Así se vive en la zona más rica de Estados Unidos: los ingresos medios son de 2,2 millones de dólares, importan arena de las Bahamas y se mueven en carritos de golf
- El área más rica de los Estados Unidos está en Fisher Island, una zona de 216 hectáreas situada en la costa de Miami.
- El ingreso medio anual de los residentes de la isla es de 2,2 millones de dólares (1,96 millones de euros).
- Unas 700 familias residen en esta isla artificial que tiene unos 30 edificios de lujo. El valor medio de las casas está en 3,2 millones de dólares.
- Para poder vivir aquí, tienes que abonar 250.000 dólares (unos 223.000 euros) de cuota inicial y 22.256 dólares de cuota anual (casi 20.000 euros). Esta cantidad no se descuenta, ni mucho menos, de la casa que vayas a comprar.
- Para llegar a la exclusiva isla fui en un barco privado, y me sorprendió lo bonito y natural que era todo, desde los paisajes perfectamente cuidados hasta las playas privadas con arena importada de las Bahamas.
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Fisher Island, una isla artificial en la costa de Miami, es la zona más rica de los Estados Unidos, según Bloomberg.
La renta media anual de los habitantes de la isla es de 2,2 millones de dólares.
Para convertirte en miembro del Fisher Island Club, debes pagar una cuota inicial de 250.000 dólares y, posteriormente, una anual de 22.256. Esa cifra se abona después de que los residentes compren una de las casas de la isla, que cuestan 3,2 millones de dólares (2,86 millones de euros) de media. Alrededor de 700 familias viven en Fisher Island en unos 30 lujosos edificios.
Dora Puig, una de las mayores agentes inmobiliarias de Miami-Dade con un alto volumen de ventas en 2018, vende algunas de las mansiones más lujosas de Fisher Island. Me dijo que la gente se muda allí por tres razones principales: la privacidad, la seguridad y los servicios.
Los residentes de la isla son constructores, abogados de mucho prestigio, directores generales, gente de la industria financiera y algunos millonarios de familias adineradas.
Los directores generales del sector tecnológico y los gerentes de fondos de cobertura de Nueva York, Silicon Valley y otras áreas con altos impuestos se están mudando a Miami en masa, y Fisher Island es una de sus mejores opciones.
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Los miembros del Fisher Island Club tienen acceso a playas privadas con arena importada de las Bahamas, un club de playa, ocho restaurantes, un campo de golf, dos piscinas de aguas profundas, un spa, 18 canchas de tenis, y muchas cosas más. Los barcos de la marina son "muy codiciados" y cuestan un mínimo de 125.000 dólares (unos 111.500 euros), según comenta la publicista Lauren Marks.
La isla tiene también su propio parque de bomberos, instalaciones médicas, banco, oficina de correos, parque para perros e incluso una escuela diurna independiente con estudiantes de preescolar y escuela primaria. Cerca de 600 empleados trabajan en la isla. Debido a que sólo el 30% de la población viven allí durante todo el año, a menudo hay más empleados en la isla que residentes, cuenta Marks.
Tuve la oportunidad de hacer un tour por Fisher Island. Así es esta comunidad súper exclusiva.
Fisher Island, una isla de sólo 216 hectáreas para miembros en la costa de Miami, es la zona más rica de los Estados Unidos.
El ingreso medio de los habitantes de esta isla es de 2,2 millones, según Bloomerg.
Fisher Island es una isla artificial creada por el gobierno en 1906, cuando se cavó un canal entre South Beach y lo que hoy es la isla, con el fin de facilitar el tráfico en la zona.
Mi viaje comenzó en el puerto de Miami Beach, donde un pequeño barco privado me esperaba para llevarme a la isla.
El barco es un servicio de transporte privado para los residentes actuales y potenciales de Palazzo Del Sol y Palazzo Della Luna, dos de los edificios más nuevos y lujosos de la isla.
El barco era pequeño pero lujoso, tenía 11 asientos de cuero y una zona interior cerrada.
Es un viaje de tan solo siete minutos desde el puerto de Miami Beach hasta Fisher Island.
Mientras salíamos a toda velocidad del puerto deportivo, pude ver de cerca algunos yates gigantescos.
Este es Helios, un yate de lujo de 59 metros que pertenece al multimillonario Lorenzo Fertitta, antiguo propietario de la UFC.
