce que el personal de oficina ha adoptado medidas para evitar que coincida en el mismo turno más del 50% de la plantilla. Si en una mesa hay 6 personas, 3 van por la mañana y 3 por la tarde.

Pero los funcionarios de interior, los que trabajan en los módulos de los reclusos, no cuentan con la misma suerte. Las mascarillas las reparten los jefes de Servicio, "y contadas". Francisco, que además es población de riesgo ante el COVID-19, recuerda que los funcionarios siempre han tenido acceso a guantes y mascarillas. Y las han empleado, reconoce, en momentos en los que el índice de casos de tuberculosis crecía en las cárceles, por ejemplo. La última vez, hace 5 años.

De momento, la situación es tranquila en los centros de trabajo de estos 3 héroes que siguen empleándose presencialmente y que, a su manera, tratan de mantener la normalidad en pleno estado de alarma. El Español publicaba hace escasos días un intento de agresión a un funcionario en una cárcel de Málaga. El motivo: el Ministerio de Interior ha adoptado la medida de prohibir las visitas de familiares a los centros penitenciarios, pero ha compensado a los reclusos ofreciéndoles llamadas telefónicas más habituales.

"En mi caso, hay internos incluso que me han recomendado que me vaya a casa por ser población de riesgo", detalla Francisco.

Marcos, en concreto, no trabaja en una cárcel al uso. Lo hace en un CIS, un Centro de Integración Social. Es en estos centros donde la población reclusa que ya está en el tercer grado y puede salir a la calle a disfrutar de actividad exterior solo acuden a las instalaciones para dormir. En el caso de esta población penitenciaria, se ha optado porque la mayoría de presos permanezcan en sus casas con una pulsera telemática.

Estas pulseras telemáticas se suelen instalar en el tobillo, y advierten a los cuerpos policiales cuando el interno trata de salir de casa. Se usa en casos de arrestos domiciliarios.

"Salir a la calle y verlas desiertas, con las lucecitas en los bloques encendidas, impresiona y da miedo", advierte. Marcos coincide en que la población penitenciaria está tranquila, al menos en su centro. "No es lo mismo ver lo que pasa por la tele que asomarse al balcón y comprobarlo tú mismo".

"No es necesario estar en un módulo con 100 internos", recuerda. Al final el contagio solo te llegará de una, y quien te contagie "puede ser tu propio compañero de trabajo". Por eso, sigue a rajatabla las recomendaciones de Sanidad, y mantiene las distancias tanto con compañeros e internos. "El coronavirus lo puedes coger hasta comprando el pan".

Marcos tiene un mensaje para la gente que sí puede teletrabajar confinada y respetando el estado de alarma. "Hay que ser solidarios con los que tenemos que salir y exponernos. Todos los que os podáis quedar en casa, cumplidlo". Y se lleva un aprendizaje de toda la situación: "Hay que ser conscientes de que tenemos una vida muy cómoda que puede empeorar muy rápidamente".

"Vemos los problemas de otros países, de guerras y demás, como temas muy lejanos. Pero rápidamente tu vida diaria puede verse afectada por algo como esto. Eso nos tiene que hacer pensar que nos pueden arrebatar la comodidad con la que vivimos día a día".

Este testimonio es parte de una serie especial de Business Insider España que trata de poner cara a las personas que, con su esfuerzo, están haciendo posible que los enfermos reciban atención o cubriendo las necesidades básicas de la población con su trabajo. Son médicos, enfermeros, auxiliares y administrativos pero también limpiadoras, camioneros, cajeros de supermercados, reponedores o conductores de autobús. A cambio de su trabajo solo piden una cosa: que te quedes en casa y salgas a la calle solo lo imprescindible para frenar los contagios.

Si eres uno de ellos, nos encantará ponerte voz y contar tu historia. Puedes ponerte en contacto con nosotros a través del correo electrónico o mediante mensajes privados en nuestras redes sociales vía Twitter, Facebook, o Instagram. Si conoces a alguien en esta situación, compártelo. No dejemos pasar ni un día más para reconocer a todos los que están ayudando a los demás en esta histórica emergencia sanitaria. 

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