He viajado de Londres a París en un tren subterráneo y es mejor que viajar en avión
- He viajado de Londres a París en tren subterráneo a través del Chunnel (Eurotúnel, en español).
- Ambas estaciones tienen muy buenas indicaciones y los procesos de registro y embarque son rápidos y sencillos.
- El viaje entero transcurrió sin problemas y el tren me pareció mucho más agradable que volar.
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Creo que muchos viajeros suelen pasar por alto la facilidad del tren, especialmente en EEUU. Sin embargo, cuando voy desde Reino Unido a la Europa continental, es mi medio de transporte preferido.
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Hace poco cogí el Eurostar, el tren que pasa por el Eurotúnel, conocido generalmente como el tren Chunnel porque atraviesa el túnel bajo el agua del canal, de Londres a París.
Así fue mi viaje y por estos motivos prefiero el tren antes que el avión:
Comencé mi viaje en St. Pancras Station. La estación me pareció encantadora.
Comencé mi viaje en la estación de tren internacional St. Pandras Station de Londres. Está conectada con la estación de Kings Cross y el metro de Londres, lo que hace que sea rápido y sencillo llegar desde cualquier lugar de la ciudad.
La arquitectura de la estación es una mezcla de estilos góticos victorianos clásicos del siglo XIX y elementos modernos de principios del siglo XXI.
La estación está bien iluminada, es espaciosa y fácil de recorrer, y había una variedad de lugares para comer algo antes de subir al tren.
También había una serie de tiendas de lujo, similares a las que se pueden encontrar en una terminal de aeropuerto.
Si necesitas un regalo rápido o un delicioso trozo de chocolate belga antes de tu viaje, la estación tiene un Neuhaus.
He vivido en Bélgica y me encanta este chocolate. Siempre recomiendo el Suzanne, chocolate negro con frambuesa.
Si se te ha olvidado llevar algún libro para el viaje, puedes pasar por la librería Hatchards, situada justo enfrente del área de facturación del Eurostar.
Mi proceso de facturación se desarrolló sin problemas y subir al tren fue fácil.
Hay una sección de facturación aparte para pasajeros Business Premier.
Es la clase más alta disponible y ofrece la opción de facturar más equipaje además de una comida caliente y asientos más espaciosos durante el viaje.
Los letreros de facturación eran todos bilingües (en inglés y francés), y para subir al tren solo hizo falta el pasaporte y la tarjeta de embarque.
Una vez pasé por el check in y el control de seguridad, encontré un asiento en la sala de espera para poder relajarme hasta que el tren llegara a la estación.
Cuando llegó el momento, me resultó sencillo llegar a la plataforma (incluso con equipaje) a través de las mini escaleras mecánicas. También había un ascensor para pasajeros con lesiones o discapacidades.
Dado que viajé durante la pandemia de coronavirus, había muchas señales que pedían el distanciamiento social en toda la plataforma.
Después de aproximadamente una hora de espera, pude subir al tren.
Me pareció mucho más fácil que embarcar en un avión y mucho más rápido.
Mi cabina era espaciosa y estaba limpia, y el tren ofrecía entretenimiento y comida.
Opté por un billete Premium Economy, que entre tercera clase y primera clase.
Según las señales, en realidad estaba en una espaciosa cabina Business Premier, simplemente no ofrecía las mismas opciones de comida caliente y equipaje adicional disponibles para los pasajeros de más alto nivel.
Elegí a propósito un asiento individual junto a la ventana para colaborar con el distanciamiento social.
También quería poder ver el campo a mi alrededor. La parte real del túnel subterráneo del viaje no es nada especial, básicamente el interior de un túnel de metro normal, pero sí se puede disfrutar de buenas vistas en la parte exterior del trayecto.
Por las medidas del coronavirus, no tuve a nadie sentado enfrente.
Dado que la parte del viaje por el túnel no ofrece ningún tipo de estimulación visual, decidí echar un vistazo a lo que ofrece Eurostar en términos de entretenimiento.
Durante el viaje, tienes acceso a varias series de televisión y películas a través de la página web de abordo.
También puedes ver el trayecto en tiempo real, lo cual es útil. No obstante, el wifi va y viene debajo del túnel, por lo que este servicio no es constante.
El paisaje a las afueras de Londres no tiene nada de especial, pero después las vistas son idílicas.
Agradecí haber optado por un asiento junto a la ventana. Valió la pena.
Cuando hice el check in online con 48 horas de antelación, pude elegir mis preferencias para la comida.
Opté por una comida vegetariana, que incluía un pastel de verduras frío con queso por encima y una ensalada de cebolla para acompañar.
Después de la comida, sirvieron té y café a los pasajeros en toda la cabina. Me vino genial, ya que seguía con jet lag por el viaje de EEUU a Londres.
Después de comer, recorrí la cabina para ver qué más tenía que ofrecer.
El diseño del tren era elegante y limpio en comparación con otros en los que he viajado por Europa.
Mi cabina tenía un baño adaptado para discapacitados con mucho espacio para moverse.
La Gare du Nord de París estaba mucho más concurrida que la estación de Londres.
El tren salió del túnel después de unos 35 minutos de las 2 horas que dura el viaje, y al final pude ver partes de algunos pintorescos pueblos franceses de camino a la Gare du Nord.
En el andén de París había muchísima más gente que en en el de Londres.
Cuando bajé del tren con mi bolso, rápidamente me encontré en el bullicio de la terminal.
El interior de la Gare du Nord era mucho más pequeño y menos impresionante que el de St. Pancras Station. Sin embargo, ofrecía lugares para comer algo rápido y quioscos más pequeños para material de lectura.
Encontrar un Uber fuera de la Gare du Nord es difícil a menos que vayas un poco más lejos de la estación. Si prefieres que te recojan fuera, puedes optar por un Taxi Parisien, la compañía oficial de taxis de París.
Yo anduve unas cuantas manzanas y cogí un Uber, agradecida de volver al bullicio de París.
Sin duda alguna, elegiría mil veces el tren antes que el avión para este viaje.
El viaje, que te lleva del centro de una ciudad al centro de la otra, es mucho más rápido y cómodo que el del avión, ya que los aeropuertos suelen estar en las afueras de las ciudades y requieren más tiempo de viaje.
Por esta facilidad de acceso y una experiencia de viaje más rápida, elegiría el tren en lugar de viajar en avión para este viaje sin lugar a dudas.
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