Cuando llegamos a Fisher Island, vi por primera vez los edificios residenciales de estilo mediterráneo de la isla.
Unas 700 familias viven en los 30 lujosos edificios de la isla. El precio medio de cada inmueble está en 3,2 millones de dólares.
La isla cuenta con dos puertos deportivos de aguas profundas que pueden albergar yates de lujo de hasta 76 metros de eslora.
Los barcos son "muy codiciados" y cuestan un mínimo de 125.000 dólares, según cuenta la publicista Lauren Marks.
Me recogieron en un carrito de golf, que es el medio de transporte preferido en la isla.
Todos los carritos de golf son de propiedad de un particular, pero en las residencias más nuevas y lujosas de la isla, el Palazzo Del Sol (terminado en 2016) y el Palazzo Della Luna (que se espera que esté terminado en 2019), se le entrega un carrito de golf personalizado de 20.000 dólare (casi 18.000 euros) a cada propietario.
Mientras conducía por la isla, me sorprendió lo perfectamente ajardinada que estaba. En algunas partes, el césped casi parecía falso, y no se veía una sola hoja de palma o un arbusto floreciente fuera de lugar.
El límite de velocidad en la isla es de 30 kilómetros por hora. Algunos residentes traen sus coches a la isla en el ferry, pero durante mi viaje, vi principalmente a gente que se movía en carritos de golf.
Alrededor de 700 familias viven en Fisher Island, aunque sólo el 30% de ellas son residentes todo el año.
Entre los residentes se encuentran el director ejecutivo de Hasbro Toys, Alan Hassenfield, que compró una vivienda de 8,2 millones de dólares (o 7,32 millones de euros) en el Palazzo del Sol, el fundador y ex director ejecutivo de Yard House, Steele Platt, y la tenista Caroline Wozniacki y su prometido, el ex jugador de la NBA David Lee, que pagaron 13,5 millones de dólares (unos 12 millones de euros) por una casa en el Palazzo del Sol.
Oprah Winfrey, Mel Brooks y la estrella de tenis Boris Becker también han sido dueños de casas en la isla.
La agente inmobiliaria de Miami-Dade, Dora Puig, comentó que la gente se muda a la isla por tres razones principalmente: la privacidad, la seguridad y los servicios.
"Tienen de todo en la isla: ocho lugares para cenar, golf, tenis, etc", dijo. "Probablemente uno de los mejores clubs de tenis de la ciudad. Dos puertos deportivos increíbles. Así que cubrimos un montón de terreno."
La pieza central de la isla es la histórica Mansión Vanderbilt, construida en la década de 1930 por William Vanderbilt, quien adquirió Fisher Island al cambiar su yate de 250 a Carl Fisher.
Carl Fisher y su empresa Alton Beach Realty Company compraron la isla en 1919 a la primera millonaria negra de Miami, Dana Dorsey, y la ampliaron con cuatro veces la masa de tierra que tenía. También ampliaron los muelles.
La mansión, de estilo mediterráneo, que se puede alquilar como lugar de celebración de bodas, incluye un salón de baile de 685 metros cuadrados y una terraza de 2.700 metros cuadrados.
Vanderbilt construyó la mansión en la década de 1930 como su lugar de retiro privado, rodeándola de exuberantes jardines, casas de huéspedes, canchas de tenis y piscinas.
Además de sus multimillonarios inmuebles, Fisher Island ofrece lujosos hoteles que incluyen cuatro cabañas históricas, seis villas con patio y una casa de huéspedes con cinco suites. Las tarifas varían entre 625 y 3.050 dólares por noche (de 557 a 2.722 euros).
"Si has estado en la isla, es preciosa", me dijo Puig en febrero. "Te sientes como si estuvieras en el Caribe, pero literalmente estás a tres minutos en barco de South Fifth Street y de todos los restaurantes, y a cinco minutos en barco del centro de Miami."
Los residentes pueden elegir cenar en ocho restaurantes de la isla, incluyendo el Garwood Lounge dentro de la Mansión Vanderbilt, un establecimiento de alta cocina que sirve carne de res alimentada con pasto, filetes y marisco fresco en un bonito comedor.
El código de vestimenta se describe como "atuendo casual y elegante para las damas" y "camisas con cuello y pantalones para los caballeros", aunque se permite el "denim de buen gusto".
