Los interrogantes y obstáculos por resolver de la vacuna de Pfizer contra el coronavirus
- Los resultados de la vacuna de Pfizer han despertado el optimismo en los mercados y en la población ante la posibilidad de estar ante el principio del fin de la pandemia.
- La compañía ha asegurado que su vacuna previene el 90% de los contagios, pero expertos advierten de que hay que ver los datos reales y no solo el comunicado de prensa.
- Además, aun de confirmarse la eficacia, la vacuna seguirá enfrentándose a la incertidumbre de la duración de la inmunidad y a los retos de la distribución.
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La semana ha comenzado con los prometedores resultados de la vacuna experimental contra el coronavirus de Pfizer en la última fase de su ensayo clínico, mostrando una efectividad del 90% en la prevención de contagios de COVID-19.
La cifra ha sorprendido incluso a la propia industria, que siempre fijó las expectativas de la eficacia en un porcentaje menor.
Sin duda, la noticia supone un paso decisivo para frenar la pandemia de coronavirus en un momento en el que el número de casos confirmados en todo el mundo supera los 50 millones y ha despertado el optimismo entre la población y en los mercados, que prevén una recuperación económica en 2021 gracias a la vacuna.
Sin embargo, varios expertos han advertido de que los datos comunicados por Pfizer todavía no permiten celebrar victoria.
De hecho, la compañía ha comunicado los prometedores resultados mediante un comunicado de prensa y no a través de un estudio en una revista científica, algo muy criticado por los expertos del sector que ya advirtieron en contra de este tipo de comunicación cuando Moderna hizo lo mismo.
"Necesitamos ver los datos reales y necesitaremos resultados a más largo plazo", ha asegurado Jesse Goodman, profesor de enfermedades infecciosas de la Universidad de Georgetown
Estos son los interrogantes que quedan sin resolver.
La vacuna tendrá que demostrar su eficacia en todos los subgrupos y todavía no está claro exactamente cómo funciona
La declaración de la empresa "no nos dice en absoluto lo que realmente han logrado", asegura Michael Osterholm, director del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota, tal y como recoge Bloomberg. "Es muy pronto para definir lo que esta nueva investigación sobre la vacuna nos muestra".
Los expertos consultados por el diario aseguran que los datos no revelan qué tipo de casos son los que se están previniendo ni cómo funciona la vacuna en las personas mayores y otros grupos vulnerables.
William Haseltine, un ejecutivo biotecnológico y experto en enfermedades infecciosas, ha explicado a Business Insider que el principal problema es que el ensayo de la compañía ha sido diseñada para ver si había menos casos de COVID-19 sintomáticos en personas que recibieron la vacuna en lugar del placebo.
Esto plantea una distinción crucial que podría tener una gran influencia en la respuesta a la pandemia: ¿Esta vacuna previene tanto la infección como la enfermedad?
El ensayo de Pfizer y los estudios en curso de otros desarrolladores de vacunas contra el coronavirus no están probando de forma regular a voluntarios para medir las infecciones asintomáticas. Esto puede significar que las personas vacunadas podrían convertirse en portadores asintomáticos del virus y expandirlo sin saberlo.
"Este punto es importante y no creo que la mayoría de la gente lo aprecie", explica Haseltine.
El experto también ha planteado la pregunta de si la vacuna reduce la gravedad de la enfermedad y si esto afecta al número de hospitalizaciones y muertes.
De nuevo, los hallazgos del estudio están limitados por su objetivo principal, que no distingue entre un paciente de COVID-19 leve y aquellos que están gravemente enfermos.
Finalmente, el comunicado de Pfizer tampoco menciona si la vacuna puede ser efectiva en diferentes subgrupos como la gente mayor, que son susceptibles a los peores efectos del virus.
La profesora de inmunología y enfermedades infecciosas de la Universidad de Edimburgo, Eleanor Riley, también asegura que hay que conocer cómo de graves fueron las infecciones usadas en el ensayo, y qué edad tenían los participantes.
Tampoco se sabe cuánto durará la inmunidad
Reuters/ LISI NIESNER
En otra entrevista anterior con Business Insider España, Isabel Sola, científica titular y codirectora junto a Luis Enjuanes del laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), explicó que la duración de la inmunidad sería un interrogante en cualquiera de las vacunas que llegara al mercado con éxito.
"No sabremos cuánto dura la inmunidad, porque no habrá dado tiempo a seguir a los voluntarios durante mucho tiempo", reconocía Sola, "pero será el único interrogante. Por lo demás, serán seguras e inducirán inmunidad".
Richard Hatchett, director ejecutivo de la Coalición para las Innovaciones en la Preparación para las Epidemias, coincidió en que si una vacuna tiene éxito, podría haber incertidumbres sobre la durabilidad de la protección y la frecuencia con la que las personas pueden necesitar inyecciones de refuerzo, según recoge Bloomberg.
"Solo llevamos unos meses en esto, tenemos que esperar los datos completos, y la pregunta clave es que, si protege, no sabemos cuánto tiempo durará esa protección", aseguraba también el editor de medicina de la BBC, Fergus Walsh.
"La pregunta clave sigue centrada en el tiempo", declara a Bloomberg Michael Kinch, experto en desarrollo de fármacos y vicerrector asociado de la Universidad de Washington. "¿Nos dirá el tiempo que la protección permanece para la población en general?".
La distribución se complica todavía más con el sistema de refrigeración que requiere la vacuna
Hatchett señala también que, incluso si todo va bien, la distribución de una vacuna se vería seriamente limitada.
"La producción va a ser un reto mayúsculo: nunca antes de la historia de la humanidad hemos necesitado 15 billones", reflexionaba Miguel Fernández, CEO de Merck en España, en el Smart Business Meeting sobre la industria farmacéutica organizado por Business Insider España.
En el caso de Pfizer, el reto es todavía mayor, puesto que la conservación de sus vacunas requiere de un sistema de refrigeración que las mantenga a 70 grados bajo cero.
"En España y en general en países avanzados tenemos redes logísticas potentes para garantizar la cadena del frío", ha asegurado Fernández, que hizo un llamamiento a la colaboración en el sector para asegurarse de que los países del Tercer Mundo puedan acceder a las vacunas.
En una entrevista concedida hoy a TVE, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha reconocido que "la vacuna tiene características de conservación que la hacen singular", pero ha asegurado que "la propia compañía ha previsto esto y ha facilitado los medios logísticos que harán que no tengamos ningún tipo de problema en ese sentido ni en nuestro país ni en ningún país de la Unión Europea".
Sin embargo, las compañías aéreas, de las que dependerá gran parte de la capacidad de distribución de la vacuna, han asegurado que es probable que pasen hasta dos años antes de que llegue a toda la población mundial.
Una tecnología novedosa que necesitará seguimiento
Los expertos consultados por Bloomberg también señalan que la vacuna ha sido creada con ARN mensajero, una plataforma tecnológica que hasta la fecha no ha producido ninguna vacuna aprobada para uso humano.
Aunque el éxito de Pfizer representaría buenas noticias para todas las demás vacunas que se están desarrollando siguiendo esta técnica, también implica que habrá que mantener una vigilancia estricta mientras la vacuna se administre de forma masiva a toda la población.
"Será crucial rastrear la seguridad y eficacia en las próximas semanas y meses", asegura Kinch, el experto de la Universidad de Washington. "Al menos, hemos aprendido que necesitamos mirar a largo plazo".
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