La Comunidad Valenciana da un paso al frente en la atención a la salud mental tras la pandemia: "Queremos poner en marcha un proceso innovador"

D. Rafael Tabarés, Comisionado de Presidencia para la Salud Mental.

Comisionado de Presidencia para la Salud Mental

  • Rafael Tabarés es catedrático de Psiquiatría de la Universitat de València y desde hace poco es también Comisionado de Presidencia para la Salud Mental, un cargo creado para dar respuesta a los problemas derivados de la pandemia de COVID-19. 
  • El especialista explica cómo la Comunidad Valenciana va a abordar los problemas de salud mental y espera ser un ejemplo para el resto del país. 
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Rafael Tabarés es catedrático de Psiquiatría de la Universitat de València y desde hace poco es también Comisionado de Presidencia para la Salud Mental, un cargo creado para dar respuesta a los problemas derivados de la pandemia de COVID-19. 

La iniciativa surge por "un interés manifiesto, profundo, genuino, verdadero del presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, por los problemas de salud mental, del bienestar emocional de los ciudadanos y de las personas que viven en la Comunidad Valenciana durante todo este proceso de la pandemia", explica Tabarés en una entrevista con Business Insider España. 

"El comisionado surge de ese interés genuino, de saber qué consecuencias tiene la pandemia sobre no solamente la salud física, sino también la salud mental de las personas que viven aquí", explica el psiquiatra. 

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"El objetivo general es poner en la agenda pública y en la agenda política los problemas de salud mental, aprovechando el impacto de la pandemia sobre este asunto", resume Tabarés. 

El comisionado también se encargará de la elaboración de un plan de acción en salud mental, drogodependencias y conductas adictivas.

"También puede hacer informes, sugerir aspectos organizativos, presupuestarios, normativos...", explica Tabarés.

Para el psiquiatra, lo más urgente es legislar en lo que se refiere a la inversión. Y recuerda que la financiación destinada a salud mental no llega al 2% de todo lo que se invierte en salud. 

Una iniciativa autonómica que se abrirá a la participación ciudadana 

El comisionado está planteado solo a nivel autonómico, pero Tabarés advierte de que "no hay que infravalorar el efecto del ejemplo" y espera diseñar un modelo que se pueda replicar en otros lugares. 

"No hay que menospreciar el valor de una propuesta o de un modelo que puede en algunos aspectos ser pionero y ser un ejemplo para el resto del territorio del Estado", insiste el psiquiatra.

Y también marcar el camino a toda la sociedad valenciana sobre cómo abordar las enfermedades y los trastornos de salud mental: "Venimos de un tiempo en el que la salud mental ha estado apartada de la sociedad. Se ha estigmatizado a los enfermos mentales, especialmente a los graves". 

"Muchas de estas enfermedades generan incomprensión y la sociedad ha querido proteger a los pacientes, pero protegiéndose ella. Ese es el contexto del que venimos", señala. 

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¿Qué hacer frente a esto? "Nosotros lo que proponemos desde el comisionado es contar con los ciudadanos a través de un proceso de participación deliberativa, donde los ciudadanos de más de 15 años puedan aleatoriamente ser seleccionado en la Comunidad Valenciana y formar una asamblea para que analice la situación la salud mental y hagan propuestas al respecto con una jerarquización de la misma", revela el psiquiatra.

El comisionado trabaja para que los procesos se den durante todo el mes de octubre coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Salud Mental el día 10. 

"Queremos poner en marcha un proceso innovador. Estos procesos participativos no suelen darse a un nivel tan alto de organización", asegura. 

El psiquiatra explica que la pandemia ha provocado una militarización de la gestión de la salud con medidas y lenguajes bélicos como los confinamientos y los toques de queda. "Queremos pasar a un tiempo más deliberativo y contar con los ciudadanos para que, en una serie de sesiones, se planteen propuestas", reflexiona. 

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Los ciudadanos, que conformarán un grupo de entre unas 60 personas, serán elegidos de forma aleatoria aunque se obtendrá una muestra que represente la diversidad de la Comunidad en términos de género, geografía, edad y otros factores. 

La participación será voluntaria, pero recibirán una gratificación por los desplazamientos y el tiempo invertido, explica el psiquiatra. 

Las propuestas se llevarán a una mesa formada por lo que el presidente del comisionado llama "los agentes habituales: los usuarios, los familiares, los cuidadores, las asociaciones, los sindicatos, los empresarios, los profesionales". 

"Queremos que sea algo que pueda ser luego replicado en otros lugares del Estado, pero también fuera del Estado. Que puedan analizarlo, ver dónde hemos cometido errores, dónde encontramos nuestros mayores aciertos y que, de alguna manera sirva, para sostener el futuro de la realidad de la salud mental en la que todos estamos implicados". 

Tabarés señala que, si algo se ha aprendido de la pandemia, es que la salud mental nos preocupa a todos. 

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"La evidencia que tenemos en estos momentos y la que va a aparecer apunta claramente que los niños, las niñas, los adolescentes, los jóvenes, son un grupo que lo ha pasado muy mal y lo está pasando mal", advierte el psiquiatra. 

La Asociación Española de Pediatría señaló recientemente que las urgencias psiquiátricas pediátricas se han incrementado un 50% desde otoño. 

El psiquiatra señala que han aumentado las tasas de ansiedad, pero que preocupa sobre todo el aumento de comportamientos graves como las autolesiones, los trastornos alimentarios y las conductas suicidas. 

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"Es necesario seguir investigando y atendiendo el impacto de la pandemia sobre ellos y los datos que tenemos", señala Tabarés, aunque sí que advierte que está relacionado (entre otras razones) con el deterioro de las interacciones sociales en este grupo de edad. 

El psiquiatra cree que el cierre de colegios ha afectado a este colectivo de forma significativa, a lo que se pudieron sumar situaciones económicas desfavorables o ambientes domésticos perjudiciales. 

Para Tabarés, lo más preocupante es que "la evidencia apunta a que el efecto puede ser prolongado". El psiquiatra explica que hay un porcentaje de población adulta cuyo bienestar mental y emocional ha sufrido durante la pandemia, pero que se recupera con la normalización de las medidas. 

Sin embargo, "parece que con los jóvenes y los niños existe un aspecto más duradero y tampoco sabemos cuáles van a ser sus manifestaciones desde el punto de vista conductual". 

Por eso, el psiquiatra defiende que es muy importante implementar medidas específicas para los menores y explica que, desde la Comunidad Valenciana, están trabajando para que los fondos europeos se dirijan a un programa enfocado a los más jóvenes. 

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"Estamos hablando de más de 1.400 millones de euros para este programa, conocido como Plan Ariadna", explica el psiquiatra, que señala que incluye propuestas específicas para mejorar la salud mental de los niños, adolescentes y jóvenes de la Comunidad. 

Las medidas incluyen planes de empleo y de mejora de los servicios de atención de salud mental de la población infantojuvenil, con la creación de equipos móviles de intervención comunitaria que se dirijan a los colegios o a los hogares. 

"La idea es llevar las intervenciones de los especialistas de los equipos multidisciplinares de áreas de salud mental infantojuvenil y de jóvenes allí donde se producen las situaciones", señala.

Por último, la propuesta estrella del plan aboga por unas Escuelas Promotoras de la Salud y de la Salud Mental: "La pandemia ha ofrecido una serie de lecciones sobre la relación entre la educación y la salud mental y ha demostrado que tienen una vinculación bidireccional"

"Si tú ofreces una educación de calidad, te aseguras de cara al futuro que vas a tener una población con una salud de calidad", asegura Tabarés.  

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