Justo al lado de la mansión se encuentra el Beach Club, una colección de pabellones al aire libre agrupados alrededor de una piscina. Hay un bar de cócteles y un bar de sushi.
El Club de Playa es anfitrión de eventos temáticos como la Noche de Bistro Francés, las Fiestas de Luna Llena, la Noche de Mariscos, las Tortitas y el Brunch de Jazz de los Domingos.
Las canchas de tenis profesionales de Fisher Island han sido clasificadas nº1 en la región de la Costa Este de los Estados Unidos por la revista Tennis Magazine.
La isla tiene 18 canchas con tres tipos de superficies de juego: dos canchas de césped, dos canchas duras y 14 canchas de arcilla Har-Tru.
"Un lugar impresionante, juegos al aire libre durante todo el año — día y noche — y una selección de tres superficies hacen que Fisher Island sea popular entre jugadores de todos los niveles, incluyendo profesionales que buscan practicar antes del torneo", dice la revista Tennis.
Fisher Island tiene su propio centro de spa y bienestar para residentes llamado "Spa Internazionale".
Los servicios del spa incluyen entrenamiento personal, clases grupales, faciales, masajes y varias "excursiones corporales", incluyendo un tratamiento corporal para eliminar la celulitis y un envoltorio de leche de coco y miel.
En la mayoría de los servicios de la isla, incluyendo los restaurantes, los miembros no pagan en efectivo o con tarjeta de crédito, sino que ponen el gasto en su ficha de socio, según Marks.
Como no hay puentes entre el continente y Fisher Island, los residentes que quieran traer sus coches a la isla deben hacerlo a través de un ferry que tarda unos siete minutos y sale cada 15 minutos.
El ferry es sólo para residentes, pero los huéspedes invitados pueden embarcar siempre y cuando tengan una autorización previa de seguridad.
Los residentes de Palazzo Del Sol y Palazzo Della Luna, sin embargo, tienen acceso al mismo barco privado que yo tomé en el puerto de Miami Beach.
"Les encanta porque es como su propio Aqua-Uber", me dijo Puig. "Los lleva al sur de la Quinta, a Cipriani, a restaurantes. Se los llevará y los recogerá en donde se desee".
Fisher Island tiene algunas de las playas más aisladas de Miami, con arena importada de las Bahamas.
Me dijeron que la arena se rastrilla cada mañana para mantenerla limpia y bonita.
Aunque solo alrededor del 30% de los residentes de Fisher Island viven allí durante todo el año, la isla tiene su propia escuela diurna independiente con estudiantes de preescolar y de la escuela primaria.
Algunos estudiantes vienen de fuera de la isla para asistir a la escuela, me dijo Marks.
La isla tiene incluso su propio aviario privado lleno de aves exóticas.
El personal del lugar adopta, rescata y rehabilita aves exóticas.
De hecho, más allá del aviario, me sorprendió ver más vida salvaje que gente en mi viaje por la isla.
Vi varios tipos diferentes de aves, incluyendo gansos y lo que creo que era un ibis blanco (también llamado corocoro).
Los más impresionantes fueron los pavos reales, cuyos cantos se escuchaban en toda la isla.
Si te fijas solo en los campos de golf, y el césped que tan perfectamente cuidado que casi parece falso, es fácil imaginarse un oasis tropical.
Más de 600 empleados trabajan en Fisher Island, incluyendo los trabajadores del Club, los empleados de la asociación de propietarios y los de administración de propiedades.
Debido a que la mayoría de los residentes no viven en Fisher Island durante todo el año, a menudo hay más empleados en la isla que vecinos, según comentó Marks.
Lo más asombroso es que resulta difícil reparar en todo este equipo de trabajadores. Parece haber un grupo de personas invisibles trabajando dentro de la isla con ese aspecto tan perfecto.
Cuando regresé en la lancha privada al puerto de Miami Beach, traté de imaginarme cómo sería vivir en Fisher Island.
La isla parece un oasis puro y aislado, pero al mismo tiempo está a menos de 10 minutos en barco de la bulliciosa South Beach.
Aunque no estoy seguro de querer vivir en un lugar tan tranquilo en este momento de mi vida, puedo ver el atractivo para los empresarios de clase alta y las familias que buscan una casa de vacaciones tranquila donde poder jugar al golf, al tenis y relajarse en playas privadas con sus compañeros.
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