La vacuna no será suficiente para combatir la pandemia del coronavirus, según anticipa el CEO de una de las farmacéuticas más grandes del mundo

Las vacunas por sí solas no serán suficientes para combatir el COVID-19 y los tratamientos serán esenciales, según el CEO de Novartis, Vas Narasimhan.

Es probable que no haya suministros significativos de vacunas altamente eficaces hasta finales del próximo año, según Narasimhan. Incluso una vez que la vacuna esté en el mercado, esta probablemente no protegerá a todos, como ocurre con la gripe estacional.

Los primeros datos de las farmacéuticas más avanzadas en la carrera por la vacuna probablemente llegarán este otoño, y Pfizer predice que tendrá resultados en octubre.

Novartis espera datos de un gran estudio que demuestre si su antiinflamatorio canakinumab puede ayudar a los pacientes severos de COVID-19 para finales de octubre o principios de noviembre, dijo Narasimhan. Junto con su socio Incyte, la compañía también está estudiando un medicamento contra el cáncer de médula ósea llamado ruxolitinib en pacientes con COVID-19 cuyo sistema inmunológico se ha puesto en marcha y ha comenzado a atacar sus propios cuerpos, según recoge Bloomberg.

La compañía farmacéutica suiza y otros 15 fabricantes de medicamentos emitieron un compromiso conjunto con la Fundación Bill y Melinda Gates el miércoles prometiendo, entre otras cosas, apoyar la asignación justa de vacunas a nivel mundial. 

También pidieron que se "eliminaran las consideraciones políticas injustificadas" del proceso de aprobación de medicamentos, vacunas y tests.

La vacuna de Moderna parece segura y muestra signos de eficacia en adultos mayores

Los resultados de un estudio de la vacuna de Moderna en adultos mayores mostraron que producía anticuerpos neutralizantes del virus a niveles similares a los observados en adultos más jóvenes, con efectos secundarios más o menos iguales a los de las vacunas contra la gripe, dijeron los investigadores el martes.

El estudio, que aparece en New England Journal of Medicine y que recoge Reuters,refleja en mayor medida la seguridad de la vacuna en los adultos mayores, un grupo que está en mayor riesgo de presentar complicaciones graves por la enfermedad. 

El estudio complementa el que ya se realizó en personas de 18 a 55 años. 

En esta ocasión, se probaron 2 dosis de la vacuna de Moderna (25 microgramos y 100 microgramos) en 40 adultos de 56 a 70 años y 71 años o más.

En general, el equipo descubrió que en los adultos mayores que recibieron 2 inyecciones de la dosis de 100 microgramos con 28 días de diferencia, la vacuna produjo respuestas inmunológicas aproximadamente iguales a las observadas en los adultos más jóvenes.

Moderna ya está probando la dosis más alta en un gran ensayo de fase III, la etapa final antes de solicitar la autorización o aprobación de emergencia.

Los efectos secundarios, que incluían dolor de cabeza, fatiga, dolores corporales, escalofríos y dolor en el lugar de la inyección, se consideraron principalmente de leves a moderados.

Sin embargo, en al menos 2 casos, los voluntarios tuvieron reacciones graves: uno presentó fiebre alta (39°C) y otro desarrolló una fatiga tan severa que impidió temporalmente las actividades diarias. Ambos casos se resolvieron rápidamente.