Un estudio reciente confirma que la vacuna de Pfizer ha evitado los casos graves de COVID-19 en Israel

Un estudio de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades estadounidenses (CDC, por sus siglas en inglés) sobre la vacunación en Israel muestran la caída de los casos severos de COVID-19 tras la inyección.

Publicado este viernes en Morbidity and Mortality Weekly Report, el estudio muestra que se ha reducido el número de pacientes que ha necesitado respiración asistida, lo que sugiere una caída de las formas más graves de la enfermedad.

Aunque los datos son preliminares, los investigadores defienden "la prueba de la efectividad de las vacunas a la hora de prevenir casos graves de COVID-19 a nivel nacional en Israel".

Israel empezó a vacunar masivamente a su población a finales de diciembre, llegando incluso a inyectar la solución en bares. Además, este mes el 84% de las personas mayores de 70 años han recibido las 2 dosis.

Entre octubre y febrero, el número de pacientes de este rango de edad que necesitó respiración asistida cayó, al mismo tiempo que la cifra aumentaba en el rango de menores de 50, un grupo que no estaba siendo vacunado.

Pfizer probará una tercera dosis de refuerzo para mejorar su vacuna de COVID-19 contra nuevas variantes

Si bien la efectividad durante los ensayos alcanzó el 95%, los datos en Israel dan una idea sobre cómo funciona en el descontrol de la vida real. No obstante, los investigadores implicados en el estudio señalan una serie de factores que podría haber influido en las cifras, como la entrada de variantes del coronavirus en el país y el confinamiento que comenzó el 8 de enero, poco después de Navidad.

Otro informe de Reino Unido revela que una sola inyección de la vacuna de la misma biotecnológica reduce el riesgo de infección en un 70% y que el porcentaje aumenta hasta el 85% tras la segunda dosis.

"Esto sugiere que la vacuna también puede ayudar a interrumpir la transmisión del virus, ya que no se puede propagar el virus si no se tiene la infección", señala Public Health England en un comunicado.