Las ventas de lujo cogen aire en verano ante la pujante demanda en los mercados estadounidense y asiático

Bolsos de Yves Saint Laurent
REUTERS/Stephane Mahe
  • El sector del lujo recupera las ventas entre julio y septiembre en un trimestre marcado por la apertura de tiendas tras el parón económico por el coronavirus.
  • Las marcas apoyan su crecimiento en los consumidores locales, que se han mostrado especialmente ávidos por las compras en Asia y Estados Unidos y compensan el estancamiento del Viejo Continente.
  • En paralelo, el canal online engorda sus ventas y pure players de lujo como Farfetch o Yoox Net-a-Porter se han convertido en salvavidas para las enseñas que venden exclusividad.
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El sector del lujo coge algo de oxígeno durante el verano. Las compañías del sector recuperan las ventas entre julio y septiembre. Las enseñas de lujo superan unas previsiones castigadas por la pandemia en un trimestre marcado por la apertura de tiendas tras el parón económico. Las marcas apoyan su crecimiento en los consumidores locales, que se han mostrado especialmente ávidos por las compras en Asia y Estados Unidos, y en paralelo, compensan el estancamiento del Viejo Continente. 

El primero en constatar esta tendencia ha sido el dueño de la reconocida firma bolsos Birkin, Hermès. El grupo francés registró un crecimiento de la facturación del 6,9% en el tercer trimestre, hasta los 1.800 millones de euros, excluyendo el impacto de los tipos de cambio y las adquisiciones. Un empuje que viene dado por el crecimiento de las ventas en la división de cueros, del 7,8% frente al 2% que preveían los analistas.

Una línea similar reflejan las cifras de LVMH, que cerró este periodo del año con un crecimiento en los ingresos de dos dígitos. El conglomerado de lujo francés ha experimentado un alza de sus ventas comparables del 12% en la división de moda y complementos de cuero, hasta los 5.900 millones de euros. 

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Lo cierto es que el rebote supera las expectativas de los analistas, que estimaban un descenso de un 1%, y responde a la elevada demanda que han experimentado dos de sus firmas más destacadas: Louis Vuitton y Dior. 

Su principal rival, Kering, por su parte, amortiguó la caída de las ventas a una contracción del 1,2%, frente al 10% que estimaban los analistas, y cerró el tercer trimestre en los 3.700 millones de euros. El dueño de firmas como Gucci o Yves Saint Laurent se apoya en la elevada demanda que registran mercados como el chino y el estadounidense para contrarrestar el descenso de la facturación en Europa.

De hecho, la dependencia del mercado europeo y de las compras derivadas del turismo de Gucci, ha resultado en una caída del 8,9% de las ventas de la enseña. Mientras, otras firmas del grupo francés, como Yves Saint Laurent o Bottega Veneta recuperaron la senda del crecimiento. 

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Si bien parece que el verano concede un respiro a las principales enseñas de lujo, el sector se enfrenta a la que es la peor recesión en décadas. La parálisis económica para contener la pandemia, de la mano del cierre de tiendas, obliga a las firmas a replantearse su estrategia: dejar a un lado el turismo y centrarse en el consumidor local y subirse a la ola de las tecnologías en busca de nuevas fórmulas de venta que confirmen su exclusividad.

El periodo estival ha dado signos de una recuperación de la demanda de productos de lujo gracias a los clientes locales y en un escenario sin visitantes extranjeros. Aunque, Estados Unidos y Asia han mostrado los mayores signos de recuperación de las ventas y, por tanto, de crecimiento en el tercer trimestre.

Una tendencia similar muestran las enseñas del conglomerado de lujo Capri. El dueño de Michael Kors, Versace y Jimmy Choo ha registrado un crecimiento de todas sus firmas en el mercado chino, con la casuística especial de Versace, que impulsó sus ventas globales del retail. El grupo estadounidense vuelve a números negros en el segundo trimestre, con un beneficio de 102,7 millones de euros, pese a que las ventas sufrieron una contracción del 24,6%.

Aunque, por lo pronto, sin turistas y con una segunda ola de coronavirus en ciernes, los analistas estiman que el sector se enfrenta a una caída de las ventas de hasta el 40% en el presente ejercicio. No en vano, el LVMH protagonizaba la pasada semana la mayor compra de la historia del sector tras el cierre de la adquisición de Tiffany por 13.400 millones de euros.

Los grupos de lujo no sólo padecen por la caída de la afluencia de turistas o el cierre de establecimientos sino que las cadenas de suministro también se resienten. Ha sido así en el caso de Kering y LVMH, pero también de Richemont.  

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Así que no les ha quedado más opción que emplearse a fondo con las ventas por internet que, desde el inicio de la pandemia, arañan cada vez más cuota de las ventas. En este sentido,pure players de lujo como Farfetch o Yoox Net-a-Porter se han convertido en salvavidas para estas enseñas. De ello deja constancia la alianza anunciada esta misma semana entre Richemont, Farfetch y el gigante del comercio electrónico chino Alibaba que tiene por objetivo proporcionar a las enseñas de lujo un mejor acceso al mercado del gigante asiático.

Como parte de esta alianza global, Alibaba y Richemont invertirán un total de 600 millones de dólares (506 millones de euros) a partes iguales en notas convertibles privadas emitidas por Farfetch Limited. Alibaba y Richemont invertirán 500 millones de dólares (421 millones de euros) a partes iguales en Farfetch China, tomando una participación combinada del 25% en una nueva empresa conjunta que incluirá las operaciones de mercado de Farfetch en China.

En cualquier caso, no todas las firmas de lujo han hecho del verano su periodo de tregua. Ni Ralph Lauren, ni Hugo Boss suscriben la tendencia. La primera enseña cerró en septiembre el segundo trimestre de su ejercicio fiscal con unas pérdidas netas de 33,4 millones de euros, frente al beneficio de 155,7 millones de euros del mismo periodo del año anterior. Las ventas se contrajeron un 30% en términos interanuales.

Los resultados de Hugo Boss no muestran un escenario muy dispar. La marca registró un desplome del 94% de su beneficio en el tercer trimestre, hasta los 3 millones de euros frente a los 56 millones del periodo anterior. Las ventas de la enseña de lujo registraron un descenso del 24% en el tercer trimestre, hasta los 533 millones de euros. 

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