Volvo abandona su objetivo de vender solo coches eléctricos en 2030 tras el desplome de la demanda

Jim Rowan, Presidente y CEO de Volvo, con el SUV eléctrico Volvo EX30.
Jim Rowan, Presidente y CEO de Volvo, con el SUV eléctrico Volvo EX30.

REUTERS/Claudia Greco

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  • La empresa ha decidido que, en lugar de una transición total hacia los vehículos eléctricos en 2030, un 90% de su gama incluirá híbridos enchufables y vehículos totalmente eléctricos.
  • Otros grandes actores, como Volkswagen y Mercedes-Benz, también han revisado sus metas de electrificación debido a la falta de incentivos y a la baja en las ventas.

Volvo Cars, el fabricante sueco de automóviles conocido por su enfoque en la seguridad y la sostenibilidad, ha decidido reducir su ambición de vender solo vehículos eléctricos (EV) para el año 2030, tras la caída de la demanda

Este anuncio marca un cambio importante en la estrategia de electrificación de la empresa, que hasta hace poco se había comprometido firmemente a convertirse en una marca totalmente eléctrica. 

Sin embargo, la caída en la demanda de vehículos eléctricos y la diversidad en la velocidad de adopción en los mercados globales, han llevado a la compañía a reconsiderar sus planes, como está pasando con otras muchas del sector. 

El plan inicial de electrificación de Volvo

Volvo anunció en 2021 su ambicioso plan para eliminar gradualmente los vehículos de combustión interna y vender únicamente coches eléctricos para 2030. Esta decisión fue aplaudida como un paso audaz hacia un futuro más sostenible, alineándose con los esfuerzos globales por reducir las emisiones de carbono y combatir el cambio climático. 

El fabricante de automóviles también aseguró que su transición a los coches eléctricos sería una prioridad no solo en Europa, sino en todos los mercados donde tiene presencia.

Jim Rowan, CEO de Volvo Cars, reiteró en numerosas ocasiones que el futuro de la compañía era totalmente eléctrico. Este enfoque también era coherente con los movimientos de otros fabricantes importantes como Mercedes-Benz y Volkswagen, que, en su momento, también habían proyectado una electrificación completa de sus líneas de productos.

¿Por qué ha reconsiderado Volvo su estrategia?

El reciente anuncio de que Volvo permitirá que los vehículos híbridos enchufables y otros modelos híbridos formen parte de su gama para 2030 ha cogido por sorpresa a muchos. 

La realidad del mercado ha demostrado ser más compleja de lo esperado. "Estamos decididos en nuestra creencia de que nuestro futuro es eléctrico", ha explicado Rowan en un comunicado, que ha añadido "sin embargo, está claro que la transición a la electrificación no será lineal, y los clientes y los mercados se están moviendo a diferentes velocidades de adopción".

Caída en la demanda de vehículos eléctricos

Uno de los factores clave detrás de esta decisión es la notable caída en la demanda de vehículos eléctricos en Europa, especialmente en países como Alemania y Suecia. Este descenso se debe, en gran parte, a la retirada o reducción de subsidios gubernamentales que antes incentivaban la compra de vehículos eléctricos y el impresionante crecimiento de ventas de los vehículos eléctricos chinos en Europa. 

Los subsidios, que habían sido esenciales para hacer que los coches eléctricos fueran más accesibles para los consumidores, han disminuido significativamente en algunos países como Alemania, lo que ha llevado a una contracción en las ventas.

Como consecuencia, Volvo se ha visto obligada a reconsiderar su estrategia. La empresa ha decidido que, en lugar de una transición total hacia los vehículos eléctricos en 2030, un 90% de su gama incluirá híbridos enchufables y vehículos totalmente eléctricos, dejando un pequeño margen para los híbridos suaves que todavía dependen en gran medida de un motor de combustión interna.

Factores geopolíticos y comerciales

Otro desafío que ha enfrentado Volvo es el impacto de las tensiones comerciales entre Estados Unidos, Europa y China. Como es bien sabido, Volvo Cars es propiedad del grupo chino Geely, y muchos de sus vehículos eléctricos se producen en China. Esto ha puesto a la empresa en una posición difícil en medio de las disputas comerciales actuales.

Por ejemplo, las tarifas arancelarias impuestas por Estados Unidos a los vehículos eléctricos fabricados en China han afectado directamente a los modelos de Volvo que se exportan a este mercado. Estas tarifas, que en algunos casos superan el 100%, han llevado a la empresa a retrasar el envío de su SUV eléctrico EX30 a Estados Unidos hasta 2024.

Además, las políticas proteccionistas de la Unión Europea y los conflictos comerciales con China han añadido una capa adicional de complicación para Volvo, que debe equilibrar sus operaciones globales en medio de este contexto.

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Novedades en la oferta de Volvo: entre eléctricos e híbridos

A pesar de este replanteamiento, Volvo sigue apostando por un futuro mayoritariamente eléctrico, aunque de manera más flexible de lo inicialmente planeado. 

La principal novedad es que Volvo permitirá que los híbridos enchufables y los híbridos suaves continúen formando parte de su línea de productos hasta 2030. Los híbridos enchufables, que combinan un motor eléctrico con uno de combustión, permiten a los conductores disfrutar de una mayor autonomía, sin depender exclusivamente de la red de carga, que aún es limitada en muchas partes del mundo.

Además, los híbridos suaves (mild hybrids), que cuentan con un pequeño motor eléctrico para mejorar la eficiencia del motor de combustión, seguirán presentes en los modelos de Volvo, aunque en menor proporción.

El SUV eléctrico EX90 como esperanza para el mercado

Volvo EX90.
Volvo EX90.

A pesar de la caída en la demanda, Volvo tiene grandes esperanzas puestas en su SUV eléctrico insignia, el EX90, que ha comenzado a llegar a los concesionarios en Europa y Estados Unidos. La empresa confía en que este modelo, con su avanzado sistema de seguridad y su tecnología de conducción autónoma, atraerá a los consumidores que buscan un vehículo de alta gama y totalmente eléctrico.

El éxito del EX90 será clave para determinar el futuro de la estrategia de electrificación de Volvo. Si logra captar la atención del mercado, podría significar un avance hacia una electrificación más acelerada.

El hecho de que un fabricante tan comprometido como Volvo haya decidido suavizar su enfoque en los vehículos eléctricos pone de relieve las dificultades que enfrenta la industria automotriz en general. Otros grandes actores, como Volkswagen y Mercedes-Benz, también han revisado sus metas de electrificación debido a la falta de incentivos y a la baja en las ventas.

Este ajuste refleja una realidad a la que se enfrentan muchos fabricantes: la electrificación es el futuro, pero las economías y los mercados globales no están avanzando al mismo ritmo. Las diferencias en la infraestructura de carga, los precios de los vehículos eléctricos y las políticas gubernamentales han generado un entorno fragmentado que dificulta una transición lineal.

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Etiquetas: Movilidad, Coches, sostenibilidad, Coches híbridos, Energías renovables, Mercados