5 trucos para llevar los deberes hechos a una entrevista de trabajo

Andrea Núñez-Torrón Stock,
Entrevista de trabajo

Suena tu móvil y el reclutador de la compañía a la que has presentado tu currículum y tu carta de presentación te anuncia que estás convocado para una entrevista de empleo. Para no ser devorado por los nervios, quedarte en blanco, realizar preguntas desacertadas ni cometer los errores más habituales de un proceso de selección, hoy queremos brindarte algunos de los pasos a seguir en casa para apuntalar tus respuestas y mostrarte como el perfil profesional más válido.

Tu entrevista puede ser presencial, grupal o de carácter remoto a través de herramientas de videoconferencia como Skype. Sea como fuere, en ella deberás demostrar tu conocimiento de la compañía, sacar a relucir tus habilidades y competencias más destacadas, mostrarte como una persona proactiva, responsable y motivada, no revelar datos personales innecesarios y causar buena impresión al reclutador.

Si bien es cierto que es probable que en la entrevista te enfrentes a preguntas complicadas, extrañas o surrealistas, seguir una rutina específica de preparación en los días previos y documentarte de forma concienzuda te ayudarán a mostrarte de forma más fluida y ganar puntos con respecto al resto de candidatos. Veamos los puntos clave para preparar una entrevista de trabajo en casa.

Investigación exhaustiva: busca respuestas exhaustivas

Para no saturar al entrevistador con preguntas tontas y además, documentarte en profundidad sobre el puesto al que aspiras, debes rastrear, por vía online u offine, todas las características que puedas en torno a la empresa -principales proyectos, productos o servicios más destacados, acciones de comunicación, cultura corporativa, imagen de marca, volumen de ingresos o estructura de la plantilla-. ¿Cómo será tu puesto? ¿Qué valores promulga la compañía? ¿Cuáles son las claves de su estrategia de marketing?

Para responder a todas las cuestiones y llegar a la entrevista con cierto bagaje y transmitiendo conocimiento y seguridad, puedes recurrir a fuentes muy diversas: escudriñar su página web oficial, navegar por sus cuentas en las principales redes sociales, establecer contacto con algún empleado a través de LinkedIn, acceder a sus cuentas oficiales si están publicadas o leer reportajes sobre la marca.

Analiza paso a paso las características del puesto

La información es poder y actuar conforme a los rasgos específicos de la oferta de empleo es fundamental. ¿Qué tareas desempeñarás y que funciones abarcará tu puesto profesional? ¿Cuáles son las habilidades, valores y competencias prioritarias para llevar a cabo tu labor? ¿Qué posibilidades de promoción y desarrollo del talento crees que ofrece el puesto?

Es importante que reflexiones sobre cuáles son las ventajas que tienes con respecto al resto de candidatos y en relación al empleo en concreto, por lo que te recomendamos huir de los tópicos y clichés, no utilizar un vocabulario generalista o manido y, sin ser pedante, emplear vocabulario técnico relacionado con el puesto, tratar de usted al entrevistador a no ser que te especifique lo contrario y mostrarte de forma natural y espontánea. 

No olvides llevar la documentación impresa

Por si las moscas, nunca está de más llevar una copia impresa de tu currículum, de tu carta de presentación y de cualquier otro tipo de documentación exigida para la entrevista -copias compulsadas que acreditan tu formación reglada, como el título universitario, un certificado de idiomas, cartas de recomendación de otras empresas, etc-. Es importante que todo este "papeleo" esté sometido a constante revisión y actualización, y que segmentes lo que destacas en función del sector o del tipo de empleo concreto.

Si todavía estás en la fase primigenia de elaboración de tu CV, puedes apostar por un formato interactivo o fijarte en estos ejemplos exitosos de currículos originales que se valieron de la creatividad sin límites para deslumbrar a sus reclutadores.

El lenguaje corporal, tu mejor arma

No todo lo que importa es verbal, y de hecho, cuidando tu lenguaje corporal en una entrevista de trabajo puedes conectar con tu reclutador y convencerlo de tus cualidades óptimas para ser contratado. Debes prestar atención para conseguir una postura correcta, no ser huidizo con respecto al contacto visual, no revolverte en el asiento -ya que este punto es percibido como síntoma de inseguridad-, y mantener un tono de voz estable y confiado. Todos tus gestos corporales, incluida la expresión facial o el movimiento de manos, son importantes.

Intenta controlar los posibles tics y no jugar con ningún objeto de la mesa, sonreír de forma natural para mostrar empatía y autocontrol, proyectar el interés a través de la mirada y evitar malos hábitos como tocarte el pelo, cruzar los brazos o encorvar tu postura. Mírate al espejo en casa y charla con algún familiar o amigo para evaluar tu lenguaje no verbal e intentar domesticarlo.

Simulación para ensayar

En compañía de alguna persona de confianza, puedes realizar un pequeño simulacro de la entrevista -un punto fundamental si las entrevistas te generan ansiedad, eres una persona excesivamente introvertida o te cuesta comunicar tus aptitudes y habilidades-. Prepara una pequeña batería de posibles preguntas e intenta responderlas como si estuvieras en la entrevista haciendo hincapié en tu análisis previo de la empresa y la revisión de tu currículum, experiencia y formación.

Recuerda que trabajar tu marca personal y poner el foco en el valor añadido que puedes aportar con respecto al resto de candidatos es fundamental, así como citar ejemplos detallados de otros proyectos en los que hayas participado, no olvidar cuidar tu expresión corporal y mantener siempre una actitud protocolaria y de cortesía.

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