Trump presionó al primer ministro de Australia para ayudar al fiscal general Barr a investigar los orígenes de la trama rusa

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Donald Trump al teléfono.
Donald Trump al teléfono.White House
  • Donald Trump pidió ayuda al primer ministro australiano, Scott Morrison, para ayudar al fiscal general estadounidense, William Barr, en la investigación de los orígenes de la trama rusa, según el New York Times.
  • El propio Barr le pidió a Trump que hiciera esta petición a Morrison, que tuvo lugar semanas después de que Trump hiciese algo similar con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
  • También le pidió a Zelenski que trabajara con su abogado, Rudy Giulani, para investigar al ex vicepresidente Joe Biden y a su hijo, Hunter.
  • La petición de Trump a Morrison consolida la forma de pensar del presidente estadounidense: cree que el Departamento de Justicia es uan herramienta política que puede arrojar a sus rivales.
  • El New York Times también ha informado de que la Casa Blanca ha restringido el acceso a la transcripción de la conversación de Trump con Morrison a un pequeño grupo de asesores del presidente.
  • Australia juega un papel especial en esta trama: el FBI inició una investigación después de que diplomáticos australianos advirtieran al bureau, tras una reunión con George Papadopoulos, asesor de Trump, de que Rusia había enviado "miles" de emails para perjudicar a Hillary Clinton.
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El presidente Donald Trump presionó al primer ministro de Australia, Scott Morrison, para que colaborara con el fiscal general William Barr, que quiere esclarecer los orígenes de la investigación del FBI sobre la trama rusa. Lo ha publicado este lunes el New York Times.

Una persona a la que le consta la conversación entre Trump y Morrison ha explicado a este periódico que Trump sacó el tema a petición de Barr.

Esta conversación tuvo lugar semanas después de que Trump le hiciera una petición similar al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, sobre colaborar con Barr en el asunto ruso. También le pidió a Zelenski que colaborara con su abogado personal, Rudy Giulani, para investigar al ex vicepresidente estadounidense y rival político, Joe Biden, y a su hijo, Hunter Biden, de cara a las elecciones de 2020.

La petición de Trump a Zelenski alarmó tanto a trabajadores del servicio de inteligencia de los Estados Unidos que en seguida uno de los funcionarios presentó una denuncia anónima acusando al presidente de utilizar su cargo para solicitar injerencia extranjera en las elecciones estadounidenses.

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Pero esta petición a Morrison es incluso todavía más turbia, ya que el presidente pretendería injerir en una investigación en curso del Departamento de Justicia y sus consecuencias podrían ser mucho más profundas que las propias competencias de Trump como jefe del Ejecutivo.

Australia juega un rol esencial en la trama rusa. A finales de 2017, el Times informó que el FBI había iniciado una campaña después de que un importante diplomático australiano, Alexander Downer, advirtiese a funcionarios estadounidenses que el asesor de campaña de Trump, George Papadopoulos, se jactaba de haber recibido "miles" de correos electrónicos de Rusia con asuntos comprometedores sobre Hillary Clinton.

Papadopoulos le dijo al diplomático Downer que se enteró de que dicha información existía por Jospeh Mifsud, un académico maltés que la última vez que se supo de él trabajaba en Roma como profesor. Después, desapareció.

El FBI arrancó una investigación para comprobar si la campaña de Trump estaba asociada con Rusia poco después de que Downer, el diplomático australiano, informara al bureau sobre su conversación con Papadopoulos.

Papadopoulos se declaró culpable el año pasado de mentir al FBI. Pero desde entonces y durante meses, ha adoptado un papel cada vez más combativo, contando con la ayuda del entorno de Trump: sugiere, sin pruebas, que el académico maltés, Mifsud, fue utilizado por espías occidentales para tenderle una trampa a él y a la campaña de Trump.

La petición del presidente estadounidense a Morrison ya consolida la forma que tiene de pensar sobre el Departamento de Justicia y el fiscal general: como herramientas políticas que pupede agitar contra lo que percibe como sus enemigos.

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De hecho, en la llamada telefónica que Trump mantuvo con el presidente ucranio en julio, el presidente estaodunidense se refirió tanto al fiscal general, Barr; como a su abogado personal, Giulani; como sus dos enviados personales e instó a Zelenski a colaborar con ellos para esclarecer más detalles sobre la trama rusa y los Biden.

Como hizo con la llamada con Zelenski, el Times ha informado que la Casa Blanca también restringió el acceso a la transcripción de la conversación de Trump con Morrison a un pequeño grupo de asesores.

La llamada de Trump con Zelenski fue la principal razón que motivó a la presidenta de la Cámara de los Representantes de los EEUU, la demócrata Nancy Pelosi, para anunciar el inicio de un proceso de impeachment contra el presidente la semana pasada.

Como parte de esta investigación, el Comité de Inteligencia de la Cámara citó a Giulani para que esclareciese algunos documentos claves sobre la conversación con Zelenski y su representación de Trump.

En la denuncia anónima que se interpuso contra Trump, el nombre de Giulani era mencionado en hasta 31 ocasiones y se describía al abogado como "una figura central" en las intenciones de Trump. El documento también advertía que el fiscal, Barr, "parece estar involucrado también".

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