Descubre el verdadero origen de Halloween desde su nacimiento en la Europa precristiana de los rituales celtas

Disfraces espeluznantes, bromas y caramelos, llega la noche más terrorífica del año.

Lo cierto es que Halloween lo tiene todo para colocarse como una de las festividades más divertidas del año.

Aunque muchos en nuestro país la consideran una tradición importada de EEUU que poco tiene que ver con ellos, lo cierto es que el Halloween tal y como lo conocemos hoy en día es una mezcolanza de tradiciones paganas y religiosas que se remontan siglos atrás. 

Si bien ha cambiado mucho a lo largo de este tiempo esta fiesta aún guarda ciertas reminiscencias de su origen, cuando se creía que durante esta noche los muertos podían visitar el mundo de los vivos.

Qué significa Halloween

La palabra Halloween quiere decir "la noche anterior al Día de Todos los Santos".

Este término surge de la contracción de dos palabras.

La primera, "Hallow" que en inglés significa santo o persona santificada, —lo que refiere a la festividad de Todos los Santos— y la parte "een", es la contracción de "eve", que en inglés hace mención a la noche anterior.

El 1 de noviembre en la tradición cristiana se celebra el Día de Todos los Santos en el que se rememora a todos los difuntos, tanto personas santificadas como desconocidas. La fiesta de Halloween hace mención por tanto a la noche previa a este día.

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En la tradición anglosajona el poema Halloween, escrito en 1785 por el poeta escocés Robert Burns ayudó a popularizar el término,segúnBusiness Insider.

Cuándo surgió Halloween

Aunque ahora Halloween te haga pensar irremediablemente en niños estadounidenses recorriendo las calles de sus barrios en busca de caramelos, lo cierto es que el origen de esta fiesta se sitúa en Europa.

En concreto, este evento es una amalgama de rituales paganos y festividades cristianas.

Los historiadores han relacionado el origen de Halloween con Samhain, una festividad celta precristiana que conmemoraba la última siembra y el final del verano. 

Este festival tenía lugar entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre, y en él se agradecía la cosecha y se daba la bienvenida a la "mitad oscura del año", es decir, el invierno. Durante el Samhain los celtas creían que la separación entre el mundo de los muertos y los vivos se desdibujaba, lo que favorecía el regreso de las almas.

Por esta creencia las personas celebraran banquetes y dejaban ofrendas a los muertos para "caerles bien". Además muchos se disfrazaban de monstruos o animales para despistar a demonios y espíritus y evitar que les llevaran con ellos , como explica el portal History.

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A medida que Roma y la influencia cristiana conquistó los territorios celtas, se impusieron sus festividades. Una de ellas es la Fiesta de Todos los Santos, en la que se honraba a los santos y mártires.

Esta celebración tenía lugar originariamente el 13 de mayo, pero después pasó a ser el 1 de noviembre, coincidiendo con el Samhain.

De acuerdo a Britannia, la primera evidencia de la fecha de celebración del 1 de noviembre ocurrió durante el reinado del Papa Gregorio III (731-741), quien dedicó una capilla, el 1 de noviembre, en honor a todos los santos

En la Inglaterra medieval, el período comprendido entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre (Día de los Difuntos)  el festival se conocía como All Hallows,  a veces también designado como Allhallowtide.

Cómo el "truco o trato" se convirtió en parte de la tradición de Halloween

En la tradición cristiana medieval durante la víspera del Día de Todos los Santos los pobres acudían a las casas de los ricos y se ofrecían a orar por los recién fallecidos. A cambio de ello, estas familias adineradas les daban comida y cerveza, explicaTIME.

A pesar de la posterior reforma protestante, los ingleses católicos mantuvieron la práctica de ir de puerta en puerta en la víspera de esta festividad, para orar por los muertos y recibir a cambio algo de comer, actividad que se conoció como "souling" (término derivado de la palabra soul, que significa alma.)

En Escocia e Irlanda, los jóvenes participaron en una tradición que conllevaba disfrazarse y aceptar ofrendas de distintos hogares. En lugar de orar por los muertos estos participantes cantaban una canción, recitaban un poema, contaban un chiste o realizaban otro tipo de "truco" antes de recoger su obsequio, que normalmente consistía en frutas, nueces o monedas, explica Histoy.

Cuando los inmigrantes irlandeses y escoceses llegaron a EEUU, esta práctica del souling viajó con ellos a finales del XIX. Aunque el actual "truco y trato" no se llegó a popularizar en el país hasta la década de 1920.

Las calabazas de Halloween simbolizan un oscuro trato con el diablo

Las calabazas con sonrisa macabra e iluminadas por velas son uno de los grandes símbolos de Halloween.

Conocidas en inglés como Jack-o'-lantern, su origen se remonta a un mito de tradición irlandesa.

Según este un hombre llamado Stingy Jack tuvo varios encuentros con el diablo, en los que siempre lograba engañar al demonio y atraparle. A cambio de liberarle Jack pedía que si moría este no solicitaría su alma.

Cuando el hombre murió, sus malos actos no le permitieron ir al cielo y al llegar al infierno, el diablo molesto por las estratagemas, mantuvo su palabra de no reclamar su alma por lo que tampoco le dejó entrar. A cambio le dio un carbón encendido para iluminar su camino. Jack utilizó un nabo tallado, y junto a él ha estado vagando por la Tierra desde entonces.

Así, en su origen  "Jack O'Lantern" era un nabo en el que se introducían velas para iluminar, que fue sustituidp por calabazas cuando la tradición llegó a EEUU, donde hay abundancia de esta fruta.

Halloween en España

Cada vez es más popular celebrar en España la noche previa a todos los santos al estilo norteamericano: disfraces y caramelos.

Para muchos es "un invento americano", pero no es del todo así.

Por la influencia cristiana de nuestro país, la celebración del Día de Todos los Santos se remonte hasta sus orígenes, cuando en el siglo IV la iglesia comenzó a honrar a los muertos, el 13 de mayo.

No obstante, a pesar del poso cristiano de la celebración, en nuestro país también se dieron ciertas reminiscencias más ligadas a la parte pagana de la fiesta.

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Por ejemplo la festividad de la cosecha celta, llegó a buena parte Península Ibérica, principalmente la parte norte que corresponde a Galicia y Asturias.

A su vez, por ejemplo, en Castilla existe registro de varios pueblos, hoy algunos pertenecientes a la comunidad de Madrid, en los que se decoraban las casas con calabazas,calabacines o botijos y ollas iluminados con velas para invocar a espíritus protectores.

Hacer sonar campanas o poner velas también era frecuente, como manera no solo de honrar a los muertos, también para guiarles en su camino de vuelta a su  mundo, tras la noche del 31.