La vacuna de Johnson & Johnson tiene algunas características únicas que la convierten en la mejor herramienta para acabar con la pandemia, según un experto en logística

Vacuna contra el coronavirus de Johnshon & Johnson
REUTERS/Dado Ruvic
  • La vacuna contra el COVID-19 de Johnson & Johnson podría ser una de las herramientas más eficaces para acabar con la pandemia, según un experto en logística.
  • Destaca que porque puede producirse rápidamente y requiere únicamente una dosis.
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En los próximos años, el despliegue de la vacuna COVID-19 se considerará un esfuerzo histórico entre el sector público y el privado, pero todavía queda mucho por hacer.  

Según señala a Business InsiderSanchoy Das, profesor del Instituto Tecnológico de Nueva Jersey (EEUU) y especialista en ingeniería de la cadena de suministro y logística, el éxito del despliegue sólo puede producirse con una cadena de suministro sólida y transparente. 

"Los requisitos logísticos para la producción y el aumento de la demanda pública de vacunas a tiempo están en una escala sin precedentes, pero la aprobación de la vacuna de Johnson & Johnson (J&J) puede ser lo que este esfuerzo necesita", señala.

El CEO de Johnson & Johnson dice que habrá que vacunarse cada año contra el coronavirus

Según el experto, desde la perspectiva de la cadena de suministro, la vacuna de J&J es una de las herramientas más eficientes disponibles para acelerar el fin de la pandemia. La nueva vacuna crea beneficios en la cadena de suministro que permiten una producción rápida, eficiente y segura, y la producción de cualquier vacuna es el primer paso para poner fin a la crisis sanitaria. 

Ventajas para alcanzar los objetivos

Como señala Das, la vacuna de J&J ofrece varias ventajas para alcanzar los objetivos de vacunación. Las vacunas en producción —como las vacunas de ARN mensajero de Pfizer y Moderna— se desarrollaron más rápidamente, pero requieren actualizaciones tecnológicas en algunas instalaciones de producción existentes. 

Sin embargo, la de J&J es como las que se han producido siempre, por lo que las plantas existentes pueden empezar a fabricarla de inmediato. 

"Una vez producida, la vacuna de J&J será más fácil de almacenar y enviar, ya que la tecnología de cadena de frío existente será suficiente y no serán necesarias instalaciones extremadamente frías", asegura.

Por otro lado, explica, una vacuna de una sola dosis –y, por tanto, una sola jeringuilla– como esta también crea menos desafíos logísticos tanto para los distribuidores como para los pacientes. 

"Si se multiplica ese ahorro por millones, se reducen el tiempo de producción, la energía y los recursos", sostiene Das. 

Que solo requiera una inyección elimina por tanto la necesidad de una segunda cita y el almacenamiento de la segunda dosis.

"Necesitamos absolutamente todas las herramientas posibles para acelerar la vuelta a la normalidad: la vacuna de J&J es clave. En cuanto a las cifras, la distribución eficiente de esta alternativa podría tener un enorme impacto positivo en el calendario de vacunación", señala Das, en referencia al proceso  en Estados Unidos.

El pasado 16 de febrero de 2021, la Agencia Europea del Medicamento recibió la solicitud de autorización de comercialización de la vacuna de Johnson & Johnson. Los resultados de sus ensayos clínicos de fase 3 fueron positivos y su eficacia y seguridad cumplen con los estándares requeridos para su aprobación por el organismo europeo.

Vacunación en España y Europa: lenta y lejos del objetivo 

España inició el 27 de diciembre la administración de las dosis de Pfizer y BioNTech, a las que pronto se sumaron la vacuna de Moderna y, más recientemente, la de AstraZeneca.

Sin embargo, de ser aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento, puede que en un corto periodo de tiempo a estas dosis se les unan las de las vacunas de Johnson & Johnson/Janssen, Novavax, CureVac y Sputnik V.

Las primeras personas que recibieron la vacuna en España han sido los ancianos residentes en centros de mayores (que representan alrededor de la mitad de las muertes por COVID-19 en nuestro país), el personal sanitario de primera línea y los grandes dependientes. Los siguientes en la línea de prioridad de vacunación son las personas mayores de 80 años y trabajadores esenciales expuestos al virus, como profesores o las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

De momento, en España se han administrado más de 4,47 millones de vacunas, el 80,1% de las recibidas. El 2,84% de la población ya ha recibido ambas dosis.

Según publica eldiario.es, al ritmo actual, tardaríamos 1 año y 4 meses en vacunar al 70% de la población con dos dosis.

La Unión Europea también ha sido criticada por la lentitud de su campaña de vacunación. Según cifras de Our World in Data, al 26 de febrero, los países de la UE habían administrado solo 6,8 dosis de vacunas por cada 100 personas. En contraste, el Reino Unido había administrado 29 por cada 100 personas y Estados Unidos, 20,6.

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