"Es bienvenida, pero no suficiente": UGT pide más al Gobierno y a su propuesta de herramienta para que las empresas informen sobre sus algoritmos laborales

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Reuters

El Ministerio de Trabajo y Economía Social presentó este viernes la guía práctica y la herramienta "sobre la obligación empresarial de información sobre el uso de algoritmos en el ámbito laboral". José Varela, responsable de Digitalización de una de las mayores centrales sindicales del país, UGT, da la bienvenida al documento con cierta frialdad.

Aunque la ley rider, en vigor desde hace un año, ya contempla la obligatoriedad de que las compañías informen a sindicatos y representantes de los trabajadoressobre los procesos automatizados que tienen implicaciones en lo laboral, lo cierto es que todavía no existía un documento marco que determinase cómo y qué información se debe compartir al respecto.

Sin embargo, este documento del Ministerio de Trabajo tampoco lo es. Es una guía con una serie de recomendaciones y una recopilación sobre la legislación a tener en cuenta. Con la ley rider se incluyó nueva normativa al Estatuto de los Trabajadores con el que las empresas deben cumplir con ese requisito, el de informar sobre algoritmos laborales a los representantes de los trabajadores.

La guía, por ello, detalla cómo y a través de qué mecanismos se puede solicitar esa información. O bien mediante el derecho individual, que contempla el RGPD, o el derecho a la información en el ámbito laboral, que compete a sindicatos y que contempla el Estatuto de los Trabajadores.

Este informe también incluye en su anexo una herramienta, que es una propuesta de formulario al que las empresas podrán recurrir para ofrecer toda la información que se le exija por parte de los representantes de los trabajadores. Pero José Varela, de UGT, considera que la guía, "que es muy bienvenida", aunque a su uso tampoco "obliga a nadie".

"Cuando vas a las empresas y les das un formulario para que lo rellenen, te dicen que no hay ningún reglamento que les obligue a usarlo. La respuesta te la pueden dar con otro tipo de cuestionarios y encuestas. Para nada es suficiente una guía de este tipo. En el mundo de la negociación colectiva, ya sea una empresa mediana o grande, todo esto es muy complicado", lamenta.

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"A todo lo relacionado con los algoritmos en el mundo laboral nos tenemos que acercar a través de 3 aspectos: el jurídico, el técnico y el de la negociación colectiva. La guía, en general, es un buen avance. Todo lo que aporte a que haya transparencia algorítmica es genial", avanza el responsable de Digitalización de la central sindical.

"Por su parte técnica es incuestionable la calidad y el valor de las personas expertas que han participado en su confección", continúa. "Nos ha llamado la atención la ausencia de sindicatos y patronales. Los sindicatos, sin ir más lejos, estamos participando en debates internacionales y a través de organismos de estandarización como el ISO".

Por último, "la parte de la negociación colectiva". Esta guía y esta herramienta "no obligan a nadie". "Es una ayuda que insisto en que es muy bienvenida, pero cuando vas a las empresas y les das un formulario para que lo rellenen te dicen que no hay ningún reglamento que les obligue a usarlo, y la consulta te la pueden responder con otros formularios".

Es cierto que, como recoge la propia guía que Trabajo presentó este viernes, la regulación estipula qué tipo de información se debe compartir y cómo hacerlo. La coordinadora del grupo de expertos que han confeccionado el documento, Gemma Galdon, es conocida por incidir en la idea de que los algoritmos no solo deben ser transparentes, también deben ser explicables.

En ese extremo coincide el propio Varela, de UGT, quien propone una modificación para que a la hora de presentar esta herramienta, esta no se limite a ser una propuesta en el ámbito del derecho a la información. Que sea un instrumento legítimo y legitimado en el ámbito de la negociación colectiva.

