El número de trabajadores con un segundo empleo supera el medio millón y toca máximos desde 2008

Un 'rider' de Glovo realiza un pedido.
Un 'rider' de Glovo realiza un pedido.

REUTERS/Albert Gea

La creación de empleo va viento en popa: el paro baja y alcanza el nivel más bajo desde la última crisis, y el número de ocupados en España roza máximos históricos. 

Los datos de ocupación y paro publicados esta semana "son extraordinarios" y "sorprendentemente buenos", han celebrado tanto la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, como el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. 

Especialmente si se tiene en cuenta el entorno de elevada incertidumbre geopolítica y económica, a las que, por lo pronto, el mercado laboral se muestra inmune.

El problema es que, desgraciadamente, más empleo no significa necesariamente mejor empleo, y aunque la reforma laboral parece estar mostrando sus efectos positivos en un aumento del número de trabajadores indefinidos y limitando la cifra de temporales, hay otros indicadores que reflejan una mayor precariedad.

Desde la última gran recesión, el mercado laboral español arrastra varias enfermedades. Unas llegan por el tipo de jornada y el aumento de la parcialidad. Otras, por el tipo de contrato, aunque todas están relacionadas con los salarios.

En el segundo trimestre, el número de ocupados con más de un empleo tocó máximos no vistos desde 2008, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa del INE.

Entre abril y junio hubo más de medio millón de trabajadores con un empleo secundario. Concretamente, hay 547.800 personas en España en situación de pluriempleo.

Hacía 14 años que no se contabilizaba una cifra igual, desde el segundo trimestre de 2008, cuando se registraron 571.800 trabajadores con empleos secundarios. De hecho, si no llega a ser por este dato, 2022 habría alcanzado un máximo histórico en la serie.

La profecía 'maldita' de los 20 millones de empleos: en España hay más personas trabajando, pero somos más pobres que antes

Las 3 razones que lo explican: parcialidad, bajos salarios y el turismo

Hay 3 elementos que explican este repunte, señala Pedro Aznar, profesor del departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade.

En primer lugar, el empleo a tiempo parcial. "En Europa, en general, el empleo a tiempo parcial gana peso, pero según las encuestas son muchos los empleados a tiempo parcial que tienen este tipo de empleo aunque desearían tenerlo a tiempo completo, así que es lógico que combinen más de un trabajo", apunta Aznar.

De hecho, aunque los contratos temporales han caído un 18% y los indefinidos se han disparado un 243% en los primeros 6 meses del año, según datos del Ministerio de Trabajo; no es oro todo lo que reluce.

Alrededor de la mitad de los indefinidos creados son contratos de peor calidad. Es decir, que aunque son fijos, esconden algún tipo de temporalidad: son fijos-discontinuos o a tiempo parcial.

Los contratos de la modalidad fijo-discontinuo se han convertido en la opción ”favorita” para los empleadores en el primer semestre del año: si en enero representaban el 14% de los contratos indefinidos; en junio se habían disparado al 43%.

Este repunte en empleos secundarios puede tener que ver con el aumento de los fijos discontinuos.

”Con la nueva reforma, hay mucha gente que va a tener más de un empleador, y tendrá una jornada parcial entre un empleo y otro”, comenta Esther González, profesora de EAE Business School, que también cree que influye la escasez de mano de obra de mano de obra cualificada en determinados sectores:

“No tenemos toda la gente cualificada que necesitamos, y en sectores como tecnología o turismo puede ser que haya trabajadores que tengan más de un empleo. Esto es un fenómeno que vamos a ver cada vez más”, añade. 

En cuanto al incremento de los indefinidos, no significa más empleos a jornada completa. De hecho, estos se han reducido un 1,9%, mientras que los contratos a tiempo parcial crecieron un 7,5% entre enero y junio.

De nada sirve tener contrato indefinido si al llegar a final de mes no logras salir adelante. 

"Los contratos a tiempo parcial han generado pobreza laboral. Cuando miras la retribución anual, muchas personas no llegan a salir del umbral de pobreza", lamenta Florentino Felgueroso, investigador asociado de Fedea. 

Los contratos a jornada parcial, sean temporales o indefinidos, y los fijos-discontinuos, llevan aparejados menos horas de trabajo y, por ende, salarios más bajos.

Y el problema es que, aunque la reforma laboral sí puede poner coto a los contratos temporales y de cortísima duración, con los de jornada parcial no es tan sencillo. 

Es más, puede que una respuesta al aumento de costes derivado de la nueva reforma laboral sea hacer más contratos de este tipo: "Es probable que la reacción de las empresas sea contratar por menos horas", avisa Felgueroso.

A este hecho, añade Aznar, "se suman los salarios relativamente bajos que se pagan y que obligan a muchas personas a realizar más de una actividad". 

El tercer elemento tiene que ver con la estructura productiva de la economía española, con un alto peso del turismo, un sector de elevada estacionalidad.

“La encuesta del INE muestra que en la tasa de variación anual las comunidades que más trabajo han generado son las Islas Canarias y las Islas Baleares, y el sector del turismo es uno de los que permite la generación de mucho empleo a tiempo parcial”, añade Aznar.

Que parte de ese empleo indefinido sea de peor calidad no tiene tanto que ver con los defectos de la regulación, cuanto con el propio carácter estacional intrínseco a determinados sectores y actividades, y la estacionalidad inherente a la estructura productiva no puede cambiarse con una ley.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.