Todos los efectos secundarios que he notado, día a día, después de recibir la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus

Joy Henningsen,
Joy Henningsen receiving the second dose of the Pfizer COVID-19 vaccine on January 7.

Joy Henningsen 

  • La doctora Joy Henningsen, radióloga en un centro médico de Alabama (Estados Unidos), recibió la primera dosis de la vacuna de Pfizer y BioNTech el 17 de diciembre y la segunda el pasado jueves 7 de enero.
  • Henningsen relata su experiencia tras recibir ambas dosis, así como los efectos secundarios que experimentó, más patentes después de la última inyección.
  • En todo caso la doctora Henningsen afirma que, tras ver en primera persona lo que provoca el COVID-19, prefiere pasar una noche sintiéndose fatal en el sofá que pasar el virus y anima a todos a vacunarse.
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Tuve la gran suerte de recibir la dosis inicial de la vacuna Pfizer contra el COVID-19 el 17 de diciembre, la primera semana que se ofreció en los Estados Unidos fuera de las fases de ensayo clínico. 

Mi hospital recibió las dosis en el primer envío nacional y todos los trabajadores sanitarios de mi hospital que mostraron interés a través de una encuesta recibieron la vacuna, entre las que fui incluida. 

Apenas sentí la primera inyección, más allá de un dolor muy sutil en el brazo que tuve al día siguiente

También me inscribí para registrar mis síntomas en la herramienta de seguimiento de síntomas puesta en marcha por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos (CDC). Mis informes fueron sencillos; afortunadamente, como era de esperar, no tuve síntomas que impactasen mi vida o actividades de ninguna manera.

Me pregunté si tendría la misma suerte después de la segunda dosis, ya que son más las personas que han asegurado sufrir efectos secundarios incómodos tras esa inyección.

Antes de saber cómo reaccionaría mi cuerpo a la segunda dosis, me preparé para la posibilidad de sentirme mal 1 o 2 días después

Henningsen prepared washcloths, a thermometer, and over the counter pain medications for after the shot.

Joy Henningsen 

Si hubiese podido, habría pedido el día libre después de la segunda dosis para sentirme más segura.

Sin embargo, no fue posible, así que llené la nevera de comida antes de recibir la inyección y compré los mismos artículos que si tuviese un resfriado o gripe (agua, sopa, galletas saladas, etc.). También me aseguré de que mis mascotas tuvieran suficiente comida y agua.

Además de comida y bebida, improvisé una "valija de vacunas" con otros suministros para tener a mano

Esa pequeña bolsa incluía un termómetro para controlar mi temperatura y algunos remedios para calmar la fiebre. Para combatir el contraste entre la fiebre y los escalofríos que algunas personas habían reconocido sufrir, metí unos paños para usar como compresas frías. También metí una manta con peso y un edredón de plumas cerca de mi cama.

Recibí la vacuna la tarde del 7 de enero. Aquí está mi reacción hora por hora

The second dose of the COVID-19 vaccine that Henningsen received.

Joy Henningsen 

3 p.m. (Hora cero): Recibí la segunda dosis de la vacuna Pfizer, sin reacción inmediata.

9 p.m. (6 horas después): Me sentí bien hasta seis horas después, cuando comencé a sentir una sensación de malestar (la palabra médica para ese sentimiento vago cuando sabes que algo no está del todo bien).  

Pronto siguieron dolores musculares leves, así como dolor en el lugar de la inyección similar a la vacuna contra el tétanos, es decir, un poco peor que una contra la gripe.

8 de enero, primer día después de la inyección

3 a.m. (12 horas después): Me desperté con fiebre, escalofríos e insomnio.

5 de la mañana. (14 horas después): Hubo una mejora en la fiebre y los escalofríos, pero, cuando me desperté, los dolores musculares persistieron y apareció también el de cabeza, similar al que sentiría al saltarle mi café matutino.

11 a. M. (20 horas después): Todavía tenía dolor de cabeza y la fiebre y los escalofríos regresaron y persistieron durante todo el día, junto con el agotamiento y una sensación general de 'bah'.

11 p.m. (32 horas después): Todavía tenía dolor de cabeza, fiebre y escalofríos cuando me fui a la cama a las 11 p.m.

9 de enero, dos días después de la inyección

Me desperté sudado, probablemente por escalofríos y sudores nocturnos leves. Me subí a la báscula y vi que había perdido alrededor de 1,8 kilos desde que me pesé la mañana de la inyección el 7 de enero. Esta pérdida pudo deberse en parte a la deshidratación y, por otro lado, como efecto secundario de mi cuerpo luchando contra lo que se pensaba que era el COVID-19.

3 p.m. (48 horas después): Me sentí totalmente normal.

10 de enero, tres días después de la inyección

Me sentí bien todo el día. Hice ejercicio por la mañana y la mayor parte del peso volvió cuando aumenté mi ingesta de agua.

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En general, todos mis síntomas fueron leves y un precio muy bajo a pagar por la protección contra COVID-19. Creo que la incomodidad temporal no debería ser un impedimento para recibir la vacuna, y sé que estos síntomas son una señal de un sistema inmunitario robusto y que mi cuerpo se está preparando para combatir el coronavirus, exactamente lo que se supone que debe hacer.

Es importante que estemos preparados para la posibilidad de estos efectos secundarios

Henningsen with her vaccine form.

Joy Henningsen 

La vacuna Pfizer ha sido examinada por los organismos reguladores (la Administración de Medicamentos y Alimentos en Estados Unidos y la Agencia Europea de Medicamentos en Europa), que han determinado que es completamente segura.

Millones de personas deben estar preparados para los posibles efectos secundarios de las vacunas COVID-19 autorizadas como fatiga, dolor de cabeza, dolores musculares, fiebre y escalofríos, que son más comunes con la segunda dosis. Para la mayoría, estos efectos potenciales pueden ser incómodos, pero no resultarán una amenaza.

Diferencias entre las vacunas contra el coronavirus: Oxford-AstraZeneca, Pfizer-BioNTech y Moderna

Según las últimas estimaciones del doctor Anthony Fauci, homólogo de Fernando Simón y cara visible de la lucha contra la pandemia del coronavirus, se necesita que aproximadamente el 90% de las personas estén vacunadas para lograr la inmunidad colectiva y poder reanudar la vida normal. Es nuestra responsabilidad cívica vacunarnos de acuerdo con el régimen de dosis recomendado para poner fin a la pandemia.

Es inteligente prepararse para la posibilidad de que la segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19 autorizada sea un poco más dura de lo que te puedes imaginar. Aún así, habiendo visto ltodo lo que el SARS-CoV-2 puede provocar en el cuerpo, puedo decir que preferiría pasar una noche sintiéndome fatal en el sofá viendo Netflix que el COVID-19.

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