La vitamina D podría ser una pieza clave del "complejo rompecabezas" del COVID-19: un nuevo estudio encuentra una relación entre la deficiencia y los casos graves

Dr. Catherine Schuster-Bruce,
Médico.

Punit Paranjpe/AFP/Getty

Científicos israelíes aseguran haber encontrado diferencias "sorprendentes" en las posibilidades de desarrollar un caso grave de COVID-19 con deficiencia de vitamina Den comparación con los que no tenían estos niveles tan bajos antes de contagiarse. 

En su estudio, publicado este mismo jueves en la revista de investigación PLOS One, revelan que aproximadamente la mitad de las personas que tenían niveles deficientes de vitamina D antes de contagiarse con el COVID-19 desarrollaron una enfermedad grave, en comparación con menos del 10% de las personas que tenían niveles suficientes de esta vitamina en la sangre. 

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Conforme a las declaraciones de los autores, esta última investigación es la primera que examina los niveles de vitamina D en personas que aún no se han contagiado con el COVID-19.

"Nos pareció notable, y sorprendente, ver la diferencia en las posibilidades de convertirse en un paciente grave cuando se carece de vitamina D en comparación con cuando no se tiene", resalta a The Times of Israel el Dr. Amiel Dror, autor del estudio y médico del Centro Médico de Galilea.

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Los resultados proceden de 253 personas ingresadas en el Centro Médico Galileo de Nahariya (Israel) entre el 7 de abril de 2020 y el 4 de febrero de 2021, un periodo anterior a la aparición de la variante ómicron, altamente infecciosa.

Dror dice que los hallazgos sugieren que la vitamina D contribuyó a reforzar el sistema inmunológico para hacer frente a los virus que atacan el sistema respiratorio.

"Esto es tan relevante para ómicron como lo fue para las variantes anteriores", señala Dror. 

La investigación no prueba que la vitamina D proteja contra el COVID-19 y no es un argumento para evitar las vacunas y tomar vitaminas en su lugar. Según la Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido, las vacunas reducen el riesgo de hospitalización por ómicron, sobre todo después de un refuerzo, hasta en un 90%.

La mayor parte de la vitamina D procede de la luz solar directa sobre la piel. También se encuentra en alimentos como el pescado graso, las setas y las yemas de huevo, y en suplementos.

Los niveles de vitamina D de más de 20 nanogramos por mililitro se consideran suficientes para la mayoría de las personas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), que es el punto de referencia utilizado por los investigadores de la Universidad de Bar-Ilan y el Centro Médico de Galilea.

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Las investigaciones recopiladas antes de la aparición del COVID-19 y publicadas en The Lancet descubrieron que la vitamina D reducía el riesgo de otras infecciones respiratorias, en comparación con los medicamentos de prueba.

Pero en el caso del COVID-19, los primeros resultados han sido inconsistentes: algunos estudios han encontrado una relación entre niveles bajos de vitamina D y COVID-19 grave, mientras que otros han concluido que la vitamina no protegía contra la enfermedad.

Los investigadores israelíes dicen que no está claro, ni siquiera en los estudios cuyos resultados mostraban una correlación positiva entre los niveles bajos de vitamina D y el COVID-19 grave, si la disminución de la vitamina D se producía antes o después de que las personas enfermaran.

A pesar de los nuevos datos de Israel, todavía no se sabe si los niveles bajos de vitamina D hacen que las personas con COVID-19 desarrollen una enfermedad grave.

Las condiciones subyacentes que reducen la vitamina D también pueden hacer que las personas sean más vulnerables al COVID-19 grave, por ejemplo.

Los investigadores israelíes advierten que la vitamina D es "una pieza del complejo rompecabezas" que subyace al COVID-19 grave, además de las comorbilidades, la predisposición genética, los hábitos alimentarios y los factores geográficos. 

"Nuestro estudio justifica la realización de otros estudios que investiguen si la administración de suplementos de vitamina D entre los individuos con deficiencias de vitamina D influye en el resultado de un eventual episodio de COVID-19", defienden. 

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