Se acabó el consumo excesivo de grasas trans: la Unión Europea limitará estos alimentos desde próximo 1 de abril, proponiendo el aceite de oliva como alternativa saludable

La Unión Europea ha dado un paso más en la lucha contra los malos hábitos alimenticios, limitando la presencia de grasas trans en los alimentos a partir del próximo 1 de abril, según informa la Interprofesional de Aceite de Oliva Español.

La organización sin ánimo de lucro formada por distintas entidades del sector del aceite de oliva en España ha explicado que, en su lugar, laUE apostará por fomentar una alternativa mucho mas saludable por sus innumerables beneficios: las grasas vegetales como el aceite de oliva.

Y es que esta no se trata de una recomendación nueva, sino que ya la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya pidió en 2018 una reducción en la producción de grasas trans, una medida también respaldada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

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Actualmente, el límite está marcado en 2 gramos de grasas trans por cada 100 gramos de grasas presentes en los alimentos, aunque muchos expertos recomiendan directamente disminuir su ingesta todo lo posible. 

“Se limitan los ácidos grasos trans porque se ha demostrado, a lo largo de numerosos estudios, que son realmente muy negativos para la salud porque inducen a enfermedad cardiovascular, diabetes y otras comorbilidades asociadas a enfermedades crónicas”, explica Ángel Gil, catedrático del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada y presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT).

Sin embargo, es importante tener en cuenta un matiz: no todas las grasas son iguales, ya que en general las grasas son esenciales para la vida, por lo que su distinción es de vital importancia.

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"La OMS, el Instituto de Medicina de Estados Unidos y la EFSA recomiendan que los adultos tomemos entre el 20% y el 35% de nuestra energía en forma de grasa", argumenta Ángel Gil, ganador del premio Sir David Cuthberson Lecture Award 2021. "Las grasas no sólo cumplen la misión de darnos energía, sino que también son componentes estructurales de nuestros tejidos y para la constitución de nuestras membranas celulares necesitamos grasa”.

Las grasas trans se producen durante un proceso de hidrogenación al que se somete el aceite vegetal y suelen encontrarse en productos de bollería y margarinas. 

Por otro lado, se encuentran las grasas saturadas, es decir, las presentes en productos de origen animal y algunos aceites vegetales, y también se recomienda que su consumo sea mínimo.

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Pero si tuviéramos que decantarnos por unas grasas, esas serían las insaturadas, ya que son las más saludables al estar formada por ácidos grasos esencialescomo el linoleico y linolénico, y se pueden obtener de productos como el aceite de oliva.

“Además, hay una grasa insaturada muy importante que es el ácido oleico, que está presente en el aceite de oliva y que es el componente mayoritario de todas nuestras células", añade el científico. "Tenemos aproximadamente un 40% de ácido oleico en nuestras membranas”.

La opción más saludable: el aceite de oliva

Por tanto, la Unión Europea ha concluido que una de las claves para llevar un estilo de vida saludable está en consumir menos grasas trans y apostar por grasas insaturadas como el aceite de oliva.

Y es que este alimento ayuda a mejorar los niveles de colesterol, reduciendo las posibilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular.

Estos beneficios se obtienen en parte gracias a unos compuestos bioactivos que le diferencian del resto, como son los insaponificables, que contienen grandes cantidades de vitamina E gracias a sus tocoferoles, pero también por otros como los escualenos, terpenos y polifenoles.

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"El consumo de aceite de oliva no solo tiene su influencia por tener ácido oleico, sino también por contar con compuestos bioactivos que se han demostrado en estudios epidemiológicos y de intervención que realmente ejercen un efecto muy beneficioso para la salud y para la prevención de numerosas enfermedades crónicas”, concluye Gil.

Organizaciones como la Interprofesional del Aceite de Oliva Español promueven su consumo a través de campañas de difusión del producto a nivel internacional, fomentando así un estilo de vida más saludable.