La vanguardia arquitectónica reside en Japón

Adrián Ortiz,
Museo y Biblioteca de la Universidad del Arte Musashino

Aunque Japón decidiera abandonar la arquitectura tradicional tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial, son muchos los elementos propios que se han conservado en la moderna construcción nipona.

Ante el desafío de rediseñar gran parte de sus ciudades, el país respondió integrando materiales novedosos y nuevos sistemas constructivos, a la par que resaltaba elementos de la arquitectura tradicional, adaptándolos a las nuevas necesidades urbanas.

Así, al combinar tradición con modernidad, Japón creó, en la década de los 50, un estilo novedoso y característico, manteniendo el uso de vigas de acero y de jardines tradicionales e incorporando, entre otros materiales, el vidrio para potenciar la luminosidad y la ventilación de la estructura.

De esta manera, según el ideario japonés, los edificios no pueden ser admirados si no están en armonía con su entorno natural. Así, en los últimos años, la vanguardia arquitectónica japonesa ha tomado un rol preponderante como escuela global con figuras como Tadao Ando, Kisho Kurokawa o Toyo Ito.

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De hecho, desde principios de milenio, los arquitectos japoneses se han especializado en diseñar estructuras caracterizadas por la transparencia y la luminosidad, manteniendo la proporción y la sencillez de los elementos constructivos.

Aunque hayan exportado sus diseños por todo el mundo, como por ejemplo Toyo Ito con el Hotel Santos Porta Fira en Barcelona o Tadao Ando con el Espacio de Meditación para la UNESCO en París, las muestras más representativas del sello japonés están construidas en el país del sol naciente.

Museo Sumida Hosukai, Tokyo

arquitectura vanguardista en Japón
arquitectura vanguardista en Japón

Este museo, abierto en 2016, acoge alguna de las pinturas más emblemáticas del arte japonés: Red Fugi y La Gran Ola de Kanagawa, ambas pertenecientes a la colección 36 vistas del Monte Fuji.

El edificio, que fue diseñado por Sejima Kazuya, fue premiado con el Pritzer Arquitectura. El elemento más característico es la luminosidad, que se aprecia desde cualquier parte de la estructura.

La recepción se encuentra en la planta baja, junto a la sala de conferencias, totalmente acristalada y a la biblioteca, que contiene una de las colecciones de libros tanto en japonés como en inglés más importantes de Japón.

Museo y Biblioteca de la Universidad del Arte Musashino

Museo y Biblioteca de la Universidad del Arte Musashino

Está estructura fue diseñada por el arquitecto Sou Fujimoto en 2010. El arquitecto, el más famoso actualmente del país, se ha especializado en ambiente minimalistas que inventan a los visitantes a la exploración.

Sin ir más lejos, el edificio de Musashino contiene un laberinto interior que consta de un singular muro de libros.

Toyama Kirari, Toyama

Toyama Kirari, Toyama

Este edificio, diseñado en 2015 por el arquitecto Kengo Kuma, quien también se encargará del nuevo diseño del Estadio Nacional de Tokyo para 2020, se ubica en la costa oeste de la provincia de Honshu.

La estructura, que incluye, entre otros, una biblioteca pública, un banco y un museo del vidrio, permite que sus diferentes partes se estructuren gracias a un espacio central lleno de luminosidad artificial. 

El complejo Awaji Yumebutai

Awaji Yumebutai

Este edificio es el claro ejemplo del estilo de Tadao Ando: mezclar tradición y modernidad en una sola estructura. El complejo Awaji Yumebutai, que incluye un Hotel Westin, un centro de conferencias y un parque, se ubica en una isla entre la provincia de Honshu y la de Shikoku.

Tadao Ando recurre a la arquitectura tradicional japonesa, ensalzando el jardín como centro de la estructura. No en vano, el complejo dispone de más de mil fuentes y una terraza con más de 100 plantas en uno de los edificios.

 

Artículo original de Cerodosbé.

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