Un joven de 22 años que vio su vida derrumbarse cuando acabó viviendo en la calle, ahora es dueño de una empresa valorada en un millón de dólares

Todo puede cambiar y dar un giro total a tu vida incluso cuando lo crees todo perdido. 

Harry Sanders es actualmente el CEO de StudioHawk, una empresa especializada en SEO que hoy en día está valorada en un millón de dólares, pero lo que realmente llama la atención es que hasta hace bien poco era un vagabundo de 22 años que vivía en la calle. 

El joven australiano pasó a convertirse de indigente a millonario en muy poco tiempo, pero tal y como explican en Express fue un camino realmente arduo y complicado. 

Sanders fundó su primera empresa con tan solo 16 años, pero la cosa no funcionó tal y como esperaba. Esto le llevó a vivir como un sintecho a la edad de 17 años y pasó sus primeras noches viviendo bajo un puente antes de ir de un lado para otro entre albergues y sofás de amigos y familiares. 

"La primera noche fue la peor", explica el chico. "No tenía ni idea de adónde ir o qué hacer y me metí en muchos problemas al no saber que hay territorios entre mendigos". 

Por suerte, siempre pudo salir adelante, ya que siempre conseguía alimento en supermercados o restaurantes que le daban las sobras. 

Su vida en la calle fue muy dura, pero deja claro que no sería la misma persona hoy en día: "Aunque hubo muchos momentos negativos, creo que la experiencia de estar sin hogar me enseñó mucha resiliencia y me hizo madurar mucho. Pasar por una dificultad tan grande también me dio más confianza para lidiar con situaciones estresantes", cuenta.

Desde siempre, el ahora millonario estuvo interesado en el CEO y lanzó StudioHawk con 16 años, pero todo se truncó cuando perdió todo su dinero. 

Tiempo más tarde, Harry logró encandilar a varios clientes, algo que le llevó a conseguir trabajo y un sueldo para vivir en un piso compartido. 

En 2017 volvió a probar suerte relanzando StudioHawk y actualmente la empresa está valorada en un millón de dólares y se ha expandido internacionalmente. 

Ahora, a pesar del enorme riesgo y los "momentos de lágrimas", Harry está decidido a abrir una nueva oficina cerca de Shoreditch, al este de Londres, y ha visto dispararse las ganancias. Se espera que la empresa crezca en alrededor de 5,83 millones de libras en 2022. 

"Honestamente, no podría haber imaginado esto. Soy increíblemente afortunado. Ha sido una mezcla de suerte, pero también de trabajo duro", explica. 

"Uno no hace negocios a menos que esté dispuesto a llorar y, a veces, esas son lágrimas de tristeza, y otras veces han sido lágrimas de alegría. Ciertamente ha habido algunos momentos de lágrimas", recuerda.