Adiós al sueño de trabajar en Goldman Sachs: estoy en un pequeño banco de inversión y soy la envidia de todos

Un analista junior revela cómo es su día a día en un banco pequeño.
Un analista junior revela cómo es su día a día en un banco pequeño.

Rachel Mendelson/Insider

  • Soy un analista de banca de inversión junior en una pequeña empresa de élite: me pagan más, me tratan mejor y tengo más experiencia práctica que la gente que conozco en las grandes empresas.
  • Son bancos más pequeños y no tienen mucho reconocimiento, pero eso no me importa; hay muchas más cosas positivas.

Los analistas junior de los bancos pequeños declaran una mayor satisfacción laboral que sus compañeros de la mayoría de los bancos grandes.

Las 4 empresas con mejor valoración de la experiencia de una encuesta realizada a más de 1.000 banqueros junior de todo el sector eran pequeñas. De hecho, solo 2 empresas de gran tamaño (Morgan Stanley y Credit Suisse) estaban entre las 10 primeras.

En un esfuerzo por comprender mejor por qué tantos banqueros junior gravitan hacia los bancos más pequeños, Business Insider habló con un analista de banca de inversión junior que trabaja en Nueva York para una pequeña empresa que ocupó un lugar destacado en la mencionada encuesta. Esta es su historia, en sus propias palabras, editada para que sea más clara:

Desde que estaba en el primer año de universidad sabía que quería ser banquero de inversión. Hay que reconocer que empezó como un interés bastante superficial. Leía en College Confidential que se trataba de una carrera de ensueño con los mejores puestos solo accesibles para los miembros de la Ivy League.

La universidad pública a la que asistía tenía un sólido programa de finanzas, pero no era de renombre. Y eso era importante para acceder a Goldman Sachs. 

De hecho, tal como indicaban los blogs, era muy raro que una empresa de primer nivel se fijara siquiera en los estudiantes de mi universidad. Así que, cuando comenzó la contratación de prácticas en mi segundo año, la mayoría de mis compañeros se dirigían a empresas de tamaño medio. 

 

Sin embargo, los alumnos del programa que más admiraba —y que eran los mejores de su clase— se dirigían a empresas pequeñas de élite. Yo quería ser como ellos. Así que, cuando empezaron a llegar ofertas de entrevistas y puestos de prácticas durante el semestre de primavera de mi segundo año, opté por saltarme las empresas grandes y de renombre para ir a una pequeña. 

Ahora, 3 años más tarde, después de haber pasado por la selección de personal, las prácticas de verano y mis primeros meses de trabajo a tiempo completo, hay muchas razones por las que creo que mi decisión fue la mejor opción

La gente aquí se preocupa de verdad por su trabajo

Se da por sentado que la gente que trabaja en Wall Street es inteligente y dedicada, ya que se están preparando operaciones multimillonarias y a menudo se pasan más de 12 horas al día en la oficina

Pero acepté la oferta de prácticas (y más tarde la oferta de trabajo) en mi empresa porque pensé que la gente era, francamente, mucho más inteligente que algunas personas de otros bancos con las que hablé. Y parecía que disfrutaban con lo que hacían para ganarse la vida. 

Cada vez que hablaba con alguien que trabajaba aquí, me impresionaba no solo su intelecto, sino también el hecho de que parecían preocuparse realmente por su trabajo. Cuando hablaba con analistas o asociados en otros lugares, tenía la sensación de que simplemente odiaban sus vidas.

Por supuesto, ahora que trabajo a tiempo completo en mi empresa, me he dado cuenta de que todo el mundo aquí también odia su vida. Pero creo que nos preocupamos más por hacer un buen trabajo que la mayoría. 

Pagan más, en salario y bonus

El factor más importante para mí, y del que se habló mucho durante la selección de personal, es que estas empresas pagan bastante más que otras. Mi salario base este año es de 120.000 dólares (115.520 euros). He oído que los analistas junior en Goldman tienen una base de 110.000 dólares y un amigo que conozco en RBC solo cobra 100.000 dólares.

Pero la mayor diferencia llega al hablar de los bonus. Las primas en mi empresa, y en la mayoría de las pequeñas en general, parecen ser significativamente más altas que las de mis amigos.

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Yo no recibo mi bonus hasta el año que viene, así que todavía no puedo dar cifras concretas. Aunque este año todo el mundo espera cantidades más bajas debido a la caída del mercado, he escuchado a algunos analistas que llevan ya 2 años hablar de los bonus del año pasado por encima de los 100.000 dólares, y en otros puestos hablan de que superan los 300.000 dólares. 

En resumen: hay más posibilidades de obtener una mejor compensación en un banco pequeño.

Conseguimos más experiencia práctica

Al ser más pequeños, los equipos de negociación son más reducidos. En términos sencillos: hay menos gente trabajando en cada proyecto, lo que significa que cada persona tiene más responsabilidad sobre sus hombros. Esto me ha proporcionado una experiencia mucho más amplia.