"Imaginemos que mañana un comité de empresa se acerca a una gran compañía y le manda el formulario que aparece en el anexo de esa guía. La empresa se puede negar. Mis deberes de información y consulta al respecto del artículo 64.4 del Estatuto del Trabajador —la ley rider— se puede cumplir de otra forma", enfatiza el secretario sindical.

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Pueden responder, así, "con un documento en el que la empresa te responda a las preguntas que quieran responder", desliza. "Lamentablemente, la excepción es encontrar empresas que sean transparentes: así de claro tengo que ser".

En el mundo de las plataformas de reparto, Varela concede que hay algunas empresas más avanzadas en el ámbito de la transparencia algorítmica. También pone de ejemplo a seguir al sector bancario. "A partir de ahí, salvo esas excepciones, cuando mandamos requerimientos a las compañías para hablar de algoritmos, la mayoría hacen mutispor el foro".

Además, "cuando a una empresa le pides que hagan el ejercicio de transparencia sobre algoritmos con el derecho a la información, si incumplen, la multa que pueden recibir de Inspección de Trabajo es disuasoria. Sin embargo, en otros derechos, como pueden ser la transparencia en contratación o en planes de igualdad, las cosas funcionan de otra manera".

Los especialistas que han elaborado el documento han hecho su trabajo, que Varela no cuestiona ni un ápice. Pide, eso sí, más ambición al Ministerio. El balón está en el tejado del departamento que dirige Yolanda Díaz. Varela participa en debates internacionales e incide en que una de las conversaciones recurrentes es cómo se debe explicar un algoritmo.

Ese balón podría bajar en algún momento de ese tejado. La propia guía presentada por el Ministerio de Trabajo abre la puerta a mejoras en el Estatuto de los Trabajadores por la vía de la negociación colectiva, "introduciendo por ejemplo la obligación de la empresa no solo de informar, sino también de negociar con la representación legal de la plantilla" esos algoritmos.

Hacia los prospectos para algoritmos

"Las cosas no deben ser interpretables, sino explicables. Imagina que le pido a una empresa cómo funciona el algoritmo de reparto de una compañía. No necesito que venga un licenciado en Física o un doctorado en Matemáticas con una pizarra. Lo que deben hacer es bajar a mi nivel y que sean capaces de explicarme cómo funciona", apunta.

La entrada en vigor de la ley rider estipula que las empresas deberán compartir algunos detalles e incluso variables con las que se alimenta un algoritmo. Con todo, se echa en falta mecanismos para que las compañías accedan a hacer esos ejercicios de transparencia sin lesionar el derecho a la Propiedad Industrial que pueda proteger a algunos de estos procesos automáticos.

"Si somos capaces de tomar medicamentos que son capaces de alterar nuestra vida, es porque existen prospectos, manuales, advertencias. Lo mismo tiene que haber para herramientas de software", expone el sindicalista.

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"Cuando hablamos de herramientas informáticas, hablamos de herramientas dedicadas al mundo del trabajo. No debería existir mucha diferencia entre la información que un trabajador puede recibir sobre el funcionamiento de una fresadora o de una app para la contabilidad de una pyme", mantiene.

"Si yo cuando trabajo con una fresadora tengo un certificado de la Unión Europea, un manual de instrucciones, advertencias sobre salud y riesgos laborales, guantes, gafas de protección, ¿por qué no existe lo mismo para herramientas que no son tangibles como los algoritmos? Esta es una de las grandes disonancias de las leyes".

A Varela también le llamó la atención el alegato a la modernización que se planteó en el acto en el que se presentó esta guía y esta herramienta. "Lo compro. Tenemos que mejorar en capacidades digitales y los sindicatos tenemos que modernizarnos".

"Pero no estaría de más hacer esa misma alegación cuando tenemos uno de los tejidos productivos empresariales menos digitales de Europa. O especialmente las administraciones públicas. Están bien las recetas para los demás para digitalizarse, pero igual habría que empezar por uno mismo antes de dispensar consejos a los demás".

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