El Universo es un holograma: la teoría final de Stephen Hawking, explicada por su colaborador más cercano

Stephen Hawking
Stephen Hawking

REUTERS/Charles W Luzier

  • Esta es la teoría en la que trabajó Hawking hasta el momento de su muerte junto al científico y colaborador Thomas Hertog.
  • Esta investigación obliga a matizar una hipótesis anterior del físico sobre los universos infinitos.

¿Cómo el Big Bang pudo crear unas condiciones tan perfectamente óptimas para la vida? Esa es la cuestión que se planteó Stephen Hawking junto a un colaborador para comenzar un doctorado y se acabó convirtiendo en una teoría en la que trabajó hasta su muerte.

Comenzó en 1998, cuando Hawking contrató a Thomas Hertog como estudiante de doctorado para investigar en la teoría cuántica del Big Bang, un trabajo que acabó durando 20 años.

Los científicos se centraban en cuestionarse el cómo del inicio de todo y el aprendiz que era Hertog cuenta como Hawking hablaba con esperanza de poder descifrar el enigma del diseño cósmico.

La idea de que el tiempo tuvo un principio en el Big Bang nació en 1930 por el sacerdote-astrónomo belga Georges Lemaître. Albert Einstein la rechazó por ser cercana a la religión, pero a Hawking le parecía de lo más interesante.

La teoría que Hawking defendió hasta el final de su vida habla del Universo como una proyección holográfica a partir del momento del Big Bang. De hecho, señala que pueden existir otros universos muy similares e incluso dejan pautas matemáticas para buscarlos.

 

El multiverso

Esto matiza una hipótesis anterior del propio Hawking, que decía que, a partir del Big Bang, el Universo se expandió a partir de un punto minúsculo en un proceso llamado inflación, lo que creaba infinitos universos o "mutiversos".

Así, se planteaba el problema de que, si existen infinitos universos con infinitas variaciones en sus leyes físicas, no hay manera de predecir en qué Universo están viviendo. 

La teoría Hawking y Hertog propone, en su lugar, que todos los universos existentes comparten las mismas leyes de la física. Así, lo que se puede aplicar a este, es también al resto. De hecho, el propio Hawking señaló poco antes de morir que nunca había sido "un fan" de la idea del "multiverso".

"No estamos reducidos a un único Universo, pero nuestros hallazgos implican una reducción considerable del 'multiverso', hasta un abanico mucho más pequeño de universos posibles", defendía el físico.

De este modo, Stephen y Hertog visualizaban la idea de que el cosmos es un holograma como un círculo, donde existe otro círculo exterior que representa un holograma atemporal formado por innumerables cúbits entrelazados.

El círculo muestra la evolución de un Universo en expansión que se proyecta hacia abajo. El origen del Universo se encuentra en el centro y se expande hacia el exterior en dirección radial.

Funciona como si hubiera un código operando en los cúbits entrelazados que originan el Universo y su resultado es lo que se percibe como el flujo del tiempo.

Al adoptar una visión más borrosa del holograma, se aventura más atrás en el tiempo, hacia el interior del círculo, como si se alejara una imagen. Pero al final se acaban los bits. Este es el origen del tiempo, según esta teoría.

Siguiendo esta línea, no puede haber nada antes del Big Bang, porque el pasado que emerge holográficamente no se extiende más atrás. Asimismo, el Big Bang surge de la holografía no tanto como el principio del tiempo, sino más bien como el principio de las leyes.

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