Por ejemplo, en mi empresa, puedo ser yo, como analista, con un vicepresidente y un director general que dirigen toda una transacción. Mientras que en una empresa de gran tamaño, una transacción puede tener 5 analistas, 3 asociados, 2 vicepresidentes y varios niveles de directores generales. 

En mi empresa, mi director general sabe mi nombre. No puedo decir lo mismo de las grandes empresas de renombre.

La desventaja de esto puede ser una gran carga de trabajo y, por tanto, un horario más infernal de lo que ya es habitual en el sector. Existe el estereotipo de que las entidades más pequeñas son peores por este motivo. Pero, según mi experiencia, las horas de trabajo en la oficina dependen totalmente del equipo, no de la empresa. 

Habrá un grupo en cada banco que se quede hasta las 5:00 de la mañana cada noche y, en el mismo banco, habrá otro que se vaya de la oficina a las 6:00 de la tarde. En mi equipo, he tenido mi cuota de salidas a las 4:00 de la mañana. Pero en las últimas semanas, me he ido a casa sobre las 20:00 horas.

La ventaja es que da a los analistas y a los trabajadores junior más oportunidades de brillar. Llevo solo 2 meses y medio en la oficina y ya estoy realizando el modelo completo de una transacción. Eso es algo inaudito en muchos bancos.

He hecho muchas cosas que,  por lo que he oído de amigos de otros bancos, los analistas junior ni siquiera tocan. 

Tengo grandes oportunidades

Durante el reclutamiento en mi segundo año de universidad, tuve varios procesos de entrevista simultáneos en bancos grandes, medianos y la empresa en la que estoy ahora. Pero durante el proceso de toma de decisiones, realmente intentaba pensar: ¿Dónde tendré más flexibilidad? 

Pensaba que ir a una empresa de este tipo me convertiría en un mejor candidato para cualquier carrera que quisiera seguir. Y he comprobado que es cierto, sobre todo porque he decidido que quiero dedicarme al capital de riesgo cuando termine el programa. 

Mis colegas más veteranos son personas muy bien conectadas y apoyan las aspiraciones de los analistas que buscan orientarse a nuevos puestos de trabajo. 

Durante mi primera semana aquí, los cazatalentos me seguían de cerca. Fue una locura ver la increíble lista de empresas que se morían por hablar conmigo. 

Cuando me interese por ello, podré aprovechar mi experiencia desempeñando un papel más importante en equipos más pequeños y mostrar todas las habilidades técnicas que adquirí. 

En mi empresa, la contratación externa es una conversación abierta que mantengo con mis asociados y con los vicepresidentes. Creo que en parte se debe a que tenemos un entorno de apoyo, pero también a que nos ven como clientes potenciales en el futuro. 

Pero no opino que la gente hable abiertamente de ello en otras empresas o en los grandes grupos. Una vez hablé con alguien de Goldman sobre su experiencia y describió que tenía que desaparecer de la oficina para las entrevistas.

Otras ventajas 

Esto es algo de lo que me he dado cuenta solo después de estar en la oficina: en general, siento que la empresa se preocupa más por mí que en otros lugares grandes y corporativos. 

Dentro de mi equipo específicamente —y creo que muchos otros también lo hacen— hacemos cosas juntos fuera del trabajo todo el tiempo. A veces son cenas y copas en las que nos gastamos 3.000 dólares. Otras veces es una actividad de grupo o una clase mensual. Pero la empresa lo paga todo y no les importa hacerlo. 

No creo que eso ocurra en otros bancos, es un entorno mucho más corporativo. Mis amigos de otros bancos no reciben nada gratis. No consiguen nada. Pero, cuando eres más pequeño, definitivamente hay más espacio para gastar dinero en tus empleados. Supongo que es la idea de que, cuando nos tratan bien, estamos más contentos de trabajar. 

Otra cosa: en mi oficina hay aperitivos y almuerzos gratuitos a menudo. Por no hablar del suministro constante de cosas como barritas de proteínas gratis, chocolate, patatas fritas, yogures y bebidas ilimitadas. 

Sé que esto suena un poco ridículo, pero considero que contribuye a la calidad de vida en este banco, porque también nos dan teléfonos para que podamos separar nuestras líneas de trabajo y personales.

Las desventajas son limitadas

Supongo que el único inconveniente de los bancos pequeños, en realidad, es que las marcas de las empresas no son conocidas fuera de Wall Street. Por ejemplo, mi abuela conoce Goldman Sachs y Morgan Stanley. Pero del nombre de mi empresa no tiene ni idea. La gente de fuera de las finanzas no conoce nombres como Centerview, Perella o Moelis. 

Una creencia común es que una empresa más pequeña significa acuerdos más pequeños con empresas más pequeñas. En algunas empresas, esto puede ser cierto. Pero no en todos los casos. Una empresa como la mía trabaja constantemente en grandes acuerdos con compañías importantes. Sin desvelar nada, mi equipo tiene en marcha una operación por decenas de miles de millones de dólares.

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