El único banco central del mundo que ha huido de los tipos negativos no tiene previsto volver

Un hombre con mascarilla pasea en Estocolmo (Suecia)
  • 6 meses después de que el Riksbank, el banco central sueco, elevase sus tipos al 0%, sus responsables han reiterado esta pasada semana que no tienen previsto dar marcha atrás ante el impacto del coronavirus, según declaraciones recogidas por Bloomberg.
  • Los portavoces del banco central escandinavo han señalado que su balance es su principal herramienta para hacer frente al efecto negativo de la pandemia en el crecimiento, que se prevé que contraerá más de un 6% su PIB en 2020.
  • Mientras, el Banco Central Europeo, la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco de Dinamarca, el de Suiza y el de Japón mantienen sus tipos en negativo y el Banco de Inglaterra podría unírseles próximamente, según Citigroup. 
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En junio de 2014, el tipo de interés que el Banco Central Europeo (BCE) cobra a las entidades de la eurozona por depositar fondos, se situó por primera vez en negativo, debido a una serie de políticas monetarias para reflotar la economía tras la Gran Recesión y mantener a raya a la deflación. 6 años después, los tipos del BCE y de otros 4 grandes bancos centrales de todo el mundo siguen en negativo y el Banco de Inglaterra podría sumarse pronto a este grupo.

Sin embargo, no todos los gobernadores de bancos centrales parecen tan convencidos del éxito de este tipo de medidas para favorecer la recuperación de la economía tras la pandemia de coronavirus. Este es el caso del Riksbank, el banco central de Suecia, que abandonó los tipos de interés negativos de forma oficial el pasado mes de diciembre y, 6 meses después, sus responsables parecen convencidos de haber tomado la decisión correcta, según avanza Bloomberg.

De este modo, los portavoces del Riksbank han reiterado esta pasada semana que no tienen previsto dar marcha atrás en su decisión de elevar los tipos al 0% ante el impacto del coronavirus, señalando que su balance es su principal herramienta para hacer frente al efecto negativo de la pandemia en el crecimiento del país, que se prevé que se contraerá más de un 6% su PIB en 2020 pese a no haber aplicado medidas de confinamiento.

Leer más: La economía de Suecia probablemente no se beneficiará de su decisión de evitar el confinamiento, según adelantan los analistas

Pese a no compartir la misma política económica que el BCE, la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco de Japón, el de Suiza o del de su vecina Dinamarca, eso no ha impedido que el Riksbank inyectar unas 300.000 millones de coronas suecas (en torno a 28.500 millones de euros) para paliar los efectos del coronavirus en su economía mediante medidas de flexibilización apoyadas en deuda gubernamental.

La mayoría de expertos prevén que el Riksbank decida ampliar estas inyecciones a lo largo de este año y la mitad de ellos esperan que esa decisión se tome en la reunión del banco central del próximo miércoles, según adelanta Bloomberg, aunque sí dan por sentado que no habrá cambios en los tipos de interés, dado que aseguran que daña a los fondos de pensiones y aumenta la posibilidad de que los bancos introduzcan tipos negativos en los ahorros de las familias que están depositados en sus arcas. 

Para el economista de Nordea Torbjorn Isaksson ha afirmado que "no se puede descartar un recorte de tipos una vez que la economía esté en un terreno más sólido", aunque dejando claro que su previsión es que "esto no sucederá", dado que considera que, si los tipos vuelven a negativo ahora, "existe un grave riesgo de que estas políticas sean permanentes".

Mientras, Knut Hallberg, economista de Swedbank, destaca que su "escenario principal es que el Riksbank no decidirá si expandirá el marco hasta su reunión de septiembre", ha asegurado a Bloomberg, "aunque existe la posibilidad de que  quiera anunciar ya una decisión de tipos, por lo menos para evitar que la corona sueca se aprecie demasiado este verano". Hallberg ha pronosticado una recuperación "dolorosamente lenta", destacando el riesgo de un nuevo brote.

Sin embargo, aunque Suecia haya decidido no volver a la senda de los tipos negativos, otro banco central europeo podría hacerlo próximamente. Se trata del Banco de Inglaterra que, según ha adelantado Citigroup, probablemente reducirá sus tipos al -0,1% a mediados de 2021 si el país no logra un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE).

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