Las vacunas de Pfizer y Moderna podrían proteger contra el coronavirus durante años, sugiere un nuevo estudio, lo que haría innecesaria una dosis de refuerzo

Las vacunas de Pfizer y Moderna podrían proteger contra el coronavirus durante años, sugiere un nuevo estudio, lo que haría innecesaria una dosis de refuerzo

Vincent West/Reuters

  • Las vacunas elaboradas a partir de ARN mensajero como la de Pfizer y la de Moderna podrían ofrecer una protección persistente en el tiempo contra el coronavirus, incluso sin haberlo superado, según un estudio.
  • Los resultados sugieren que la gran mayoría de las personas vacunadas contra el coronavirus estarán protegidas a largo plazo, al menos contra las variantes existentes.
  • Las personas más vulnerables podrían necesitar una vacuna de refuerzo, pero quienes han superado el COVID-19 y han sido vacunadas podrían no requerirla nunca.
  • Otro estudio sugiere que una tercera dosis de AstraZeneca funcionaría como refuerzo eficaz sin necesidad de realizar ajustes.
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Las vacunas basadas en el ARN mensajero (Pfizer y Moderna) ofrecen una inmunidad "robusta" y "persistente" que podría proteger al ser humano durante años, sugieren los resultados de un nuevo estudio.

Este descubrimiento llega en un contexto en el que se está valorando la administración de dosis de refuerzo para prolongar en el tiempo la protección de las vacunas contra el coronavirus, y que podrían no ser necesarias en el caso de aquellas personas que hayan padecido COVID-19 antes de recibir la inyección, según algunas investigaciones.

De acuerdo con estudios pasados, en las personas que han superado el COVID-19 las células inmunitarias que reconocen el virus (llamadas células B de memoria) permanecen quietas en la médula ósea durante al menos 8 meses después de la infección, y durante mínimo un año después de esta siguen madurando y fortaleciéndose.

Estos hallazgos han servido de base para que los investigadores hayan sugerido que la inmunidad contra el coronavirus podría durar años o incluso toda la vida en el caso de las personas infectadas y luego vacunadas. Pero, ¿sucede lo mismo con la vacunación por sí sola? En eso se ha centrado el nuevo estudio, liderado por Ali Ellebedy, inmunólogo de la Universidad de Washington en St. Louis (Estados Unidos).

Para ello, han acudido a los nódulos linfáticos, fuente de esas células de memoria, y han trabajado con 41 participantes (incluidos 8 con antecedentes de infección por el virus) que habían sido inmunizados con las dos dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech. En el caso de 14 de estas personas, se extrajeron muestras de los nudos linfáticos 3, 4, 5, 7 y 15 semanas después de la primera inyección.

Quince semanas después, las células de memoria que reconocían el coronavirus no habían disminuido, y el centro germinal (una estructura en los nódulos linfáticos, que se forma tras la vacuna o la infección, y donde las células B aprenden a identificar y combatir el virus) seguía siendo muy activo en los 14 participantes.

"El hecho de que las reacciones continuaran durante casi 4 meses después de la vacunación es una señal muy, muy buena", celebra Ellebedy, según recoge The New York Times, ya que normalmente duran hasta 4 o 6 semanas.

"Nuestros estudios demuestran que la vacunación de seres humanos basada en el ARNm del SARS-CoV-2 induce una respuesta persistente de células B, lo que permite la generación de una inmunidad humoral robusta", concluyen los autores en el estudio, publicado en la revista Nature.

Además, los resultados sugieren que la gran mayoría de las personas vacunadas contra el coronavirus estarán protegidas a largo plazo, al menos contra las variantes existentes. 

Las personas más vulnerables (de mayor edad, con sistemas inmunitarios débiles o que toman fármacos que suprimen la inmunidad) podrían necesitar una vacuna de refuerzo —quizá con carácter anual, como estima la OMS e informa Reuters—, mientras que aquellas que han superado el COVID-19 y han sido vacunadas podrían no requerirla nunca.

En teoría, la protección que ofrecen las vacunas de ARNm podría durar toda la vida si no hubiese variantes que eviten la inmunidad, algo con lo que no se puede contar. En cuanto al resto de vacunas no analizadas en el estudio, como la de Janssen, la respuesta contra el virus podría durar menos, sugiere Ellebedy.

Akiko Iwasaki, inmunólogo en la Universidad de Yale (EE. UU.), matiza que se trata de una comparación injusta, ya que Janssen solo se administra con una dosis: "Si [la vacuna de] Jonhson & Johnson tuviese un refuerzo, tal vez induciría este mismo tipo de respuesta", propone, en declaraciones recogidas por The New York Times.

Una tercera dosis de la vacuna de AstraZeneca podría funcionar como refuerzo contra el coronavirus

En paralelo, este lunes 28 también se ha dado a conocer otro estudio, que sugiere que una tercera dosis de la vacuna de AstraZeneca podría funcionar como refuerzo eficaz sin necesidad de realizar ajustes.

Esta investigación, realizada por la Universidad de Oxford, ha descubierto que una tercera dosis de la vacuna de AstraZeneca —administrada más de 6 meses después de la segunda— provoca un aumento sustancial de los anticuerpos y un fuerte impulso de la respuesta inmunitaria contra el coronavirus, incluso ante las variantes Alfa, Beta y Delta.

El estudio también demuestra que los anticuerpos contra el coronavirus inducidos por la vacuna de Oxford/AstraZeneca permanecen elevados durante al menos un año después de la primera dosis. 

Asimismo, aclara que es posible y no perjudicial cierto retraso de la segunda dosis de AstraZeneca: según este, un intervalo prolongado de hasta 45 semanas entre la primera y la segunda dosis puede ser beneficioso, dando lugar a una respuesta de anticuerpos significativamente mayor después de la segunda inyección, informa The Guardian.

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