A medida que se acerca el invierno, la gente se está preparando para una doble pandemia inminente: la amenaza del coronavirus y la gripe.
En el último mes, los casos de coronavirus han aumentado en todo el mundo. Mientras tanto, el comienzo del frío y seco clima invernal en el hemisferio norte anuncia el comienzo de la temporada de gripe. Así que los funcionarios de salud pública de Estados Unidos y Europa están presionando a la gente para que se vacunen contra la gripe. Las vacunas estacionales reducen el riesgo de contraer la gripe hasta en un 60%, y también reducen la gravedad de la enfermedad en caso de contraerla.
Pero la vacuna puede producir otro beneficio importante: puede reducir las posibilidades de contraer la COVID-19.
Un nuevo estudio preliminar, del que ha informado primero Scientific American, revela que los trabajadores de la salud que recibieron la vacuna contra la gripe antes de la temporada 2019-2020 fueron un 39% menos propensos a dar positivo por coronavirus en junio.
"La vacunación contra la gripe puede contribuir no solo a la reducción de la enfermedad, sino también a la carga de pacientes con COVID-19 en el sistema de salud", escriben los autores del estudio.
Las vacunas pueden entrenar a nuestro sistema inmunológico para luchar contra otros virus
Para el nuevo estudio, los investigadores han examinado los datos de unos 10.600 empleados del Centro Médico de la Universidad de Radboud en los Países Bajos. De ese grupo, descubrieron que 184 trabajadores de la salud habían dado positivo para el coronavirus para el 1 de junio. Así que observaron quién de todos los empleados se había vacunado contra la gripe durante el invierno.
Los autores del estudio identificaron que el 2,23% de los trabajadores de la salud que no se habían vacunado contra la gripe dieron positivo en la prueba de COVID-19, mientras que solo el 1,33% de los empleados vacunados lo hicieron.
Otros dos estudios recientes de Italia apuntan una tendencia similar: las tasas de coronavirus resultaron ser más bajas entre los italianos mayores de 65 años que se habían vacunado contra la gripe.
Los hallazgos también coinciden con investigaciones anteriores que sugieren que incluso las vacunas dirigidas a un virus específico, como el sarampión o la poliomielitis, pueden ayudar a entrenar al cuerpo para que también luche contra otros invasores.
Cuando una persona se enferma, el sistema inmunológico produce proteínas de anticuerpos que reconocen y neutralizan ese virus, y luego recuerdan ese virus la próxima vez que invade, lo que se conoce como respuesta inmunológica adaptativa. Pero el cuerpo también posee una respuesta inmune innata: una defensa más rápida y general de los glóbulos blancos contra cualquier patógeno. Las vacunas pueden ayudar a aumentar la capacidad de esa respuesta inmunológica innata a través de un proceso llamado inmunidad entrenada.
La inmunidad entrenada es cuando las células inmunitarias innatas del cuerpo se reprograman para reaccionar más rápida y eficientemente a futuras invasiones debido a la exposición a gérmenes a lo largo del tiempo, como una bomba que se está preparando.
Los autores del nuevo estudio también investigaron lo que sucede cuando las células sanguíneas humanas se exponen a la vacuna contra la gripe y luego se infectan con el coronavirus. Llegaron a la conclusión de que las células expuestas a la vacuna desarrollaron una respuesta inmunológica mejor entrenada al coronavirus que las células no expuestas. Esto se debió principalmente a la producción de proteínas inmunes llamadas citoquinas que combaten las infecciones.
Los investigadores también intentaron exponer las células a la vacuna contra la gripe y a la vacuna BCG, que ataca la tuberculosis. La exposición a ambas vacunas creó un efecto sinérgico, según los resultados, aumentando aún más la producción de citoquinas de las células.
Los científicos aún necesitan más pruebas de que las vacunas contra la gripe ayudan a proteger contra COVID-19
Los expertos dicen que se necesitan más pruebas para determinar si realmente existe una relación entre la vacuna contra la gripe y un menor riesgo de contraer el coronavirus.
"Este es un estudio intrigante, pero no proporciona evidencia definitiva", asegura a Scientific American Ellen Foxman, inmunobióloga de la Escuela de Medicina de Yale que no participó en el estudio.
Podría haber otras razones por las que los trabajadores de la salud que no se vacunaron contra la gripe terminaron con índices ligeramente más altos de COVID-19. Es posible, por ejemplo, que las personas que se vacunaron contra la gripe simplemente también fueran más propensas a tomar más precauciones durante la pandemia, señala Foxman.
Los trabajadores sanitarios del estudio también tuvieron niveles variables de contacto directo con los pacientes del hospital, lo que podría haber afectado los resultados. Y los investigadores no recopilaron información sobre si los trabajadores tenían otras condiciones de salud que aumentaran su riesgo, así que eso también podría ser un factor.
"En cuanto a decirle a la gente que se ponga la vacuna contra la gripe porque puede protegerlo de COVID, es un poco exagerado en este momento", advierte Foxman.
Pero añade que debería vacunarse contra la gripe de todos modos, ya que, por supuesto, "te protegerá de la gripe".
La gripe puede ser mortal
Alrededor del 0,1% de las personas que contrajeron la gripe murieron en Estados Unidos el año pasado, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Eso es de cinco a diez veces más bajo que la tasa de mortalidad por infección de COVID-19.
Pero la gripe no es un juego de niños. Cada año, la gripe estacional mata a decenas de miles de estadounidenses. El año pasado, hubo más de 18 millones de visitas médicas relacionadas con la gripe y 405.000 hospitalizaciones en Estados Unidos
Según la Organización Mundial de la Salud, cada año se producen entre 290.000 y 650.000 muertes relacionadas con la gripe en todo el mundo.
A diferencia del nuevo coronavirus, el virus de la gripe muta muy rápidamente, dando lugar a la aparición de nuevas cepas que socavan la inmunidad de las personas. Por eso tenemos que vacunarnos contra la gripe cada año, y también por eso las vacunas contra la gripe no siempre son 100% efectivas.