Desde perder un diente por los escalofríos hasta sentir que te deja sin vida: así es la experiencia de los primeros voluntarios que han probado las vacunas de Moderna y Pfizer contra el coronavirus
- Un grupo de voluntarios que participaron en los ensayos clínicos que desarrollan las farmacéuticas Moderna y Pfizer contra el coronavirus admitieron la aparición de síntomas como fiebre, dolor de cabeza y cansancio.
- La inyección te dejará sin vida por un día”, advierte una de las participantes de la investigación de Moderna.
- A pesar del malestar que sufrieron durante horas, los voluntarios han reconocido que la incomodidad ha valido la pena para contribuir a la investigación de la vacuna contra el coronavirus y protegerse a sí mismos.
- Tanto Moderna como Pfizer han admitido que sus vacunas podrían inducir algunos efectos secundarios similares a los síntomas asociados con la Covid-19. Un fenómeno que no consideran peligroso y que forma parte habitual de este tipo de investigaciones.
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Los efectos secundarios de las vacunas son algo habitual. Un grupo de voluntarios que participaron en los ensayos clínicos que desarrollan las farmacéuticas Moderna y Pfizer contra el coronavirus admitieron la aparición de síntomas como fiebre, dolor de cabeza y cansancio. Son dolencias que, aparentemente, no parecen graves, pero en algunos casos pueden ir más lejos: “La inyección te dejará sin vida por un día”, advierte una de las participantes de la investigación de Moderna.
En el caso de esta voluntaria, de alrededor de unos 50 años, no tuvo fiebre como efecto adverso, pero en cambio sufrió un fuerte dolor de cabeza que la dejó “con dificultades para mantener la concentración”, relata en declaraciones a la cadena estadounidense CNBC. Sin embargo, esta sensación le duró únicamente 24 horas y al día siguiente reconoce que se encontraba en buen estado.
La vacuna de Moderna, basada en la tecnología ANRm, requiere de dos dosis para que sea efectiva. Luke Hutchison, el único de los cinco afectados que ha accedido a dar su nombre se inyectó la primera el 18 de agosto y, tras recibir el pinchazo, tan solo sintió dolencias leves como mareos y poca fiebre los dos días posteriores.
Sin embargo, los problemas aparecieron con la segunda inoculación. “Sentí fuertes temblores, escalofríos, dolor de cabeza y falta de aire”, explica. Tras verse obligado a permanecer en cama “a las 12 horas ya era persona” y había recuperado el bienestar.
Un voluntario de Pfizer pierde un diente por los escalofríos
Al igual que Moderna, los voluntarios que participaron en la etapa final de la vacuna de Pfizer -Donald Trump quería aprobarla este mes- han sufrido efectos secundarios. En uno de los casos, una persona sufrió fuertes escalofríos que incluso le llevaron a perder parte de un diente.
Otro participante relató que, tras recibir la primera dosis apenas sintió dolencias, pero teme sufrir reacciones adversas una vez que se inyecte la segunda. Por su parte, Pfizer ya anunció tras finalizar la fase I que los pacientes podrían sufrir efectos secundarios como de corta duración, en su mayoría de intensidad leve a moderada.
Los participantes no se arrepienten de haber recibido la vacuna
A pesar del malestar que sufrieron durante horas, los voluntarios han reconocido que la incomodidad ha valido la pena para contribuir a la investigación de la vacuna contra el coronavirus y protegerse a sí mismos.
Tanto Moderna como Pfizer han admitido que sus vacunas podrían inducir algunos efectos secundarios similares a los síntomas asociados con la Covid-19. Un fenómeno que no consideran peligroso y que forma parte habitual de este tipo de investigaciones.
Artículo original deEconomía Digital
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