Trump ha perdido las elecciones de Estados Unidos, pero se niega a reconocer a Biden como presidente
- Donald Trump ha perdido las elecciones de Estados Unidos de 2020, pero se niega a ceder ante el presidente electo, Joe Biden.
- "Estas elecciones no han acabado", anunciaba este viernes su campaña en una declaración.
- Trump está rompiendo ahora mismo con una tradición democrática en EEUU que se remonta a los inicios de la historia del país.
- Descubre más historias en Business Insider España.
El presidente Donald Trump se niega a reconocer su derrota tras perder las elecciones presidenciales de 2020 ante Joe Biden, dejando a Estados Unidos al borde de una crisis constitucional.
Este sábado, Trump acusó a Biden de "precipitarse haciéndose pasar por el ganador" cuando decenas de medios de comunicación anunciaban que el exvicepresidente había ganado las elecciones.
"El simple hecho es que estas elecciones están lejos de haber concluido", ha asegurado Trump en una declaración difundida a los medios de comunicación.
"Joe Biden no ha sido certificado como ganador de ningún estado, y mucho menos de ninguno de las batallas electorales altamente disputadas que se dirigen a recuentos obligatorios, o en estados donde nuestra campaña ha presentado reclamaciones legales válidas y legítimas que podrían determinar el ganador final", continuaba la declaración.
La campaña de Trump está tratando de socavar la integridad del voto por correo con demandas en múltiples estados. El hasta ahora presidente está argumentando falazmente que el voto por correo conduce a un fraude generalizado de votos.
Biden superó los 270 votos electorales al arrebatar a los republicanos el estado de Pensilvania.
Varios medios de comunicación declararon este sábado a Biden como ganador de las elecciones presidenciales de 2020. Sin embargo, Business Insider y Vox [el diario digital estadounidense] estuvieron entre los medios de comunicación que pronosticaron a Biden como ganador de las elecciones presidenciales del 2020 desde este viernes, usando los resultados de Decision Desk HQ.
CNN, MSNBC, Fox News, y otros medios estadounidenses anunciaron la elección de Biden poco después de las 11:00 horas del sábado en Nueva York (sobre las 17:00 horas en España).
Sin embargo, poco antes de ese anuncio, Trump tuiteó, "¡Gané esta elección, por mucho!". Twitter ya ha señalado su tuit como engañoso.
También este miércoles, había anunciado falsamente que era el ganador de las elecciones de 2020. Pero los votos se seguían contando en todo el país, mientras insistía en que le estaban robando la contienda.
Hasta el momento, no hay pruebas de que se haya cometido un fraude electoral en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2020. Además, el fraude electoral es extremadamente raro en el país.
El jueves por la noche, el mismo reiteró la falsa noción de que había ganado las elecciones y siguió divulgando noticias falsas al respecto.
"Si miras los votos legales, gano muy fácilmente", señaló a los periodistas en la Casa Blanca. Pero no hay fundamentos para afirmar que los votos ilegales han sido los que han llevado a la victoria de Biden.
Trump no se ha comprometido a una transferencia pacífica del poder antes de la elección. De hecho, ha insistido en la afirmación infundada de que sólo perdería las elecciones si están "amañadas".
"Vamos a ver qué pasa", dijo Trump a finales de septiembre cuando se le preguntó si se comprometería a un proceso post-electoral pacífico.
Con esta decisión, el presidente está rompiendo un sello del proceso democrático de EEUU. Y el país queda en aguas desconocidas.
Se niega a conceder las rupturas de una tradición democrática que se remonta a 1797, cuando George Washington renunció voluntariamente a su cargo como primer comandante en jefe de la nación.
La primera transferencia pacífica de poder entre 2 partidos políticos se produjo después de que John Adams perdiera frente a Thomas Jefferson en las elecciones de 1800, y ningún presidente ha roto ese precedente desde entonces.
Ahora, el movimiento de Trump podría socavar la confianza pública en el proceso electoral de Estados Unidos. Su comportamiento refleja el de líderes autoritarios que se niegan a renunciar al poder y rechazan los resultados de elecciones democráticas.
Ningún presidente en la historia moderna de EEUU ha desafiado la democracia americana de la manera que lo ha hecho Trump.
En diciembre de 2019, Trump fue sometido a un proceso de impeachment por sus intentos de ejercer presión sobre Ucrania para que investigara a los Biden. Fue acusado, especialmente por los demócratas, de solicitar a un Gobierno extranjero que desenterrara la basura política e interfiriera en las elecciones presidenciales de 2020. Pero no hubo pruebas de actividad ilegal o de irregularidades por parte de los Biden con respecto a esa presunta trama de Ucrania.
Más allá de su proceso de impeachment, Trump también ha ignorado o violado repetidamente las normas democráticas. Habitualmente ha atacado a la libertad de prensa, arremetiendo contra prácticamente cualquier cobertura negativa de su mandato.
Además, se ha convertido en el primer presidente en décadas que se ha negado a publicar sus declaraciones de impuestos y e igualmente se ha negado a desprenderse de sus negocios para descartar cualquier tipo de conflicto de interés.
Los lazos que Trump mantiene con su imperio empresarial como presidente han planteado un sinfín de cuestiones éticas y constitucionales.
Según ha publicado la prensa estadounidense, los negocios del hasta ahora presidente han aumentado en al menos 8,1 millones de dólares (más de 6,8 millones de euros al cambio actual) gracias a los contribuyentes de Estados Unidos y de los partidarios del presidente desde que asumió el cargo en enero de 2017.
Otros artículos interesantes:
Conoce cómo trabajamos en Business Insider.