Valheim: Guía básica para sobrevivir a las primeras horas y acabar con su primer jefe

Las primeras horas de un juego de supervivencia son las más duras, y Valheimno es una excepción a esta regla. La buena noticia es que si dominas sus mecánicas, te espera una aventura increíble. Sigue los consejos de esta guía básica y pronto te convertirás en una leyenda vikinga.

Sigue al cuervo

Cuando se empieza un juego en mundo abierto, siempre dan ganas de coger el primer horizonte llamativo e ir a explorarlo. Hay juegos que son conscientes de ello, te dejan a tu aire desde el minuto 1 y van adaptando el tutorial dependiendo de dónde estés.

Contén esas ansías de explorar en Valheim durante las dos primeras horas. Concéntrate en escuchar al cuervo e ir tras él cada vez que aparezca. Sí, los tutoriales lineales no divierten a nadie, pero los consejos que te dará serán claves para el resto de la aventura. Si te los saltas y vas directo a las misiones, morirás enseguida. 

La buena noticia es que una vez superadas estas dos horas iniciales te esperan decenas de horas de aventuras imprevisibles y únicas.

Recoge todo lo que veas

En Valheim, la obsesión por el coleccionismo tiene su recompensa. ¿Te has encontrado con un nuevo tipo de árbol? Tálalo. ¿Hay una gran piedra en el camino? Rómpela con un martillo y recoge los materiales. ¿Un enemigo inédito? Acaba con él y recoge los objetos que llevaba.

Aunque al principio creas que no le darás buen uso a todos los materiales, enseguida descubrirás recetas y fórmulas que necesitan materiales. Y si no los tienes, vas a tener problemas para sobrevivir.

Tu primer objetivo: crea la mesa de trabajo

Tu personaje puede crear objetos y armas básicas, pero las construcciones más importantes necesitan sí o sí una mesa de trabajo. El cuervo te guiará durante la construcción de la mesa de trabajo.

Ahora bien, lo que el juego no cuenta de forma fácil es que para construir ciertas cosas con la mesa de trabajo, esta debe estar bajo un techo. Tu primera reacción puede ser construir una choza, ¡no lo hagas! Gastarás materiales inútilmente y es mejor reservarlos para cuando encuentres un buen lugar para tu hogar.

Basta con que construyas un cobertizo como los que verás en la zona inicial de Valheim. Tres paredes bajas, un techo rudimentario y, ¡tachán!, ya puedes ponerte manos a la obra.

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Construye, construye y construye

Una vez tengas la mesa de trabajo, construye absolutamente todo lo que puedas, mínimo una unidad de cada aunque no lo necesites en ese momento. No solo tendrás acceso a mejores armas, o herramientas que te permitirán recolectar materiales más rápido, sino que se desbloquearán nuevas recetas de construcción. Tu personaje necesita estas recetas para fortalecerse.

Utiliza las herramientas del mapa

Cada partida de Valheim tiene un mapa completamente diferente al resto, pero todos comparten dos características: son vastos y están repletos de lugares por explorar. 

A no ser que tengas una memoria privilegiada, cada vez que encuentres un lugar interesante en tu mundo (una cueva, un posible lugar para cosechar, un grupo de enemigos…), abre el mapa, pon un marcador y escribe un texto que se entienda bien. Esto último es importante: a veces tardarás días en encontrar lo necesario para investigar una localización, así que habrás olvidado su contenido. ¡Apúntalo bien en el mapa!

Finalmente, si estás jugando con amigos, existe una forma de localizar a los demás, o que los demás te encuentren fácilmente: doble clic en tu icono en el mapa y los demás podrán verte en el suyo.

Busca un buen lugar antes de construir tu hogar

Puede ser muy tentador crear tu aldea cerca de la zona inicial, o nada más construir la mesa de trabajo. Es mejor esperar. Explora bien las áreas cercanas y busca un rincón que tenga estas características: que esté en terreno elevado (para avistar mejor a los enemigos), que esté alejado de zonas enemigas (para evitar asaltos continuos), que esté cerca de cosechas potenciales y cerca de otros recursos básicos como madera o piedra.

Si encuentras un lugar así, vas a ahorrarte mucho tiempo y quebraderos de cabeza. Tus partidas serán más ágiles y podrás centrarte en explorar y completar las misiones.

Los cofres son los mejores amigos de un vikingo

Prioriza la construcción de cofres incluso si no tienes todavía una base fija. Tu personaje solo puede llevar consigo hasta cierto límite de materiales, así que el resto deberás guardarlos en estos receptáculos. 

Intenta crear cierto orden en estos cofres. Por ejemplo, todos los alimentos en uno, todos los materiales relacionados con armas y equipo en otro… De lo contrario será un lío sacar los materiales para tus planes más concretos.

Repara siempre que puedas: ¡es gratis!

Si has probado otros juegos de supervivencia como Rust, The Forest, Subnautica… seguramente te has acostumbrado a que las reparaciones cuesten, como mínimo, más materiales. No es el caso en Valheim. 

Las reparaciones en las mesas de trabajo son 100% gratuitas. Así que cada vez que puedas, repara equipo, armas, armadura… Nunca se sabe cuando puede aparecer un enemigo férreo. Y hablando de enemigos…

Prohibido aporrear botones en los combates

El sistema de combate de Valheim está claramente inspirado en Dark Souls y otros títulos de From Software. Eso significa que si aporreas botones al tuntún, tu personaje morirá en cero coma.

Aumenta tus posibilidades de ganar dominando el sistema de bloqueo y contraataque. Mide bien tus defensas y ataques para aprovechar los momentos de descanso de los enemigos.

Observa el color de los números de daño

¿Llevas media hora intentando ganas a un grupo de esqueletos con una hacha y no hay manera? Fíjate en el color de las cifras de daño que aparecen al atacar. Si es gris, significa que el tipo de arma o herramienta utilizada no es efectiva contra ese tipo de enemigo. El color blanco significa que hace daño, pero podría ser mejor. Y amarillo significa que has encontrado el punto débil de ese enemigo: toma nota para futuros encuentros.

Este sistema de colores también sirve para las cifras que aparecen al recolectar materiales. Si estás picando piedra y te sale gris, cambia de herramienta: esta es totalmente inútil en este caso. Te conviene recolectar material consiguiendo cifras de color amarillo porque significa que necesitas menos usos de la herramienta para conseguir el material deseado.

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Come como si te fuera la vida en ello

Bueno, es que literalmente te va la vida en ello. 

La comida en Valheim tiene dos funciones: evitar que tu personaje muera de hambre y potenciar sus atributos, como sus puntos de vida. Te tocará experimentar con los diferentes alimentos para descubrir qué recetas te hacen más fuerte o más resistente a ciertos ataques.

Lleva siempre como mínimo tres tipos de comida diferente en tus expediciones. Una vez te alimentes con fresas, por ejemplo, no puedes comer otras hasta que haya pasado un tiempo. Si no tienes más comida en ese momento, puede que mueras de hambre.

Tu misión: acabar con cinco jefes finales

Ahora que ya dominas lo esencial para sobrevivir en Valheim, recuerda tu misión: eliminar cinco jefes que están repartidos por el mundo. Conforme el juego evolucione, seguramente aparecerán más jefes.

Empieza por el ciervo. Es el que está en tu zona inicial y el más fácil de batir. Para invocarle deberás tener dos trofeos de ciervos normales, pero capturarlos de forma normal es casi imposible. Utiliza el sigilo para acercarte por detrás y darles un golpe certero.

Una vez acabes con tu primer jefe, te tocará surcar los mares en busca de nuevos enemigos y misterios, ¡buena suerte!